Ayer fue un día muy especial para Ana Obregón. Era la primera vez que se sentaba a hablar públicamente frente a la prensa después del comentadísimo nacimiento de su nieta por gestación subrogada. Lo hizo para presentar ‘El chico de las musarañas’, el libro que empezó a escribir su hijo Aless Lequio durante su enfermedad de cáncer y que no pudo llegar a terminar él mismo, pero su madre cogió el relevo.
Durante la rueda de prensa, Ana tocó muchos temas como, por ejemplo, la manera en que había afrontado la dura muerte de Aless, su petición a Alessandro Lequio para que vaya a conocer a su nieta y, lo que más impresionó a los asistentes: el motivo por el que había decidido publicar este libro. Según cuenta la actriz, Aless Lequio le mandó una señal para que siguiese adelante con el proyecto cuando ya había fallecido.

En el momento en que Ana Obregón se reunió para decidir si publicaba o no el libro, dejó su móvil encima de la mesa y, de pronto, empezó a sonar una llamada. Una llamada de Aless, su hijo, que ya había muerto hacía varios años. “En la pantalla, la llamada era de Aless”, dice la persona que la acompaña en la rueda de prensa y que estuvo presente en aquel momento en el que sonó el móvil. “Ana se puso muy nerviosa y nos enseñó cómo sonaba el teléfono mientras decía: ‘pero si el teléfono de Aless está apagado en un cajón desde hace varios años’. Fue un momento mágico”, prosigue.
“Entonces dije: esto es una señal. Porque hay gente que está ciega. Todo el mundo dice ‘ver para creer’ y no, hay que creer para ver”, dice Ana Obregón antes de confesar que fue esa llamada lo que le hizo tomar la decisión definitiva y le dio fuerzas para continuar adelante con el libro.
