En un mundo y sobre todo una época, donde la indutria musical era un territorio exclusivamente masculino, hubo una mujer que logró romper barreras y marcar hitos en la historia de la música. Ethel Smyth fue mucho más que una compositora británica. Fue una mujer de convicciones firmes, una pionera en la música clásica y una figura clave en el movimiento sufragista británico. Desde su infancia desafió los límites impuestos a las mujeres, enfrentándose a los prejuicios de la sociedad y del mundo musical. Su determinación la llevó a estudiar en el Conservatorio de Leipzig, donde tuvo que luchar contra las restricciones impuestas a las mujeres. En palabras de Silvia Olivero en Compositoras: "Smyth tuvo que demostrar el doble de talento y determinación que sus colegas masculinos para que su trabajo fuera tomado en serio". Aunque su carrera estuvo llena de obstáculos, consiguió estrenar varias óperas y dejó un legado que merece ser recordado.
Por ello, Smyth no solo luchó contra los prejuicios de la música clásica, sino que también se convirtió en una figura clave del movimiento sufragista en Inglaterra. En su libro 'Compositoras', Silvia Olivero, habla cuenta esta historia y resalta: "Ethel Smyth no solo se enfrentó a las limitaciones impuestas por su género en el ámbito musical, sino que además utilizó su obra como una herramienta de protesta y reivindicación de los derechos de las mujeres".
De la música a la lucha: el camino de Ethel Smyth
Ethel Smyth nació en 1858 en Inglaterra y desde muy joven tuvo claro que su destino estaba ligado a la música. Sin embargo, su decisión de dedicarse profesionalmente a la composición y dirección orquestal fue duramente rechazada hasta por su familia. Su padre, un general del ejército británico, le prohibió estudiar música. Pero Smyth se rebeló y logró ingresar en el Conservatorio de Leipzig, donde conoció a grandes figuras como Brahms y Tchaikovsky. A pesar de su talento, la compositora se enfrentó a la constante desconfianza de la industria musical, que la desprestigiaba por el simple hecho de ser mujer. Se destacó por su audacia y por desafiar las normas de la academia. En su libro 'Compositoras', Olivero resalta cómo Smyth "debía ingeniárselas para poder asistir a conciertos, llegando incluso a disfrazarse para burlar las restricciones impuestas a las mujeres". Su fuerte personalidad le permitió abrirse camino en un entorno que no estaba preparado para aceptar a una mujer compositora con ambiciones profesionales.

La polémica en el estreno de The Wreckers
Uno de los momentos más importantes de su carrera llegó con el estreno de su ópera 'The Wreckers' en 1906, la cual era una de las primeras óperas de gran formato escritas por una mujer en Europa. Sin embargo, el proceso estuvo marcado por dificultades. Originalmente, la obra iba a ser dirigida por Arthur Nikisch en Leipzig, pero este fue cesado antes del estreno. Finalmente, la producción se llevó a cabo con modificaciones que Smyth no aprobó, lo que la llevó a retirar las partituras en señal de protesta. "Smyth no solo tuvo que luchar para que su obra fuera programada, sino también para que se respetara su visión artística", apunta Olivero. A pesar de los contratiempos, la ópera se consolidó como una de sus creaciones más importantes y fue posteriormente interpretada en Londres bajo la dirección de Thomas Beecham. De hecho, algunas compositoras, como Ethel, inspiraron a los grandes genios de la música, pero nunca fueron reconocidas. Otros de sus grandes hitos es que pasó a la historia por ser la primera mujer que interpreta su ópera compuesta "Der Wald" en la Metropolitan Opera de Nueva York en el año 1903.
Una compositora feminista y activista
Más allá de la música, Smyth se convirtió en una destacada activista del movimiento sufragista británico. Se unió al Women’s Social and Political Union y compuso 'The March of the Women', un himno que acompañó las protestas por el derecho al voto femenino. En una de sus acciones de protesta, fue arrestada junto con otras sufragistas y pasó dos meses en prisión. Durante su encarcelamiento, el director de orquesta Thomas Beecham la visitó y la encontró dirigiendo a sus compañeras presas con un cepillo de dientes a modo de batuta. "La música de Smyth no solo fue un arte, sino un arma para la reivindicación social", señala Olivero en su libro.

Por todo esto, a día de hoy, podemos decir que muchas de estas mujeres, fueron pioneras del feminismo en la música clásica. Como por ejemplo nuestra protagonista Ethel Smyth o Clara Schumann, las cuales cambiaron el rumbo de la historia.
Compositoras: un libro imprescindible para redescubrir a las mujeres de la música
El libro 'Compositoras' de Silvia Olivero rescata la historia de mujeres, quienes, a pesar de las barreras, lograron cambiar el curso de la historia de la música. A través de biografías detalladas y un profundo análisis de sus obras, Olivero demuestra que la música no entiende de géneros, pero la sociedad sí ha impuesto límites a las mujeres. "Lo reflejado en esta obra es un acto de justicia para las presentes generaciones y una llamada de atención para las futuras", afirma la autora.

Si alguna vez te has preguntado por qué no se habla de mujeres en la dirección orquestal, o en la música clásica en general, este libro es todo lo que necesitas para descubrir a pioneras como Ethel Smyth, Fanny Mendelssohn o Clara Schumann y reivindicar el lugar de las mujeres en la música.