En cuanto empieza junio y el termómetro supera los 25 grados, algo cambia en mi neceser. Mis perfumes cálidos y especiados se retiran discretamente al fondo del cajón y dejan paso a una selección muy concreta: los perfumes frescos de verano que una editora de belleza tiene fichados desde hace años para esta época. Porque no hay nada como una fragancia marina para anticipar ese momento mágico en el que llegas al hotel, abres la ventana y hueles el mar por primera vez.
En mi caso, los aromas marinos son pura evocación emocional. Me llevan a tardes infinitas frente al Mediterráneo, al salitre pegado en la piel, a los paseos por pueblos costeros con el cabello mojado y los labios aún salados. Estos perfumes capturan la esencia del verano sin esfuerzo, gracias a sus notas acuáticas, ozónicas y ligeramente minerales que, literalmente, huelen a brisa marina.
Entre todos ellos, hay uno que me ha hecho cerrar los ojos y pensar: esto es exactamente a lo que huelen las vacaciones. Se llama Nox y es de Angela Ciampagna. Una fragancia con alma de costa, fresca y levemente ahumada, que parece hecha para quienes aman las escapadas a la orilla del mar. Su composición salina y amaderada tiene algo profundamente adictivo, como un rincón escondido del litoral italiano donde el tiempo se detiene.
Nox de Angela Ciampagna, un perfume salado, amaderado y fresco que emula el aroma del verano
Angela Ciampagna, una firma italiana con mucho camino por recorrer
Angela Ciampagna es una casa de perfumería artesanal italiana que trabaja con mimo, tiempo y respeto absoluto por las materias primas. Toda la producción se realiza a mano en su laboratorio en el centro de Italia, donde incluso las etiquetas se imprimen y colocan una a una. Sus fórmulas maduran durante meses para alcanzar la profundidad y complejidad que define a sus fragancias. La marca nació en 2015 y, desde entonces, ha creado una quincena de perfumes numerados, con un acabado natural, elegante y con carácter. Nox, su primer lanzamiento, sigue siendo uno de los más especiales. Y no solo por su composición única, sino por ese aura de lujo silencioso que tiene todo lo bien hecho.
Nox, la esencia de las vacaciones
Probé Nox por primera vez una tarde de calor húmedo, y supe al instante que se convertiría en mi fragancia de verano. Su salida floral, con lirio, ylang-ylang y mimosa, es luminosa pero sin estridencias. El corazón es salado, casi mineral, con una nota de hinoki que le aporta un punto seco y maderoso, como una cabaña frente al mar. Y en el fondo, el almizcle blanco y la vainilla se mezclan con pachulí y cedro para dejar una estela envolvente pero ligera. Es uno de los perfumes más frescos y seductores para disfrutar de un largo y cálido verano.
Tiene algo de isla privada, algo de jardín costero en el norte del Mediterráneo. Nox no grita, susurra. Y cuando lo hace, lo hace con mucha personalidad. Su precio es de 180 euros, pero la calidad y la duración justifican cada euro invertido. Es un perfume que se queda en la piel durante horas, y en la memoria durante días.
Otros perfumes con alma salina
Salina de Laboratorio Olfattivo
Si hay otro perfume que me recuerda al mar, ese es Salina. Literalmente huele a una playa italiana al atardecer, cuando el calor baja y la sal se mezcla con la resina de los pinos. Su composición combina sal marina, agujas de pino, limón, lavanda y mirto sobre una base suave de almizcle blanco, vainilla y haba tonka. Esta fragancia nos transporta a una de las islas griegas más famosas, sin movernos de casa. Su carácter es más luminoso que Nox, menos misterioso, pero igualmente evocador. Cuesta 110 euros y tiene una excelente proyección en piel.
