Sequedad, deshidratación, manchas, envejecimiento prematuro o cáncer son algunos de los problemas que la radiación solar puede provocar en nuestra piel. Por estos motivos, la protección solar debe ser una obligación y no una opción cada vez que salgamos a la calle.
En verano y en invierno los filtros solares actúan sobre nuestra piel, afortunadamente, cada vez crece más esa conciencia de protección y se extiende a todas las épocas del año. ¡Cuidado cuando estés cerca del agua, la nieve y la arena! El agua, la nieve y la arena suelen ir ligadas a la palabra vacaciones, pero reflejan los rayos dañinos del sol, los cuales pueden aumentar la probabilidad de quemaduras de sol. Ten especial cuidado a la hora de protegerte la piel cuando vayas a la playa o a esquiar.
La piel del rostro es una de las zonas que más sufren ante la radiación solar, ya que no podemos protegerla con ropa o abrigo, de forma que la protección solar debe ser constante y aumentada en verano, especialmente si vamos a la playa o a tomar el sol.

Para evitar que nuestro rostro acuse estos daños producidos por la radiación solar debemos hacer mucho hincapié en su protección. Te damos algunos consejos para que tu piel se mantenga joven, firme y sobre todo sana durante todo el año y más ahora que llega el verano y, de esta manera, incluir sencillos hábitos para evitar los rayos UV:
Cuidados de la piel del rostro
Mantener una piel en perfecto estado no es tan complicado, ni siquiera cuando hablamos de la piel del rostro. Las claves para un rostro radiante son la hidratación y una buena protección diaria, tanto si estamos en la playa como si estamos en ciudad.
- Empieza con una buena limpieza del rostro. Seguro que sabes lo importante que es desmaquillarnos cada noche pero también es necesario hacerlo de nuevo cada mañana. De esta forma nuestra piel estará perfectamente limpia, sin ningún tipo de residuo y libre de grasas.
- Tras tu limpieza diaria, aplica tu crema hidratante con SPF o una crema solar que te proteja adecuadamente. Si vives en una ciudad, con un filtro solar SPF 30 será suficiente y, si en cambio, planeas ir a la playa SPF 50 es ideal. "Utiliza cremas con filtro solar. Aplícate una crema protectora de amplio espectro, con factor de protección igual o superior a 30, unos 15 minutos antes de exponer tu piel al aire libre. Extiéndela generosamente sobre la piel expuesta y repite la aplicación cada dos horas, o después de trabajar, nadar, jugar o hacer ejercicio al aire libre", nos explican los expertos de Homedoctor.
- Es importante renovar la protección facial igual que lo hacemos con la corporal cuando vamos a la playa. Si estás tomando el sol, recuerda que cada 3 horas debes aplicar de nuevo el protector. "Evita la exposición solar en las horas centrales del día. Los rayos UV solares son más fuertes entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde. Por este motivo hay que tener un especial cuidado con la exposición al sol durante esas horas", nos explican desde Homedoctor.
- En ciudad, normalmente tras la crema, nos maquillamos. Imagina que tuvieras que reponer la crema cada tres horas... sería demasiado incómodo volver a maquillarse. ¿El truco? Utiliza maquillaje o polvo con SPF, de esta forma al retocar tu maquillaje estarás renovando tu protección. Y continúan, "ten en cuenta el índice UV. Este importante dato le ayuda a planificar tus actividades al aire libre para evitar una exposición excesiva a los rayos del sol. Es necesaria protección solar siempre que el índice UV prevea niveles de exposición de moderados a altos, por ejemplo, un índice UV de 3 o superior".
- En los días de mucho sol o de playa es imprescindible que, al acabar la jornada, apliques una crema calmante en tu rostro y en tu cuerpo, para contrarrestar los efectos dañinos de la radiación solar.
- Si vas a sobreexponerte "usa ropas que te protejan. Un sombrero de ala ancha ayuda a evitar el sol en la zona de los ojos, las orejas, la cara y la parte posterior del cuello. Las gafas de sol con un índice de protección del 99%-100% frente a los rayos UVA y UVB reducen considerablemente los daños oculares debidos a la radiación solar. Además, las prendas de vestir holgadas y de tejido tupido que cubran la mayor superficie corporal posible también actúan de barrera", apuntan desde HomeDoctor, la App pionera de videoconsulta médica.
- Confía en la nutricosmética. "Los antioxidantes conocidos como filtros biológicos son herramientas que al administrarse oralmente reparar y luchan contra los radicales libres provocados por el sol. Los nutricosméticos pueden ayudarnos a reducir los efectos nocivos del estrés oxidativo en nuestra piel. Algunos polifenoles, vitaminas hidro/liposolubles, carotenoides y la vitamina D actúan de diferentes maneras para aportar una mayor defensa contra la radiación solar. Estos ingredientes han demostrado una acción foto inmunomoduladora, antioxidante y antiinflamatoria", nos explica la Dra. Aurora Garre, Medical Marketing Manager en ISDIN.
Con estos cuidados, estaremos protegiéndonos de quemaduras, insolaciones, sequedades y también ayudando a retrasar el envejecimiento de nuestra piel.