Tatiana Luter: "Trabajar con directores como Sorrentino, Coppola y Muccino ha sido un privilegio enorme"

Con la elegancia heredada de Roma y la libertad creativa aprendida en Estados Unidos, Tatiana Luter ha construido una carrera que transita entre el cine de autor y las grandes producciones internacionales. Trilingüe, intuitiva y comprometida, la actriz nos habla de su doble identidad cultural, sus referentes, el poder transformador de los personajes oscuros y lo que significa compartir escena con leyendas vivas como Al Pacino.
Tatiana Luter.
Foto: Sarah Krick.

Actriz italoamericana, trilingüe, activista y con una filmografía que combina a Coppola con thrillers de terror. Tatiana Luter ha crecido entre dos mundos, y quizá por eso interpreta con la misma naturalidad a una esposa corrupta que a una heroína ambiental. La suya es una carrera marcada por la dualidad y la entrega. En esta entrevista, hablamos con ella sobre lenguas que liberan, rodajes con leyendas y personajes oscuros que esconden luz.

Naciste en Roma, pero has crecido entre Europa y Estados Unidos. ¿Cómo ha influido esa doble cultura en tu manera de entender la interpretación y la vida?
Crecer entre Europa y Estados Unidos fue como asistir a dos escuelas de pensamiento opuestas: por un lado, la introspección y la complejidad europea; por el otro, la energía y el pragmatismo americano. ¿El resultado? A veces parezco salida de una película de Antonioni, y otras de una serie de Netflix. Pero esa dualidad, en el set, se convierte en un superpoder.

Hablas perfectamente italiano, español e inglés. ¿En qué idioma te sientes más tú cuando actúas?
Cada idioma despierta algo distinto en mí: el italiano es intensidad, el español es pasión, el inglés es libertad. Actuar en los tres es un privilegio.

Te has formado tanto en Roma como en Los Ángeles. ¿Qué diferencias encontraste entre ambas escuelas o maneras de enseñar el arte dramático?
El Centro Sperimentale en Roma me dio una base profunda y rigurosa; Los Ángeles, un enfoque más libre e instintivo. Dos escuelas distintas, pero ambas fundamentales para mi crecimiento.

Tatiana Luter.
Foto: Sarah Krick.

Has trabajado con directores como Paolo Sorrentino, Francis Ford Coppola y Gabriele Muccino. ¿Qué te llevas de cada uno de ellos?
Trabajar con directores como Sorrentino, Coppola y Muccino ha sido un privilegio enorme. De Sorrentino aprendí la fuerza del silencio y la mirada; de Coppola, la grandeza de la imaginación; y de Muccino, el instinto y el ritmo emocional. Cada uno me dejó algo que llevo conmigo cada vez que entro a un set.

En Maserati: The Brothers compartes escena con Al Pacino. ¿Qué significó para ti enfrentarte a un rodaje así, con un referente del cine mundial?
Al Pacino es, sin duda, el actor más grande con el que he trabajado. Estar con él en el set fue como entrar en la historia del cine: cada mirada, cada pausa, cada gesto suyo es pura maestría. Aprendí más en un solo día a su lado que en años de estudio. Fue un honor, pero también un impacto emocional: trabajar con una leyenda viva te cambia para siempre.

Tatiana Luter.
Foto: Sarah Krick.

En Bunnyman das vida a un personaje enigmático y oscuro. ¿Cómo te preparas emocionalmente para un papel con tanta carga psicológica?
En Bunnyman interpreto a Luise Glawdell, la esposa de un juez corrupto, interpretado por el increíble Giancarlo Giannini. Ser su esposa en la ficción fue una experiencia alucinante: trabajar con él es como ver la historia del cine tomar forma delante de ti. Mi personaje es oscuro, manipulador, aparentemente sin escrúpulos… pero debajo de toda esa maldad hay una grieta, una parte rota y humana. Para mí, lo interesante fue encontrar esa luz escondida en la sombra.
Cuando interpreto a un personaje oscuro como Luise, el trabajo emocional empieza mucho antes del rodaje. Trato de entrar en su psicología, de entender sus heridas, sus silencios. Es un proceso delicado, a veces doloroso, porque tengo que hacer espacio dentro de mí para emociones que no me pertenecen. Pero ahí es donde nace la verdad de la actuación: cuando logras amar incluso el lado más perturbador del alma humana.

Tatiana Luter.
Foto: Sarah Krick.

Has trabajado en un cortometraje sobre el tráfico ilegal de vida silvestre. ¿Qué papel juega el activismo en tu vida personal y profesional?
Amé profundamente este proyecto porque trata un tema que siempre ha sido muy importante para mí. Desde niña he sentido una conexión fuerte con los animales y la naturaleza, y siempre he buscado protegerlos de cualquier forma posible. Dar vida en pantalla a una historia sobre el tráfico ilegal de vida silvestre fue un acto de responsabilidad, pero también una manera de unir mi pasión por la actuación con mi compromiso como activista ambiental.

Tatiana Luter.
Foto: Sarah Krick.

¿Qué otros proyectos podemos esperar en el futuro?
Hay un proyecto de terror muy interesante que me entusiasma mucho, pero por ahora tengo que mantener el secreto… Solo puedo decir que será algo realmente especial. Y además, estaré en Venecia para recibir el Premio Kineo, un reconocimiento que me emociona profundamente, porque llega en un momento muy importante de mi camino.

Tatiana Luter.
Foto: Sarah Krick.

Si pudieras darle un consejo a la Tatiana que daba sus primeros pasos en el cine, ¿qué le dirías?
Le diría que no tenga miedo del tiempo, ni de los ‘no’. Que la belleza pasa, pero la verdad permanece. Que ser sensible no es una debilidad, sino un regalo. Y que en la vida, como en el cine, todo llega si sabes esperar y mantenerte fiel a ti misma.

Fotos: Sarah Krick

Pelo y maquillaje: Anastasia Silkina

Estilismo:  Koki Fujimoto

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