María Moliner, la mujer que desafió a la RAE y modernizó el diccionario

En una época en donde el diccionario de la Real Academia Española se permitía juzgar a las prostitutas acusándolas de "entregarse vilmente al vicio de la lascivia" y añadir refranes como "a la mujer casada, el marido le basta", esta gran bibliotecaria democratizó la lengua.
María Moliner, la mujer que desafió a la RAE y modernizó el diccionario
María Moliner, la mujer que desafió a la RAE y modernizó el diccionario - María Moliner, la mujer que desafió a la RAE y modernizó el diccionario - Fuente: iStock / Macarena Orte

De todos es sabido que María Moliner (Paniza, Zaragoza, 1900) escribió el Diccionario del uso del español, pero pocos conocen que comenzó a hacerlo con 50 años. Tardó 16 en completar su obra y que de ese magnífico manual de la lengua española bebieron posteriormente muchos otros diccionarios, incluyendo el de la RAE.

Ahora que se cumplen 125 años de su nacimiento, el escritor Andrés Neuman publica 'Hasta que empieza a brillar', un libro sobre la vida y obra de esta magnífica bibliotecaria. Una mujer que se atrevió a elaborar su propio diccionario, redefiniendo conceptos de manera más amplia y humanizada. "Por ejemplo, revisó la definición de 'madre' para incluir a aquellas que no dan a luz de manera natural, reflejando así una comprensión más completa de la maternidad", apunta Neuman.

Una infancia difícil

La madre de María, Matilde Ruiz Lanaja, fue una de las pocas mujeres alfabetizadas de su generación. Tanto ella como su marido le transmitieron el valor del estudio a ella y a sus dos hermanos. En su más tierna infancia, María tuvo el privilegio de aprender en la Escuela Libre de Enseñanza. Sin embargo, esta situación acomodada cambiaría completamente por culpa de su padre. Enrique Moliner Sanz, médico rural, obtuvo una plaza de doctor en la marina cuando María tenía 12 años (hacía la ruta Cádiz-Buenos Aires).

Tras un periodo corto de tiempo, Enrique decidió quedarse en Argentina, abandonando a la familia. Lo que sumió al hogar en una situación de precariedad económica. A partir de ese momento, María tuvo que comenzar a trabajar para financiar sus estudios. Esto la llevó a rendir exámenes libres, ya que no podía permitirse la matrícula escolar.

A pesar de las dificultades, María Moliner destacó por su dedicación al estudio, influenciada por el legado de su padre y la perseverancia de su madre. Esta vocación por el aprendizaje se convirtió en un pilar fundamental en su vida. A lo largo de su infancia y juventud, continuó esforzándose por adquirir conocimientos, a pesar de las adversidades materiales y de género a las que tuvo que hacer frente.

María Moliner, la mujer que desafió a la RAE y modernizó el diccionario
María Moliner, la mujer que desafió a la RAE y modernizó el diccionario - Fuente: iStock

Su legado como bibliotecaria

La época de María Moliner como bibliotecaria fue notable y se caracterizó por su enfoque innovador y su compromiso con la democratización del conocimiento. Durante su carrera, escribió un libro titulado 'Pequeñas instrucciones para pequeñas bibliotecas', donde abordó aspectos prácticos como el material adecuado para las estanterías, considerando la seguridad contra incendios y la higiene.

"Además, Moliner elaboró un proyecto de ley para la organización de las bibliotecas en España, que contemplaba la articulación de bibliotecas municipales, comarcales, regionales y nacionales. Este plan fue significativo en el contexto de la España republicana, aunque su implementación fue breve debido al estallido de la Guerra Civil", señala Andrés Neuman.

Modernizando el diccionario

El diccionario de María Moliner, publicado entre 1966 y 1967, fue un terremoto para la RAE. Desafió su autoridad y la forma en que se definían las palabras. La RAE, que había estado influenciada por la política y las normas sociales de su tiempo, comenzó a incorporar cambios en sus definiciones y a considerar términos que antes habían sido excluidos.

La obra de Moliner no solo enriqueció el vocabulario del español, sino que también abrió un debate sobre la inclusión y la representación en el lenguaje, lo que llevó a la RAE a revisar y actualizar sus definiciones en años posteriores. Por ejemplo, la RAE no incluía la palabra 'bikini' en su diccionario, ya que era una prenda considerada inapropiada y prohibida por el régimen franquista.

"María Moliner la incorporó en su diccionario, reconociendo su uso en la sociedad y desafiando las normas de su tiempo", explica Neuman. Incluso dentro del abecedario quedaba trabajo por hacer. María diluyó la 'ch' y la 'll' en sus respectivas letras de referencia, 'c' y 'l'. Y sin ser consciente de ello, fue precursora del feminismo. Retiró de la palabra 'ramera' su connotación despectiva: "Mujer que hace ganancia de su cuerpo, entregada vilmente al vicio de la lascivia". Para definirla sin juzgar: "Mujer que hace profesión de entregar su cuerpo por dinero".

Y eliminó de la palabra 'mujer' todo atisbo de machismo. Suprimiendo refranes como "A la mujer casada, el marido le basta" o "La mujer y la pera, la que calla es buena". A pesar de su innegable talento y preparación, la negaron convertirse en la primera mujer en ingresar en la Real Academia Española. Pero solo ella era capaz de mirar una palabra hasta hacerla brillar.

Artículo publicado originalmente en el número 450 de la revista de papel por Macarena Orte.

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