No viene del futuro ni tiene nada que ver con la inteligencia artificial, aunque el nombre nos pueda conducir al engaño: el 'chip antienvejecimiento' es una práctica de medicina estética que ha conquistado recientemente a la presentadora Elsa Anka (57 años).
Como explica la Dra. Victoria Prats, "hasta los 35, la piel se mantiene aparentemente estable, pero seguro que has notado que, a partir de los 35, ya nada es igual; los cambios comienzan a ser más que evidentes. A partir de este momento, y década tras década, la reabsorción ósea y la pérdida de volúmenes se va haciendo mucho más visible, teniendo mayor impacto en las estructuras más superficiales". La piel madura muestra signos como la flacidez.
Aceptar el paso del tiempo en nuestro cuerpo es una premisa para ser feliz (y nosotras abogamos por esto), pero hay tratamientos que pueden ayudar a deshacernos de algunas señales del envejecimiento y que las mujeres que lo deseen, pueden realizar tras el consejo de un profesional en la materia.

Elsa Anka ha entrado en detalle acera de su último retoque en una entrevista para Focus. En palabras de la presentadora, ha optado por este tratamiento se encuentra en "la fase en la que entra un cambio hormonal importante que afecta su vida".
La Dra. Sandra Restrepo explica que "el chip de la juventud es un procedimiento muy sencillo mediante el cual se introduce en una pequeña área del cuerpo del paciente un “pellet” de testosterona (T) bio-ídéntica proveniente de una fuente botánica, de manera que es liberada en el organismo de manera lenta y controlada en su forma molecular natural, motivo por el cual no altera la fisiología normal como sí lo harían las hormonas sintéticas".

Respecto a sus efectos, " en un gran número de pacientes tratados mejora la energía física y mental, el deseo y rendimiento sexual, el estado físico se hace más saludable, con mayor vitalidad, energía, sensación de bienestar y mejoría del sueño. Además, muchas mujeres presentan además mejoría de los sofocos de la pre y menopausia, aumento de la densidad ósea y mejoría del síndrome premenstrual", subraya la doctora.
En la entrevista citada anteriormente, Anka explicó que "la molestia principal es como un pinchacito de anestesia. Te dan un puntito que tienes que llevarlo durante una semana y tampoco es más trastoque". En su caso, notó los efectos a los quince días. "Noté que empiezas a ganar... Tú vives. A veces en esta etapa te sientes un poco muerta de cintura para abajo y entonces revives", revela sin tapujos Elsa Anka.
Además de toda la información presentada anteriormente, el Dr. Ivan Mañero explicó en 'Focus' que "las redes sociales son el enemigo más enemigo que tenemos hoy", en respuesta a la bajada en la edad media en que los pacientes optan por la cirugía estética. En especial, en relación con la "autoestima". Por este motivo, invitamos a reflexionar al respecto y a no creernos todo lo que vemos en las pantallas.