Con el termómetro ya instalado en modo verano, llevo semanas escapándome a la playa siempre que puedo. Algunas veces por ver a mi familia, otras por puro placer. Aunque mi neceser cambia según el destino, hay dos productos que repiten en cada viaje, como si tuvieran un lugar fijo junto a mi DNI: un protector solar coreano y un perfume español que no me canso de usar. Todo lo demás es negociable (excepto el cepillo de dientes, claro), pero estos dos son básicos que no saco nunca de la maleta.
Entre todas las fórmulas que he probado este año, estos son los dos reyes absolutos de mi verano 2025. Productos versátiles, eficaces y útiles que me acompañan de la arena al chiringuito sin necesidad de hacer escala en el hotel. Son funcionales, sí, pero también tienen ese algo especial que convierte una rutina beauty en un pequeño lujo personal y sensorial.
I'M Aqua Sun Essence de Suntique, un protector invisible
Lo probé por primera hace ya un par de años y desde entonces no he querido otro protector. I'm Aqua Sun Essence de Suntique ha conseguido lo que parecía imposible: que disfrute aplicándome protección solar. Este gel acuoso de textura ultra ligera se funde con la piel sin dejar rastro, y eso, beauty lover, es oro cuando hablamos de protectores solares faciales para pieles mixtas. Cuesta 25,99 euros en MiiN y, sin lugar a dudas, vale cada céntimo.

Formulado con centella asiática y aloe vera, este solar hidrata, calma y refresca sin engrasar. Es como si te pusieras una esencia coreana con beneficios añadidos. Las cremas solares coreanas protegen del sol a la vez que mejoran tu piel, y este es el ejemplo más claro. Nada de brillos, ni de sensación pegajosa, ni de manchas blancas. Solo un escudo invisible que hace que tu piel luzca más bonita al final del día. De hecho, lo uso incluso cuando no voy a la playa porque su fórmula me encanta como base diaria. Es la mejor inversión solar si tienes la piel mixta o grasa y te incomodan las texturas densas.
Faïsa de Ramon Monegal, un perfume español con mucha luz
Pocas cosas hay tan placenteras como elegir un perfume para el verano. Yo, como amante de la perfumería empedernida, no paro de probar lanzamientos todo el año, pero cuando llega el calor sé exactamente lo que quiero: algo alegre, luminoso y con carácter. Faïsa, del perfumista catalán Ramon Monegal, tiene todo eso y un punto de sofisticación que lo hace inolvidable.

Estamos ante uno de esos perfumes frescos de verano que una editora de belleza tiene fichados por motivos de peso. No es un cítrico más, ni una flor blanca sin alma. Faïsa arranca con un estallido de azafrán, ylang-ylang, anís y limón, una salida sorprendente que brilla desde el primer segundo. Después, se abre paso un corazón floral con jazmín, rosa y mimosa, y una base adictiva de vainilla, ámbar y caramelo. Cuesta 190 euros (50 ml), pero se nota que cada gota ha sido compuesta con mimo.