Un producto imprescindible para quienes desean mantener su piel fresca y luminosa y minimizar las imperfecciones, las mascarillas faciales purificantes están formuladas paracpieles grasas , mixtas o con impurezas. Ideal para quienes buscan un tratamiento que purifique y reequilibre la producción de sebo, ¡pero sin agredir la piel! Si la zona T de tu rostro presenta brillos y/o quieres combatir impurezas localizadas, este producto es la respuesta que estás buscando. La arcilla es el ingrediente estrella de estas fórmulas: cada tipo de arcilla tiene propiedades únicas que responden a diferentes necesidades de la piel.
Así, de todos los tipos de arcilla con los que podemos cuidar de nuestra piel, destacan:
- La arcilla verde, rica en minerales, es la más absorbente y desintoxicante, perfecta para pieles que necesitan una acción profunda para eliminar impurezas.
- La arcilla blanca ( caolín), la arcilla rosa y la arcilla roja, que son más delicadas, son ideales para quienes tienen piel sensible pero aún así desean beneficios purificadores.
Junto a la arcilla, no podemos olvidarnos de ingredientes exfoliantes como el ácido salicílico y el ácido mandélico, conocidos por su acción suave sobre la piel. Estos ácidos, de hecho, eliminan las células muertas de la epidermis, promoviendo la renovación celular. El ácido salicílico, en particular, es perfecto para pieles con impurezas, ya que penetra en los poros y ayuda a eliminar el exceso de sebo, mientras que el ácido mandélico, más delicado, también es excelente para pieles más sensibles, proporcionando una exfoliación eficaz sin irritación.
Otro ingrediente estrella en las formulaciones purificantes es la niacinamida, que actúa como un poderoso aliado para unificar el tono de la piel, mejorando la textura y dando un aspecto luminoso y saludable. El Zinc PCA, oligoelemento que regula la producción de sebo, destaca por su poder astringente y antimicrobiano, perfecto para combatir la formación de granitos y puntos negros.
Las plantas no son una excepción. El extracto de sauce, por ejemplo, es un purificador natural que, además de reducir el exceso de sebo, también tiene una acción calmante y calmante. Los lumifenoles, extraídos de diversas plantas, son poderosos antioxidantes que protegen la piel de los daños causados por los radicales libres, mientras que el loto sagrado, con sus propiedades astringentes y calmantes, es perfecto para dar un efecto de frescor inmediato.
Por último, la enzima de papaya, con su delicada acción exfoliante, ayuda a dar a la piel un aspecto luminoso, eliminando las células muertas sin agredirla.
Cómo aplicarla:
Aplicar una capa uniforme de mascarilla purificante sobre el rostro, evitando el contorno de los ojos, dejar actuar durante 10-15 minutos y aclarar con agua tibia. La frecuencia de aplicación depende de las necesidades de la piel. Generalmente se recomienda una o dos veces por semana para obtener resultados visibles y duraderos.
Mascarilla facial purificante de arcilla JOWAÉ
Formulada para pieles mixtas a grasas, incluidas las sensibles, y con un 96% de ingredientes de origen natural, (también) contiene lumifenoles antioxidantes, loto sagrado astringente y calmante y enzima de papaya exfoliante, y difunde notas de mandarina, jazmín y menta (17,55 euros en Amazon).
Mascarilla facial purificante con arcilla y ácido salicílico de Collistar
Con arcilla, ácido salicílico y zinc PCA, un oligoelemento astringente y antimicrobiano, esta mascarilla de textura cremosa y suave ideal para quienes desean una piel purificada y luminosa, ayuda a reequilibrar la piel y reducir el efecto brillo.
Mascarilla facial purificante con arcilla y zinc de ISDIN
Formulado con arcilla Tanakura, zinc PCA y niacinamida, aporta una limpieza extra a la rutina de pieles grasas y/o con tendencia acneica. Limpia la piel reduciendo inmediatamente el exceso de sebo y ayuda a reducir los granos y puntos negros (15,95 euros).
Este artículo se publicó originalmente en Marie Claire Italia. Autor original: Vanessa Perilli. Traducción y adaptación: Lucía Garrido Vázquez
