El ejercicio es salud pero… ¿Por qué?

Todos sabemos que hacer ejercicio tiene múltiples beneficios para la salud: previene enfermedades, nos hace sentirnos bien… ¿Cómo lo hace nuestro cuerpo?
Beneficios del ejercicio para el cerebro

Todos sabemos que hacer ejercicio tiene múltiples beneficios para la salud: previene enfermedades, nos hace sentirnos bien… ¿Qué pasa en nuestro cuerpo cuando hacemos deporte?

El ejercicio físico pone en marcha un gen y una hormona que hacen que quememos calorías y que se produzca una limpieza celular. Dos trabajos publicados en la revista “Nature” nos explican cómo actúa el ejercicio en nuestro cuerpo.

El ejercicio limpia nuestras células

Un grupo de investigadores del Instituto Médico Howard Hughes y otros centros relacionados con la nutrición y la biología celular y liderados por Beth Levine, demostraron que el gen BCL2 es clave en el metabolismo celular, incluyendo la glucosa.

En nuestro cuerpo existe un sistema de defensa llamado autofagia. Se encarga de destruir las proteínas defectuosas y de favorecer la renovación de las células. Esto supone una mejora del metabolismo y hace que nuestro cuerpo funcione mejor.

El estudio, realizado en roedores, pone de manifiesto que, 30 minutos después de practicar una actividad intensa, se activa este gen, que produce la autofagia en el músculo cardiaco y esquelético y en algunos órganos como el hígado y el páncreas –encargados de regular la glucosa-.

Grasa marrón y calorías

La hormona irisina, cuyos niveles aumentan cuando hacemos ejercicio, convierte la grasa blanca en grasa parda o marrón. Esta última quema calorías en vez de acumularas. Este estudio lo hizo un grupo de investigadores, liderados por Bruce Spiegelman, inyectando la hormona en ratones.

La grasa marrón ayuda a disipar energía en forma de calor, no a almacenarla. Después de una actividad física prolongada, el deporte ayuda a transformar la grasa blanca en marrón mediante la irisina.

Además esta hormona mejoró el control de glucosa y los niveles de insulina de los roedores a los que se les inyectó.

Esta investigación ayuda a entender la relación que hay entre el músculo y el tejido adiposo. Podría explicar las razones por las que, cuando envejecemos, perdemos músculo y ganamos grasa.

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