Lo sabemos de sobra: somos lo que comemos (y bebemos); también somos conscientes de la importancia de nuestra alimentación en nuestra salud, y por ello debemos cuidarla tanto. Más que restringir la ingesta de ciertos productos y alimentos que se consideran negativos, lo que debemos es consumirlos con moderación, además de ser conscientes de nuestras propias necesidades diarias.“En condiciones normales necesitamos incorporar ingestas superiores a las 2.000 calorías diarias para asegurar la cobertura de los micronutrientes necesarios para nuestro organismo, por ejemplo, calcio, vitamina C, zinc, etc. La solución está en realizar una dieta equilibrada y aumentar el gasto energético a través del incremento de la actividad física. Cosas sencillas como pasear una hora al día, subir algunos pisos por las escaleras, nadar o acudir al gimnasio 2 o 3 días a la semana, nos pueden ayudar en este importante objetivo”, afirma Javier Aranceta Bartrina, doctor experto en nutrición. Y es que tan importante como una buena dieta, es el ejercicio físico.
No todos necesitamos consumir la misma cantidad diaria de nutrientes, ya que varía en función de tu constitución, la actividad que realices a lo largo del día realices (si se tiene un trabajo sedentario o activo), si eres mujer u hombre, si haces deporte o no… y otros diferentes factores determinantes de la ingesta que es necesario conocer a fondo. Dependiendo de tus características, puede que debas reducir la ingesta de energía a través de alimentos y bebidas, o puede que no y puedas permitirse un poquito más. Lo que sí es importante es que cumplas las recomendaciones nutricionales básicas, especialmente en cuestiones de vitaminas y minerales.En resumen, para cumplir con las indicaciones que nos dan los expertos en nutrición, debemos mantener una alimentación diaria variada, rica en nutrientes esenciales, moderada y equilibrada, prestando especial atención a la ingesta de energía y a las vitaminas y minerales, aparte de llevar un modo de vida activo. ¿Crees que apruebas?