Todas lo sabemos, pero nunca está de más recordarlo: casi todo lo que vemos en internet es falso. Bueno, todos aquellos rumores no contrastados por la ciencia que se relacionan con leyendas urbanas infundadas. Uno de los mitos que se ha alzado como el rey de verano ha surgido en TikTok (cómo no) y defiende que ciertos perfumes atraen a insectos de toda índole.
De acuerdo, la citronela ayuda a repelerlos (y de hecho es ampliamente usada en todo tipo de productos antimosquitos), ¿pero qué ocurre al revés? Según TikTok, Pink Cloud de Ariana Grande atrae a insectos voladores o Libre de YSL atrae a las avispas. Por suerte, la ciencia demuestra que nada más lejos de la realidad. No, estos perfumes no son los culpables del "ataque" de todo tipo de bichos.
"Se conocen muy pocas sustancias químicas que atraigan a los mosquitos, excepto el dióxido de carbono presente en nuestro aliento exhalado (que pueden oler)", afirma el profesor Anandasankar Ray, profesor de biología molecular, celular y del desarrollo en la UC Riverside en un artículo publicado en Dazed. A esto, añade que "la idea de que ciertas fragancias conocidas atraigan a los mosquitos es principalmente un rumor de internet. Estas afirmaciones se basan en estudios puntuales y, a menudo, no se basan en datos científicos rigurosos que utilicen ensayos realistas con mosquitos, así que tómelas con pinzas".

Por otro lado, eel Dr. Immo Hansen, entomólogo de la Universidad Estatal de Nuevo México señala en el medio citado que "si analizamos un perfume, podríamos encontrar docenas, si no cientos, de sustancias químicas diferentes, algunas de las cuales podrían ser atrayentes o repelentes, pero no se trata necesariamente de notas o aromas específicos, sino de sustancias químicas que ni siquiera podemos oler. Los mosquitos tienen unos 146 receptores olfativos, las abejas unos 300. Huelen de forma muy diferente a nosotros y entre sí, y reaccionan de forma distinta a cada molécula". En resumen, son animales muy complejos y ninguno actúa igual que en otro.
Más allá de si atraen o no a ciertos insectos, un factor clave a tener en cuenta (que sí respalda la ciencia) es la reacción que ciertos componentes pueden producir en nuestra piel. Por este motivo, los dermatólogos aconsejan dejar a un lado los principales errores al aplicar el perfume, como pulverizar directamente sobre cuello y escote (nos expongamos o no al sol). Lo mejor es optar por tejidos, donde la fragancia se fija muy bien, o en zonas de pulso, como la muñeca (sin frotar) o la parte interna de los codos. Además, al igual que ocurre con otros cosméticos, es recomendable aplicar un nuevo perfume en una zona reducida para comprobar si hay alguna reacción indeseada.