No me escondo: soy una mujer de aromas intensos, profundos, oscuros. Sí, el oud, la mirra o el incienso son algunas de mis notas favoritas. En líneas generales, defiendo este tipo de perfumes con gran orgullo, pero no siempre me apetece dejar una huella tan fuerte. A veces, sencillamente quiero oler bien, elegante, sin grandes estridencias. Sobre todo, cuando voy a un evento o tengo una cita de trabajo en la que no quiero provocar fatiga a mi alrededor (o incluso a mí misma). Además, hay jornadas en las que me perfumo para teletrabajar (algo que no ocurre siempre, no voy a mentir a nadie, pero que hago con bastante asiduidad en jornadas en las que no experimento con nuevas fragancias).
En invierno no hay quien me baje de mis perfumes potentes. De hecho, intento no pasarme con las atomizaciones. Eso sí, en verano me decanto mucho más por esos perfumes suaves, limpios, refrescantes y sofisticados. Esos aromas con los que quedar bien en cualquier ocasión y que suelen invitan a los cumplidos por parte de mi pareja (que odia el oud, por ejemplo) o de mis amigas, que suelen decantarse por aromas en los que la estridencia no es bienvenida. Cuando no busco la mejor fragancia para una noche inolvidable, me quedo con uno de estos tres aliados olfativos.
Tres perfumes de mi colección por los que apuesto en días de citas profesionales o eventos
Another 13 de Le Labo

Le Labo es mucho más que su mítico Santal 33. Pese a que adoro este homenaje al sándalo más cálido, no es mi perfume favorito de casa neoyorquina. Another 13 me salva en días de dudas, dado que su mezcla de flores y un toque animálico hacen de ella una fragancia suave, pero con carácter. En sus notas destaca la ambroxida, un almizcle animal sintético mezclada con jazmín y musgo, que suavizan la composición y la hacen más fácil de llevar. En mi piel dura intacta unas 6 horas, pero como tengo el frasco pequeño del discovery set, me cabe en cualquier bolso por si quiero reaplicar a lo largo de la tarde. El precio de los 100 ml es de 298 euros.
Existence de Amouage

De acuerdo, Existence de Amouage no es un fragancia limpia al uso, y eso es lo más me gusta de ella. En definitiva, tiene personalidad y el toque justo de oscuridad. En este caso, la salida de lirio de los valles (muguete), aldehídos y rosa añaden un toque floral y limpio que se desvanece el pocos minutos (algo que agradezco, ya que no soy mucho de rosa). Después, aparecen en escena incienso, místico y ládano para dar profundidad y un toque verde y especiado al conjunto. El almizcle blanco, el benjuí y el ámbar gris dominan el fondo con un punto resinoso, ambarino y un tanto animálico. Pese a que esta descripción se aleja de una piensa primero al imaginar un perfume fresco, en el fondo es una fragancia jabonosa, floral blanca y aldehídica que se adhiere a la piel durante todo el día. El precio es de 365 euros en Isolée.
Aqua Allegoria Rosa Verde de Guerlain

Mi relación con Aqua Allegoria Rosa Verde de Guerlain no fue la mejor en un inicio, pero en un par de días le pillé el truco y ya no hay vuelta atrás. Pepino, menta y bergamota abren esta fragancia con un punto cítrico, fresco y aromático (personalmente, adoro la esencia de la menta, así que todo bien). Un unos minutos, rosa, pera y violeta entran a la pista de baile para añadir un matiz floral y jugoso. El chipre, el almizcle y el iris permiten que este perfume tenga una longevidad notable para ser un eau de toilette y que me acompañe en las jornadas en las que me invaden las dudas, pero no quiero renunciar a un aroma de lo más chic. El precio es de 142 euros.