Desde tiempos ancestrales, los hongos han sido un alimento esencial en muchas culturas. Su versatilidad en la cocina y sus beneficios nutricionales los han convertido en un ingrediente estrella, pero hoy en día su importancia va más allá de su sabor. Investigaciones recientes han demostrado que su consumo regular puede aportar múltiples beneficios a la salud, desde mejorar el sistema inmunológico hasta ayudar en la regulación del colesterol.
Sin embargo, no todo lo que se dice sobre los hongos es cierto. Como señala el biólogo Eduardo Bazo en su libro 'Hongos', “muchos estudios afirman que ciertos hongos tienen propiedades milagrosas, pero es importante distinguir entre lo que está científicamente probado y lo que no”. Aun así, la ciencia respalda varios de sus efectos positivos, y aquí te contamos cuáles son.
Propiedades nutricionales de los hongos
Los hongos son bajos en calorías y ricos en fibra, lo que los convierte en un alimento ideal para quienes buscan mantener un peso saludable. Un estudio publicado en The FASEB Journal concluyó que sustituir la carne por champiñones en la dieta puede ayudar en la pérdida de peso y el mantenimiento de la composición corporal. Sin embargo, Bazo advierte que “no existe un alimento mágico para adelgazar; lo que realmente funciona es una alimentación equilibrada y hábitos de vida saludables”. Esto es importante tenerlo en cuenta.

Lo que sí está claro, es que los hongos son una excelente fuente de vitaminas del grupo B, las cuales contribuyen al metabolismo energético, como también de minerales como el selenio y el potasio, fundamentales para la función celular y la salud cardiovascular.
Hongos con propiedades medicinales
Más allá de su valor nutricional, algunas especies de hongos han sido estudiadas por sus efectos medicinales. Un ejemplo es el Ganoderma lucidum, conocido como reishi, al que se le atribuyen propiedades antiinflamatorias. Bazo menciona en su libro que “los extractos purificados de Ganoderma lucidum han demostrado reducir la inflamación en estudios con ratones”, aunque aclara que esto no significa que los productos comerciales que lo contienen tengan los mismos efectos.

Otro hongo popular es el Hericium erinaceus, o melena de león, investigado por su posible impacto en la salud neuronal. Estudios preliminares sugieren que podría estimular el crecimiento de células nerviosas, pero aún se requieren más investigaciones para confirmar su eficacia en humanos.
¿Pueden los hongos mejorar la digestión?
El consumo de hongos puede beneficiar la microbiota intestinal gracias a su contenido en fibra y compuestos prebióticos. Sin embargo, no todos los hongos son igualmente digeribles. Como señala Bazo, “incluso las especies comestibles contienen componentes como la quitina o la trehalosa, que pueden generar molestias digestivas en algunas personas”.
Esto significa que, aunque los hongos sean una gran opción para incluir en la dieta, es importante consumirlos en cantidades adecuadas y conocer la tolerancia individual de cada persona.
Descubre más sobre los hongos y su impacto en la salud
Si te interesa saber más sobre los hongos y su impacto en la alimentación, la salud y la historia, el libro del biólogo Eduardo Bazo es una lectura imprescindible. A lo largo de sus páginas, el autor desmonta mitos, analiza los beneficios reales de estos organismos y explica cómo han influido en la humanidad de formas inesperadas.

Lejos de ser solo un ingrediente en la cocina, los hongos forman parte de un ecosistema esencial y pueden jugar un papel clave en el futuro de la medicina y la alimentación. Anímate a descubrir su fascinante mundo.