Siempre había sido un poco reacia a los autobronceadores en general. Temía probarlos y acabar con la piel naranja o con manchas, como si de un dálmata se tratara. También es verdad que en el cuerpo no me había hecho nunca falta porque cojo relativamente bastante buen color. Pero desde que hace unos años me conciencié con la protección solar y comencé a utilizarla a diario en el rostro, siento que cara no se me pone morena nunca. Así que decidí darle una oportunidad a los autobronceadores faciales. Y la verdad que es un mundo aparte. Una de las cosas que menos me gustaba de todos los que probaba era el olor. No me gustaba nada y el que mi piel se quedase con él era un verdadero fastidio. Buscando encontré que la razón era una reacción química entre la dihidroxiacetona (DHA) -el ingrediente encargado de conseguir el color bronceado de la piel-, y los propios aminoácidos de la piel. Pero me dije: no puede ser que ninguno tenga un olor más agradable. Alguno tiene que haber.
El autobronceador facial que mejor huele
Y buscando buscando encontré uno que realmente olía bastante bien. Sobre todo teniendo en cuenta de la base de la que partíamos, claro. Hablo del Facial Self Tan Purity Face Mist de St. Tropez (19,98 euros). Aunque para ser justos no solo me gustó porque deja un olor bastante agradable en la piel, sino también por el formato. Ya que es una especie de bruma que se vaporiza sobre la cara. Otro plus, teniendo en cuenta que los productos demasiado espesos no suelen gustarme mucho.
Los culpables de que este autobronceador no sea tan pesado en cuanto a fragancia se refiere como a los otros es que el DHA está infusionado con dos ingredientes: agua de mandarina verde revitalizante y extracto de flor de hibisco tropical. Por eso el acabado no es tan intenso y fuerte, sino que deja una suave fragancia a verano en la piel.
Cómo utilizar un autobronceador facial en bruma
Al ser un autobronceador facial en bruma es muy fácil de usar. Solo tenemos que agitar el bote, aplicar de 3 a 5 pulverizaciones en el rostro de forma uniforme y listo. No tenemos que preocuparnos por manchas ni similares (de ser el caso aquí te dejamos cómo borrar las manchas si aplicamos mal el autobronceador para conseguir un moreno uniforme) porque se extiende prácticamente solo.
Tarda entre cuatro y ocho horas en hacer efecto, por lo que es mejor pecar de precavidas y utilizarlo solo una vez hasta que se asiente. Y ya después si sigue sin convencernos, ya nos lo volvemos a aplicar. ¿El punto fuerte? Que hidrata la piel hasta 12 horas.
Otro autobronceador facial en bruma
Aunque este lo tengo en mi neceser y lo estoy terminando, ya tengo echado el ojo a mi próximo fichaje en cuanto a autobronceadores se refiere: el Day Drew de Isle of Paradise. Lo vi hace poco al dar una vuelta para conocer las rebajas de verano de Sephora y fue un flechazo. Me llamó la atención que está formulado con aceites esenciales de limón, romero y salvia, por lo que lo tiene todo para oler bien. Además tiene ácido hialurónico y glicerina, por lo que hidrata la piel. 19,99 euros:
