Las novelas románticas tienen esa magia propia de los libros que nos permiten acceder a un universo paralelo desde cualquier rincón de la tierra. Ya lo decía Borges: “uno no es lo que es por lo que escribe, sino por lo que ha leído”. Es en ese encuentro, en esa cita puntual con una historia, donde se ensanchan los límites de nuestro subconsciente, donde abandonamos nuestra rutina, cerramos con llave la puerta al tedio y damos paso a otra vida en la que casi siempre salen bien los aparentes encontronazos del destino entre dos personas. Engullimos a una velocidad vertiginosa cualquier historia de amor que nos despierte un mínimo de interés, porque intuimos el declive desde el inicio, pero confiamos de manera ciega en el final feliz, el clímax por excelencia del romanticismo.
Imaginamos un escenario con los detalles más minuciosos que a menudo pasamos por alto: cómo incide el sol sobre las sábanas blancas una mañana de domingo, ese desorden del cuarto propio de un escenario de un crimen plagado de restos de una noche imborrable, las copas de vino blanco ya caliente sobre la mesa, la ropa entremezclada de dos seres humanos como prueba infalible del disfrute y el sello de la misma como evidencia de que una historia que comienza o que culmina. En escasas líneas ya hemos construido ese lugar en nuestra mente con una facilidad admirable. Son las primeras páginas las que nos dan la llave para asomarnos a otras vidas en constante movimiento, vidas que chocan y moldean un relato de esos que ya nos tienen sumergidos antes acabar el primer párrafo.
Es cierto que el amor romántico tiene sus taritas. Está lleno de rotos y tópicos que hoy nos suenan a otra época pasada y ajena, por eso aparecen otras novelas dispuestas a sucumbir a este sentimiento universal a la par que intentan trasladar nuevos modelos relacionales, con problemas actuales y temáticas que nos atraviesan a todos, con sus miedos, inquietudes y desvaríos. Te recomendamos 8 novelas para que vuelvas a enamorarte de la lectura de la mano de una historia romántica.
El día que lo cambió todo
El libro perfecto para empezar con la colección de novelas de Kate Austen: Damas de Manhattan, donde hay lugar para el romance, el lujo y las traiciones.

Toda la verdad de mis mentiras
El libro de Elisabet Benabent narra una despedida de soltera en una autocaravana llena de amigos y un montón de secretos, entre ellos un amor inconfesable.

Gente normal
Sally Rooney teje una historia de amor de instituto que se ensancha en el tiempo y nunca parece terminar del todo.

Bodas de sangre
Federico García Lorca creó una de las historias de amor más leídas de todos los tiempos. Un clásico que debes tener siempre en tu mesita de noche.

Llámame por tu nombre
André Aciman escribió esta historia de amor que llegó hasta la gran pantalla dando vida al film homónimo protagonizado por Timothée Chalamet y Armie Hammer. Una novela de amor ambientada en 1983, en el norte de Italia.

Tú y yo, invencibles
Alice Kellen crea dos protagonistas plagados de diferencias, pero unidos por la música que dan paso a una de las historias más conmovedoras del momento.

Piso para dos
Una comedia romántica escrita por Beth O’Leary llena de humor en la que dos desconocidos, ambos escasos de dinero, deciden irse a vivir juntos para poder ahorrar.

Arrivederci amor
Roma es el escenario de esta novela romántica de Susana Rubio, la ciudad perfecta para que tres amigas se vayan de Erasmus y quizás una de ellas encuentre el amor.

Querida Mía
El libro de Sandra Ferrer es perfecto para aquellas que tienen ganas de encontrar el amor, aquellas que repiten patrones relacionales en bucle, que temen quedarse estancadas emocionalmente o que sienten que viven la soltería en continuo estado de espera. Una lectura que te enganchará desde las primeras hojas.
