El Hotel Hospes Puerta de Alcalá acogió una nueva cita del club de lectura de Marie Claire, que en esta ocasión tuvo como protagonista a la escritora Ana Lena Rivera. La autora presentó su tercera novela en un encuentro cercano con los lectores, en el que habló de historia, memoria y el papel de las mujeres a lo largo del siglo XX.
Tres capas en La Casa de Huéspedes
Ana Lena Rivera comenzó explicando la estructura que desarrolla su obra: “El libro tiene tres capas”, dijo. “La trama, que es lo que importa, una capa intermedia que nos da la cotidianidad, cómo vivían, qué comían, qué música sonaba… y, por último, el escenario histórico”.
La novela arranca en la Guerra Civil española y traza un recorrido por las vidas de varias mujeres durante el franquismo, con saltos temporales que nos conducen hasta el presente de sus protagonistas, ahora en la vejez, mezclando personajes ficticios con sucesos reales para construir un puzzle veraz y cercano.
La autora se documentó minuciosamente para recrear con precisión la vida de las mujeres de la época: desde las clases de mecanografía en las que las alumnas podían recibir castigos físicos, hasta los programas de televisión de un martes cualquiera o la música que sonaba en la radio en 1979. Cada detalle cotidiano es un hilo que transporta al lector a otra época.
Mujeres silenciadas
Uno de los ejes centrales del Club de lectura fue el papel de las mujeres como protagonistas silenciosas de la historia.
La escritora subrayó que el trasfondo de la novela es “la historia de todas esas madres que no encajaron en el orden social de una época”. Mujeres solteras, viudas de guerra, madres adoptivas o aquellas que simplemente no quisieron ser madres: todas tienen un lugar en la trama, aunque en su tiempo apenas lo tuvieran en la sociedad.
Ana Lena también habló de cómo muchas de ellas sacaron adelante familias numerosas en condiciones durísimas, sin reconocimiento alguno. “En vez de tener ese reconocimiento social que merecían, fueron rechazadas”, señaló.
Y recordó que solo un 3% de los registros históricos corresponden a mujeres, a pesar de que fueron ellas quienes tiraron del carro en los momentos más difíciles. “Nos han traído hasta aquí y merecen tener su lugar en la historia”, reivindicó.

Entre recuerdos familiares
Ana Lena Rivera compartió con los lectores cómo los recuerdos familiares fueron el inicio de esta historia. Entre anécdotas y momentos de emoción, relató cómo escuchaba, de niña, las historias en el hostal que regentaba su familia.
“La inspiración me vino de una conversación sobre las chinches”, contó divertida. “Empecé a recordar detalles que creía olvidados, y entonces apareció la historia. Era como si siempre hubiera estado ahí, esperando”.
Esa mezcla de memoria y documentación histórica es la base del realismo que caracteriza La casa de huéspedes. La autora se asegura de verificar cada dato: “Si no puedo comprobar que algo ocurrió así, no lo incluyo”, explicó. Por eso, sus novelas no solo cuentan, sino que documentan la vida cotidiana de un siglo entero.
Ana Lena también habló de su proceso creativo y de la conexión emocional con sus personajes. “Lloré muchas veces escribiendo esta novela”, confesó.
“Las dos protagonistas empiezan siendo de una forma, pero la vida las transforma. Como a todos”. Explicó que, al terminar cada historia, necesita una etapa de “desconexión emocional” para poder empezar otra.

Un final lleno de emociones
Tras la charla, Ana Lena Rivera firmó ejemplares rodeada de lectores que compartían con ella recuerdos familiares y emociones despertadas por la lectura. El ambiente era íntimo y profundamente emocional.
Muchos asistentes destacaron la importancia de rescatar las historias de sus abuelas y madres y de no dejar que se pierdan con el paso del tiempo.
La casa de huéspedes no es solo una novela histórica: es un homenaje a las mujeres que sostuvieron el mundo desde las sombras. Y el club de lectura de Marie Claire se convirtió, por una tarde, en un lugar donde la literatura y la memoria colectiva se dieron la mano.
Un toque de estilo y belleza en la cita literaria
Además de la literatura y las emociones compartidas, el club de lectura de Marie Claire contó con la colaboración de firmas que aportaron un toque especial a la velada. Calzados Pitillos acompañó el encuentro con tres de sus modelos más representativos, combinando elegancia, comodidad y diseño.
La experiencia se completó con la presencia de Geske, que acercó a los asistentes sus innovadores dispositivos de belleza, entre ellos Sonic Facial & Body Roller y Microdermabrasion, pensados para cuidar la piel con tecnología de vanguardia.
También Eylure London estuvo presente con una cuidada selección de pestañas postizas, ideales para realzar la mirada con un toque sofisticado. Un broche beauty perfecto para una tarde en la que cultura, memoria y estilo caminaron de la mano.
