Preparación física
Nadar y correr son esenciales para una vigilante de la playa, por eso, los entrenamientos deben consistir en running alternando series de resistencia (corriendo entre 3-6 km a ritmo suave) y sprints para trabajar velocidad. Además, los entrenamientos de natación deben combinar series y ejercicios para ganar resistencia, ejercicios para aumentar la fuerza en la brazada y series para ganar velocidad en el nado. También es importante depurar la técnica. Hacer remos y ejercicios compuestos como flexiones, planchas y pesas son básicos en su preparación y mantenimiento. Y ademásAsí es una vigilante de la playa

Formación en primeros auxilios
Una socorrista, tanto de playa como de piscina, necesita tener conocimientos en primeros auxilios, que se enseñan en los cursos para obtener el título y poder ejercer. Masaje cardíaco, reanimación, saber cómo actuar ante un traumatismo, ante una picadura, un corte, etc. Y ademásAsí es una vigilante de la playa

Título oficial
Para ejercer como socorrista en la playa es necesario tener un título oficial de socorrista acuático. Se puede conseguir mediante cursos en federaciones autonómicas de salvamento y socorrismo, en Cruz Roja o mediante un ciclo formativo de grado superior de animación de actividades físicas y deportivas. Y ademásAsí es una vigilante de la playa

Capacidad de reacción
La rápida reacción de una socorrista salva vidas, por eso, en los entrenamientos es importante simular rescates e intervenciones en el agua. Y ademásAsí es una vigilante de la playa

Empatía y habilidades sociales
Muchas veces, la labor del socorrista es prevenir los accidentes, para ello debe tener habilidades sociales y capacidad de comunicación para alertar a la gente de los riesgos de ciertas conductas, tener iniciativa para enseñar a los bañistas a evitar ciertas prácticas y sustituirlas por hábitos correctos. Y ademásAsí es una vigilante de la playa
