Tanto si eres de las que se tiñe hace tiempo como si te planteas dar un cambio a tu look arriesgando con un nuevo color de pelo, debes saber qué tintes utilizar para no dañar en exceso la melena. Aunque es imposible que la cutícula del cabello no sufra en absoluto, la elección del producto y los ingredientes que lo componen son imprescindibles para cuidar de ellas lo máximo posible. Así, de esos ingredientes que suelen formar parte de las fórmulas de los tintes, el amoniaco es uno de los principales y uno de los que más polémica crea en torno a si es o no saludable para el cabello. Para salir de dudas y no equivocarnos más a la hora de adquirir el producto con el que decolorar el pelo, hemos puesto el foco en las recomendaciones de Vanina Gegdyszman, dermatóloga especialista en cabello para saber si es bueno o no un tinte con amoniaco.

¿Qué es el amoniaco de los tintes?
Es un compuesto químico (NH₃) que, en los tintes capilares, cumple una función muy importante: abrir la cutícula del cabello. Esto permite que el colorante penetre en el interior del cabello (en la corteza) y se fije de manera duradera. Sin esta apertura de la cutícula, el tinte no podría entrar correctamente y el color no sería tan intenso ni duradero. Es por eso que los tintes permanentes suelen contener amoníaco.
Así, tal y como explica la experta en tricología, "la diferencia entre un tinte con o sin amoniaco puede parecer pequeña, pero en realidad tiene un gran impacto en el cabello, ya que el amoniaco abre la cutícula del pelo para que el producto penetre, pero también puede dañarlo. Por su parte, las tinturas sin amoniaco son mucho más suaves, solo permiten que el color se adhiera a la parte más externa del cabello y aunque no dejan tanto color, cuidan mucho más tu fibra capilar. Esto hace que el color se vaya más rápidamente". Añade, además, que si buscas que el color no cambie por completo, esta es la opción, porque al irse paulatinamente, vas a volver a tu color".

¿Por qué usar tintes con amoniaco?
Aunque es cierto que el amoniaco perjudica un poco el pelo, también tiene otras ventajas frente a las fórmulas que no lo contienen. No tengas miedo de usar este tipo de productos en el cabello, la clave está en saber qué tipo de tinte se adapta mejor a tus necesidades y cuidar bien tu cabello antes y después del proceso con productos nutritivos que te ayuden a conservar el color en buen estado durante más tiempo.
- Color duradero: El amoníaco permite que el color penetre bien en el cabello, lo que hace que dure más tiempo y puedas espaciar los tiempos en las decoloraciones, lo que a su vez, es beneficioso.
- Cobertura de canas: Es especialmente eficaz para cubrir el cabello canoso de forma uniforme, ya que si el producto no tinta demasiado, el cabello gris no solo no se cubrirá del todo, sino que puede resultar en un tono algo extraño que no te guste.
- Tonos más claros: Ayuda a aclarar el cabello natural, permitiendo cambios de color más drásticos. Por este motivo, si eres morena y quieres pasar a tener una melena rubia o cobriza, vas a necesitar aplicar un tinte con amoniaco para que la pigmentación se adhiera mejor al pelo.
Cómo elegir bien el tinte
Más allá de los ingredientes que componen las fórmulas en las que sí o sí deberías fijarte, hay dos indicaciones clave para acertar a la hora de elegir un producto u otro:
1. Conoce tu color base y subtono de piel
Antes de elegir un color, identifica tu tono de cabello natural (rubio, castaño, negro, etc.) y el subtono de tu piel (frío, cálido o neutro).
Esto te ayudará a elegir un tinte que te favorezca y resalte tus rasgos.
- Piel cálida: te quedarán bien tonos dorados, cobrizos, miel, chocolate cálido.
- Piel fría: prueba con tonos ceniza, platino, negro azulado o caoba frío.
- Piel neutra: tienes más libertad, puedes probar tanto tonos fríos como cálidos.
2. Define el tipo de tinte que necesitas
No todos los tintes son iguales. Dependiendo del cambio que quieras y tu nivel de compromiso, elige entre:
- Permanente: cambia el color por completo, cubre canas y dura hasta que crezca el cabello. Ideal para cambios radicales o cobertura total.
- Semipermanente: dura entre 4 y 8 lavados. No aclara el cabello, pero da brillo y matiza el color natural. Bueno para probar sin compromiso.
- Temporal: se va con 1 o 2 lavados. Perfecto para ocasiones especiales o experimentar con colores fantasía.
