Cuando una viaja en tren pueden suceder dos cosas: o bien no sabes ni que cara tiene la persona de al lado o, sin tener muy bien el porqué, te pasas todo el camino hablando con el compañero de asiento. Lo más habitual es el primer caso, pero las normas están para romperlas. El pasado sábado me planté en Chamartín Clara Campoamor para coger un alta velocidad con destino Valladolid. Desde Madrid apenas tardas una hora en llegar a la ciudad de Castilla y León, pero 60 minutos pueden dar para mucho, sobre todo si coincides con una amante de los perfumes muy curiosa.
Nada más sentarme en el tren, saqué de mi bolso la crema de manos que siempre tengo en el bolso, Karité de L'Occitane (25 euros). Me encanta su aroma, su textura. Mientras me la aplicaba tras pasar por el baño, noté que la mirada de la mujer de al lado se clavaba en mí. De golpe, me dijo algo parecido a "qué bien huele". Entonces, amablemente, le dije si quería probar esa crema de manos, y así fue. Tras extenderla por sus manos, comentó que le agradaba mucho el olor, pero que ese no era el aroma que notaba con tanta intensidad. Entonces, caí en la clave del misterio: la señora percibía el olor de la crema hidratante corporal que he estado probando durante la última semana.
Cuando una crema corporal huelen incluso mejor que un perfume de lujo
He probado cientos de cremas a lo largo de mi vida y no todas huelen igual de bien. Mejor dicho, no todas proyectan el aroma una vez pasados los cinco minutos iniciales. Sobre todo, si nos referimos a fórmulas económicas. Por supuesto, cuando una opta por una crema hidratante no siempre busca un olor profundo y duradero, pero si eso ocurre, estamos ante un producto 2 en 1 que merece estar en el radar de cualquier beauty lover.
Leche corporal de Monoi de Yves Rocher, la gran amiga del verano
El sábado por la mañana seguí el ritual de siempre: sacar a mi perrita a dar un paseo, tomarme el café y pasar por la ducha. A veces, cuando el calor aprieta, dejo a un lado el uso de crema corporal. Por suerte, eran poco más de las 8 de la mañana, así que decidí no saltarme este paso. De forma ligera y con círculos enérgicos, extendí leche corporal de Monoi de Yves Rocher por todo el cuerpo. Sin lugar a dudas, su aroma se nota desde el primer instante, pero lo sorprendente es su poder para fijarse en la piel.

Esta leche corporal tiene un aroma tropical, afrutado y paradisíaco que resulta perfecto para el verano. Una de las cosas que más me gusta de esta crema es que se absorbe rápido y no deja una capa grasa. Algo que no me importa mucho en invierno, pero que valoro positivamente en verano. Notas de vainilla, flor de Tiaré y coco se funden en esta leche corporal que logra que hasta la persona que se sienta a tu lado en un tren perciba su olor. Por un precio de 9,95 euros, estamos una de las mejores cremas hidratantes corporales para acabar con la piel seca que, al mismo tiempo, perfuma.
Otras cremas corporales con un aroma veraniego

Les Secrets nº 710 Monoï de Equivalenza también apuesta por el característico aroma de monoï. Flor de tiaré y coco se funden en una fórmula cremosa y dulce con la que tampoco es necesario llevar perfume. El precio es de 9,95 euros.