El paso del tiempo deja huella en la piel. El primer paso es aceptarlo y querernos tal y como somos, pero eso no quita que, en algunos casos, queramos minimizar el aspecto de arrugas o manchas en la piel. Con este fin, existen varios activos recomendados por expertos en la materia con los que hacer realidad ciertos deseos. Por supuesto, la magia no existe, pero si somos constantes y elegimos los ingredientes adecuados, podemos notar cambios. Leire Barrutia es una de las dermatólogas más populares en redes sociales y cada uno de sus consejos es escuchado, atentamente, por sus miles de seguidores (entre los que nos encontramos nosotras, claro está). En uno de sus últimos reels, habla sobre varios activos que ella considera "fundamentales" para el cuidado de pieles mayores de 45 años.
Los tres activos que una dermatóloga recomienda para una piel madura
Antes de entrar en el tema de pleno, la profesional recuerda algo clave: escuchar las necesidades de nuestra piel es el primer paso para acertar con nuestra rutina. De este modo, aunque ella recomienda tres ingredientes que, en líneas generales, sientan bien a las pieles maduras, nada mejor que solicitar un estudio personalizado para comprobar qué pide a gritos nuestra piel (ya que, quizá, creemos que necesitamos más hidratación, pero la clave está en la limpieza, por poner un ejemplo).
Barrutia empieza su discurso detallando que son muchas sus followers de más de 45 años que le piden consejo para diseñar una rutina cosmética efectiva. "Aunque las rutinas cosméticas no atienden a edades, sino a necesidades", como afirma la propia dermatóloga, existen varios nombres propios que gozan de gran popularidad y que la profesional recomienda de forma generalizada.
Los retinoides, los mejores amigos de la noche
Dentro de la rutina de noche, el momento de regeneración cutáneo, "tenemos que incorporar retinoides". Es decir, "derivados de la vitamina A". Barrutia cita activos como el retinol, el retinal o el ácido retinoico, los activos cosméticos que más evidencia científica tienen en relación con la mejora del estado de la piel y la prevención de los signos de la edad como las arrugas, la pérdida de firmeza y las manchas.
La dermatóloga no duda en pedir calma para notar los resultados. Evidentemente, las modificaciones no se producen de un día a otro. Aunque no destaca un periodo concreto, sí que defiende que debemos usar estos activos durante un "tiempo prolongado". Además, es importante apostar por retinoides potentes, con concentraciones iguales o superiores al 0,5%.
Con el fin de adoptar el retinol de forma correcta en nuestra rutina de noche, debemos hacerlo de forma paulatina. Es esencial no aplicarlo cada día si no estamos acostumbras, dado que es un agente que puede causar irritación, descamación y otros desajustes cutáneos si estamos preparadas para su uso. "La piel requiere un proceso de adaptación o retinización", subraya Barrutia, así que lo ideal es empezar con uno o dos días a la semana, aumentando su aplicación de forma progresiva.

En el final del vídeo, la dermatóloga hace referencia a un interesante factor a tener en cuenta si nos vamos a iniciar en el uso de retinol. Bajo su punto de vista, el inicio de este año es un gran momento para incluir una concentración alta de retinol en nuestra rutina, ya que a partir del mes de noviembre será complicado conseguir concentraciones altas en la Comunidad Europea.

La vitamina C pura, la joya de la rutina de mañana
Más allá del uso de derivados de la vitamina A, la profesional aconseja incluir vitamina C pura en la rutina de mañana. En sus palabras, es el "antioxidante más potente". "Además de proteger la piel de las agresiones externas, también despigmenta, mejora las manchas y estimula el colágeno". Por supuesto, el último paso de la rutina de cuidado facial matutina debe ser un protector solar.
Los péptidos, los aliados de la hidratación
Finalmente, la dermatóloga recala que los péptidos son "ingredientes que atrapan agua y tienen mucha capacidad de hidratar la piel", funciones muy interesantes para pieles maduras que pueden notar una falta jugosidad en el rostro. Algo que se produce porque "vamos perdiendo lípidos" y "elasticidad en la piel". Además de todo esto, los péptidos estimulan el colágeno, así que nos ayudan a "tratar la flacidez a nivel superficial".