6 cosas que no sabías de Margarita de Dinamarca

La reina danesa nunca quiso serlo y su sueño era convertirse en diseñadora de primer nivel, pero lleva media vida en el trono
Margarita Dinamarca

Margarita de Dinamarca es una mujer peculiar. Detrás de todos sus cargos y títulos (Reina, autoridad suprema de la Iglesia y comandante en jefe de las Fuerzas Armadas Danesas) se esconde una mujer sencilla cuyo sueño nunca fue reinar sino ser diseñadora. Fue elegida democráticamente y aceptó de buen grado, manteniendo un reinado de casi medio siglo sin titubeos ni atisbos de renuncia por su parte.

La soberana danesa cumple 80 años este 16 abril en medio de la crisis mundial por el coronavirus. Hace semanas que se supo que iba a cancelar cualquier tipo de acto de celebración por llegar a esta fecha redonda. Y eso que prometían mucho estos festejos, pero a Margarita no le queda más remedio que soplar las velas sola en el palacio de Amalienborg. Tampoco le ha dado la espalda a su pueblo y ha procurado alentarles en la lucha contra la pandemia mediante distintos discursos y gestos que la honran.

Dos semanas después de ver fallecer a su padre, Federico IX, Margarita accedió al trono. Era un 14 de enero de 1972 y el inicio de su periplo como Reina se hacía posible gracias a la Ley de Sucesión que había sido aprobada por el pueblo años atrás. Hoy en día, el pueblo danés la adora y es una de las monarcas con mejor valoración de toda Europa.

Se la conoce como la reina de la sonrisa eterna porque es habitual que salga riendo en todas las instantáneas. Ni tan siquiera se la borró la muerte de su marido Henrik hace dos años tras no poder superar un tumor pulmonar. Su carácter alegre y su carisma no se han visto menguados y continúa manteniendo una visión optimista de la vida.

También es una de las royals cuyo periplo en el trono es más longevo. Lejos quedan los 67 años que lleva la incombustible Isabel II con la corona inglesa, pero Margarita va camino de los 50. Tan solo un año menos que los que tiene su hijo heredero, Federico, que deberá seguir aguardando que llegue su turno de reinar. También se las tuvo tiesas con él la Reina a consecuencia de su matrimonio con Mary Donaldson . 80 años de vida y 48 de reinado dan para un sinfín de anécdotas de Margarita de Dinamarca que descubrimos a continuación.

Henrik, su gran amor

Enrique y Margarita se conocieron en Londres, en el año 1965, mientras ella cursaba sus estudios en la Escuela Económica. Él era uno de los solteros de oro de la diplomacia francesa. El 10 de junio de 1967, dos años después de conocerse, se casaron en la iglesia de Holmen.

Picos de alto voltaje

Pese a lo idílico que pueda parecer su amor, nada más lejos de la realidad. Su matrimonio estuvo lleno de altibajos y discusiones, sobre todo porque Enrique no aceptaba el papel secundario que tenía como consorte. Quería más luces y no tantas sombras.

Tira y afloja con su hijo

A Margarita de Dinamarca nunca le gustó que su hijo Federico quisiera formar una familia con una abogada australiana. Las tensiones madre e hijo fueron una constante y el heredero amenazó a su progenitora con renunciar a sus derechos dinásticos.

Un hobbie que pasa desapercibido

Margarita se licenció de joven en Ciencias Políticas y en Economía, pero también en Arqueología. De hecho, participó en una excavación con su abuelo, en Italia.

Conexión con España

El carisma y carácter de Margarita hace que caiga muy bien a todo el mundo. Especialmente buena es su relación con los reyes eméritos españoles. Don Juan Carlos y doña Sofía acudieron a celebración de las bodas de plata de Margarita y Enrique en Dinamarca en 1992.

Fumadora

Es sin lugar a dudas su vicio más prohibido. A la reina danesa le priva el tabaco, aunque ahora solo fuma cuando está en casa.

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