Mudarse a una nueva casa es mucho más que llenar cajas con libros, mantas o platos. Para mí, beauty lover empedernida y amante declarada de la perfumería, significa también llevarme el alma del hogar: sus aromas. Con el tiempo, he aprendido a valorar la importancia de rodearme de fragancias que acompañen cada momento. Desde un baño caliente hasta una tarde en el sofá, los perfumes del hogar pueden cambiarlo todo.
De hecho, en mi día a día, los aromas son capaces de energizarme, calmarme o transportarme al paraíso sin necesidad de salir de casa. Poco a poco, he ido creando una colección muy personal de velas aromáticas, sprays o jabones que han convertido mis rituales más sencillos en pequeños lujos. Si tuviera que mudarme mañana mismo, estos tres básicos serían los primeros en entrar en la caja, incluso antes que mi perfume favorito.
De una vela a un jabón de manos: fórmulas cuyo perfume hacen de mi casa mi pequeño paraíso
Vela Grazie, de Acqua di Parma

Hay velas que simplemente huelen bien, y luego están las velas que invaden una habitación con elegancia y sutileza. Grazie es pura elegancia olfativa. Enciendo esta vela al llegar a casa y la sensación es casi cinematográfica: una atmósfera limpia, floral, con un fondo marino que te hace respirar hondo. Una mezcla precisa de bergamota chispeante, rosa aterciopelada, un punto solar de ylang-ylang y esa brisa salina que lo une todo en una fragancia única. Su familia olfativa, floral ozonizada, es tan sutil como lujosa. Me acompaña mientras leo, trabajo o simplemente me dejo llevar. Cuesta 75 euros, sí, pero convierte cualquier espacio en un refugio sensorial con solo un gesto (y sin necesidad de encenderla, que ya es decir).
Difusor en spray Caracas, de Eleven People

No hay ambientador más potente ni sofisticado. Caracas es uno de esos perfumes de interiores que no pide permiso: lo rocías una vez y ya sientes que has cambiado de casa. La pera jugosa se mezcla con una peonía sofisticada y un patchouli que fija la fragancia en el ambiente como si de un perfume de autor se tratase. Este spray de 36 euros entra, sin dudarlo, en mi selección de mejores ambientadores para casa. Tiene una intensidad alta, por lo que lo uso estratégicamente: en cortinas, cojines o incluso en el interior del armario. El resultado es un espacio cálido, placentero y con mucha personalidad.
Jabón en pastilla rosa mosqueta y karité, de Alma Secret

Lavarse las manos puede ser un gesto mecánico o convertirse en un instante de mimo y sensorialidad. Este jabón sólido ha sido uno de mis grandes hallazgos. Su perfume es elegante y floral, pero lo que realmente enamora es cómo trata la piel. Enriquecido con rosa mosqueta, contiene además mantecas de karité y cacao, más leche de cabra: una tríada infalible para una piel más elástica y nutrida. Los aceites esenciales de geranio y ylang le aportan equilibrio y una fragancia fresca. Tiene un precio de 10,40 euros, así que es un producto muy asequible.