El corrector se ha vuelto un elemento esencial en mi arsenal de maquillaje, ya que cumple funciones clave: oculta las ojeras causadas por la falta de sueño y el estrés, proporciona una apariencia de descanso y luminosidad en la mirada y ayuda a disimular las imperfecciones como pequeños granos o rojeces.
Hasta mis 20 años, nunca había hecho uso de corrector, supongo que porque mi ritmo de vida y sueño no eran tan agitados como para tener ojeras. Sin embargo, cuando comencé a trabajar como redactora de belleza, y probé varios correctores de diferentes marcas, pensé en todo el tiempo que había perdido sin utilizar este tipo de cosméticos; ya que no sólo borra los signos de la edad, sino que interfiere en que un buen maquillaje se vea mucho más perfecto y profesional si lo utilizamos en otros ámbitos, como el de contornear el rostro o unificar el tono de la piel.
Como venía diciendo, en estos últimos años, he probado decenas de correctores, pero ahora, sin el que no puedo salir de casa –y siempre me acompaña en el bolso por si acaso– es el ‘Borrador Corrector Multiusos’ de Maybelline New York: un producto que ha sido capaz de borrar mis ojeras oscuras y muy marcadas incluso en los días más agotadores.
El ya famoso en redes sociales ‘Borrador’ de Maybelline goza de una alta cobertura e hidratación enriquecida con Bayas de Goji y Haloxyl que hace que el producto no se cuartee sobre nuestra piel y dure un montón de horas como recién aplicado.
Precio en Primor: 6,95 euros.
Aunque lo que realmente ha conseguido conquistarme es su suave y gustoso aplicador de microfibras, cuya función es reducir los signos de fatiga, alisa patas de gallo y líneas de expresión. Además, este corrector de ojeras cuenta con más de una decena de tonos entre los que elegir para que demos con el que más se acerque a nuestra piel.
Más correctores de ojeras que son una auténtica pasada
Corrector BOI-ING, de Benefit. Precio: 30,99 euros en Sephora.
