El pasado marzo, Vicky Martín Berrocal cumplió 50 años, y para ser sinceras, luce espectacular; y así nos lo está haciendo ver ella día tras día a través de sus redes sociales, ya que hace poco contó que ahora está mucho más segura de sí misma y atraviesa por su mejor versión. A diario, la de Huelva nos inspira con sus looks mientras posa cual diva para sus seguidores. Pero según ha relatado ella misma, le ha costado mucho poder llegar a sentirse así. De hecho, este año ha lanzado un libro titulado ‘La felicidad ni tiene talla ni tiene edad’, un proyecto con el que pone fin a muchos años de lucha contra la obesidad, enfermedad que le diagnosticaron en 2020.
Ahora, Vicky Martín Berrocal presume de cuerpo, figura, autoestima, estilazo y nuevo corte de pelo en su perfil de Instagram constantemente. Y precisamente, porque su cambio físico en los últimos meses ha sido más que evidente, muchos de sus fans le han preguntado que cómo ha conseguido este cuerpo, a lo que ella, en las últimas horas ha respondido tras dar las gracias a sus fans que, para una transformación física, lo que se necesita es “darte cuenta de que tú eres lo más importante que tienes”, dice la diseñadora de moda.
“¿Quieres vivir mucho como yo y sentirte bien?”, pregunta Marín Berrocal directamente a sus seguidores. “Eso se consigue queriéndonos y cuidándonos mucho”, responde con seguridad ella misma en la publicación. “También aceptando y siendo generosa contigo”, continúa Vicky.
Además, la de Huelva también hace hincapié en la importancia que han tenido en su gran cambio la comida y el deporte. Aunque como ella bien dice, “es algo que todos sabemos. Además de eso, alta dosis de paciencia”, continúa explicando Vicky Martín Berrocal. E insiste: “Constancia y consciencia, pero sobre todo, pensar en ti”.
A estas conclusiones, Vicky ha llegado escribiendo su libro, el cual inició al comenzar a perder peso. Martín Berrocal pesaba casi 96 kilos y actualmente está en 70, según nos cuenta ella misma. En una entrevista con ‘¡HOLA!’ en los últimos meses, confesó: “He llorado con una talla cuarenta mirándome al espejo y he llorado con una talla cuarenta y seis. No era una cuestión de peso, sino de mente. Eran inseguridades”.
