En nuestro empeño por poder tener un rostro bonito y libre de imperfecciones, la industria de la belleza no deja de innovar y de buscar nuevos ingredientes activos con los que crear fórmulas con las que cuidar nuestra piel. Esto, irremediablemente pasa por la hidratación. Solo mediante esta, la dermis puede conseguir una flexibilidad totalmente necesaria para que no se formen arrugas, pero además, para lograr una luminosidad que se pierde con la edad. Así, dentro de los activos que encontramos en las formulaciones de los productos cosméticos, no podemos negar que el ácido hialurónico es la estrella. Pero, ¿y si te dijéramos que hay un ingrediente mucho más potente? Sí, y es el escualano. Descubre todos sus beneficios de la mano de la Dra. la García, dermatóloga en Enea Alicante.

¿Qué es el escualano?
"El escualano es un aceite ligero y refinado derivado del escualeno, una sustancia que forma parte del sebo natural producido por nuestras glándulas sebáceas. Aunque el escualeno tiene propiedades hidratantes y protectoras, es inestable frente al aire y la luz, lo que limita su uso en cosmética. Por ello, se transforma en escualano mediante un proceso de hidrogenación, obteniendo un compuesto más estable y adecuado para el cuidado de la piel. Entre sus características químicas, destaca que es un compuesto incoloro, inodoro y no comedogénico. Además, presenta una estructura molecular similar a los lípidos de la piel, lo que facilita su absorción sin dejar sensación grasa, y es altamente estable frente a la oxidación, pudiéndose conservarse hasta 24 meses sin necesidad de conservantes. A nivel cutáneo, realiza una hidratación profunda y protege la barrera lipídica, reduciendo la pérdida transepidérmica de agua. Además, presenta propiedades antioxidantes y protege a las células cutáneas de los radicales libres, previniendo el envejecimiento prematuro. Asimismo, es apto para todo tipo de pieles, incluidas las sensibles o con tendencia acneica", explica la experta.
¿Dónde podemos encontrar el escualano?
Este ingrediente tan hidratante está presente en una gran variedad de cosméticos, pero proviene de diferentes fuentes naturales: “Entre sus principales fuentes, se puede encontrar en el aceite de oliva y otros aceites vegetales, como semillas de amaranto, salvado de arroz, germen de trigo y aceite de palma (aunque su uso es menos frecuente por su impacto medioambiental)”, añade la dermatóloga.
A nivel cutáneo, según explica Verónica Sánchez, "realiza una hidratación profunda y protege la barrera lipídica, reduciendo la pérdida transepidérmica de agua. Además, presenta propiedades antioxidantes y protege a las células cutáneas de los radicales libres, previniendo el envejecimiento prematuro. Asimismo, es apto para todo tipo de pieles, incluidas las sensibles o con tendencia acneica".

¿Cómo podemos aplicarlo?
El escualano es un ingrediente científicamente respaldado y ampliamente utilizado en dermatología debido a sus propiedades hidratantes, antioxidantes y su capacidad de restaurar la barrera cutánea. Su facilidad de uso y compatibilidad con todo tipo de pieles, incluidas las pieles con tendencia acneica, lo convierten en un aliado esencial en cualquier rutina de cuidado facial.
El escualano es muy fácil de aplicar y puede integrarse en la rutina de cuidado facial diaria, tanto de día como de noche. Verónica Sánchez dice que "se debe aplicar tras la preparación de la piel, después de realizar una adecuada limpieza facial, para mejorar su absorción".
- Por la mañana, se debe aplicar antes del fotoprotector, lo que ayudará a protegernos contra el estrés oxidativo causado por los radicales libres y radiación UV.
- Por las noches, se debe aplicar como último paso de la rutina, para sellar otros tratamientos y potenciar su efecto regenerador. Se puede usar diariamente, tanto en la mañana como en la noche, gracias a su alta tolerancia y estabilidad química. Además, se puede mezclar con otros productos, añadiendo unas gotas de escualano a la crema hidratante o sérum para enriquecerlos y se puede utilizar en otras áreas corporales diferentes al rostro, como codos o rodillas para prevenir su sequedad.
¿Por qué es más hidratante que el ácido hialurónico?
El escualano y el ácido hialurónico son activos ampliamente utilizados en cosmética por sus propiedades hidratantes, pero funcionan de manera diferente debido a sus estructuras químicas y mecanismos de acción. El escualano es considerado más hidratante en ciertos aspectos, especialmente en términos de duración y por su capacidad para reforzar la barrera cutánea.
Como hemos dicho, el escualano es un lípido derivado del escualeno, un componente natural del sebo humano. Esta estructura biomimética permite que sea reconocido como un agente propio por la piel, lo que facilita su absorción y distribución en la capa externa de la piel. Esto lo convierte en un emoliente que refuerza la barrera cutánea y ayuda a reparar la película hidrolipídica de la piel, evitando que el agua se evapore y manteniendo la hidratación durante más tiempo.
Además, presenta propiedades antioxidantes, protegiendo contra los radicales libres y el daño ambiental.
Por otro lado, el ácido hialurónico es un polisacárido que se encuentra naturalmente en la piel y los tejidos conectivos. Su principal función es atraer y retener agua gracias a su estructura gelatinosa, lo que proporciona una hidratación inmediata, pudiendo retener hasta 1000 veces su peso en agua, humectando profundamente la piel.
Sin embargo, el ácido hialurónico no refuerza directamente la barrera cutánea, a diferencia del escualano.
Por tanto, el escualano es más hidratante en términos de duración y protección porque actúa reforzando la barrera cutánea y evitando la pérdida de agua transepidérmica. Por otro lado, el ácido hialurónico proporciona una hidratación inmediata pero no crea una protección duradera. Ambos activos son complementarios y pueden usarse juntos para maximizar los beneficios: primero el ácido hialurónico para hidratar profundamente y luego el escualano
para sellar esa hidratación.