¿Qué pasa cuando la música es machista, sexista y violenta?

Letras que hablan de cómo la mujer se somete a los deseos del hombre. El reguetón es el género más señalado cuando se trata de esta acusación. Pero señalarlo en solitario no sería justo. Lo que importa es ¿hasta dónde penetran estos mensajes en la sociedad?
Bad Bunny durante la ceremonia de los Premios Grammy 2023

Hay letras de canciones que hablan por sí solas. "Sólo está callada cuando me hace una mamada/Zorra, no me chille, cierra la ventana/Después de pelear nos cogemos con más ganas". (Dice que no me quiere, de La Mafia del Amor).

"Estoy enamorao de cuatro babies/Siempre me dan lo que quiero/Chingan cuando yo le' digo/Ninguna me ponen, pero" (Cuatro babys, Maluma). "Me trae recuerdos del día que te hice mujer/Tú te negabas, yo te insistía/Entramos 'e noche y salimos 'e día/Y en la cama yo te decía/Tú ere' mía to'as las veces que yo quiera" (Recuerdos Remix, de Juhn).

"Ahora todo cambió, le toca a ella/Mari y una botella/ Gracias al maltrato se puso bella. Ahora tú la quieres y no te quiere ella" (Relación, Daddy Yankee). "Castígala, dale lo que pide/ 'Tamos en la zona que nada se prohíbe/Dale duro pa' que nunca se olvide/Castígala, castígala". (Diluvio, de Rauw Alejandro).

Rauw Alejandro durante un concierto en Zaragoza. - GTRES

"Te escupo la boca, te jalo el pelo/te doy con el bicho y con el lelo/en el jet privado, un polvo en el cielo/Hoy quiero una puta, una modelo" (Jumpa, Bad Bunny y Arcángel).

La sexualidad explícita, la homofobia, la cosificación de la mujer y el sexismo son un recurrente en las letras de géneros de moda como el reguetón y el trap. Mensajes que normalizan el desprecio a las mujeres y la violencia sexual. Que ofrecen la visión de una sexualidad distorsionada que está muy lejos de compartir los valores de la igualdad. Y lo mismo los videoclips que las acompañan.

El debate está servido desde hace años. Millones de personas en el mundo escuchan esta música, se dejan llevar por ella, bailan, se divierten, les sirve de evasión. Y esos mensajes se repiten y se escuchan una y otra vez… ¿sin consecuencias?

La capacidad que tiene la música de permear en las conciencias colectivas es enorme, "y el peligro de este tipo de letras radica en la perpetuación e influencia de comportamientos machistas", advierte Helena Bricio, coordinadora de proyectos de la Asociación de Mujeres de la Industria de la Música (MIM).

Bad Bunny durante la ceremonia de los Premios Grammy 2023 - GTRES

La clave está en que los mensajes machistas y violentos no pueden ser inocuos si pensamos en la música como un medio de socialización, explica Laura Redondo, doctora en Psicología, psicóloga y mediadora.

"Esto supone que generan patrones psicológicos o actitudes de misoginia que, si se suman con otras variables sociales e individuales, pueden derivar en violencia. Al ser medios masivos, estas actitudes contra las mujeres se hacen masivas también. Y se refuerza el sistema de opresión estructural".

La edad importa en la música

¿Los jóvenes interiorizan estos mensajes, a fuerza de escucharlos, o saben discernir lo que está bien y lo que no, aunque decidan seguir escuchando estas canciones para pasárselo bien?

La presidenta de la Federación de Mujeres Jóvenes, Laura Barrios Oliver, muestra su preocupación porque, recuerda, estos artistas poseen una influencia considerable sobre sus seguidores, especialmente los más jóvenes, lo que amplifica el alcance y la normalización de los mensajes problemáticos. Y esto sucede en etapas clave de formación de valores y creencias.

"Cantan estas canciones y se creen libres de decir o reproducir las acciones que suceden en ellas con las jóvenes en las que comparten espacios. Lo peor de todo esto es que las mujeres jóvenes normalizan actitudes y palabras, ya que las escuchan constantemente en las canciones de sus artistas favoritos", comenta Barrios.

El cantante Daddy Yankee durante un concierto. Recording artist DADDY YANKEE performs in the Parque Fundidora auditorium in Monterrey. - Omar Valdez

"La gente joven muchas veces no sabe distinguir entre lo que se debe o puede y lo que no se debe hacer. Muchas adolescentes reconocen escuchar estas canciones y no darse cuenta de lo que dice la letra hasta que ponen atención, es por ello que las reproducen y las normalizan", lamenta Barrios.

Precisamente letras de como las de Diluvio de Raw Alejandro son las protagonistas de la campaña en redes sociales con la que la Federación Mujeres Jóvenes busca concienciar sobre la violencia sexual, dentro del programa "Noches seguras para todas", una investigación presentada en 2020 que constató que las jóvenes perciben el ocio nocturno como un espacio donde se producen violencias sexuales con gran permisividad.

Junto a adultos y jóvenes, entre los seguidores de esta música hay otro público aún más sensible: los niños. La edad es trascendental cuando se trata de la exposición a este tipo de mensajes negativos, que son asimilados por individuos sin madurez suficiente, subraya Laura Redondo.

En el caso de las chicas, aumenta la probabilidad de normalizar la violencia y no detectarla hasta niveles extremos de violencia física (cuando la mayoritaria es la psicológica, que suele precederla).

En el de los chicos, se normaliza la de violentar, comenzando por el control (desde interacciones a vestimenta, pasando por el contacto con personas), añade la psicóloga. "Al no gestionar ni compensar estos mensajes les estamos fallando socialmente".

La música en español o en inglés también influye

El español, que ya es la segunda lengua materna del mundo por número de hablantes con casi 600 millones (cifras del informe de 2023 El español: una lengua viva, del Instituto Cervantes), ha encontrado en la música urbana latina un medio para extender su influencia en la industria musical, según el reciente estudio El boom de la música urbana latina y la expansión del español a nivel global, publicado por el Observatorio Nebrija del Español (ONE) y realizado por la doctora en comunicación Lourdes Moreno Cazalla.

Este género representa actualmente entre una cuarta y una quinta parte de las canciones en las listas de éxitos de las plataformas de música en streaming. Aunque no ha abordado este tema específicamente en su estudio, Moreno opina que tenemos una perspectiva muy occidental a la hora de aproximarnos a la música urbana latina.

"Las letras del reguetón, algunas muy explícitas, son un reflejo de una sociedad patriarcal; los estereotipos y las letras sexistas pueden dulcificar o minimizar de alguna manera problemas muy graves y estructurales de la sociedad”, indica la experta.

Además, añade que “pienso en el acceso al porno a edades más tempranas, por ejemplo. Volviendo a la música y en otros contextos históricos, en otros géneros como la copla o el flamenco, algunas letras de las más populares que fueron la banda sonora de nuestras madres y abuelas estaban cargadas de esa misoginia, se hablaba de una realidad”.

Pero no sólo hay sexualidad distorsionada, machismo y sexismo cuando se canta en español. Son cientos los ejemplos, en muchos géneros musicales y por supuesto en otras lenguas.

"El idioma en el que se canten las canciones no debería restar importancia a la crítica de sus mensajes, pero sí es verdad que cuando se canta una canción en un idioma no propio no se pone tanta atención a la letra, ya que muchas palabras puede que ni sean conocidas; mayoritariamente los y las jóvenes sólo reproducen las letras y los sonidos sin percatarse en el significado", admite la presidenta de la Federación Mujeres Jóvenes.

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