No es exactamente un tema candente del que hablar, pero es un tema con el que todo el mundo tiene que lidiar: ¿después de cuánto tiempo hay que cambiar el edredón?

Muchas veces nos guiamos por las apariencias, pero no importa lo bonito que luzca tu funda nórdica, si después de un tiempo tendrás que decir adiós a esta ropa de cama. La investigación de la National Sleep Foundation muestra que muchas personas tiran las fundas nórdicas después de dos años. ¿Pero es este también el mejor momento? En resumen: sí.
Después de dos años, tu funda nórdica ha vivido sus mejores días. Otro factor importante es que si usas y lavas la funda con regularidad, las fibras pueden romperse y la ropa de cama comenzará a mostrar signos de desgaste. Aunque eso no significa que tengas que tirar tu ropa de cama al cabo de dos años por motivos de higiene. Sólo cuando se ven y se sienten desgastados es el momento de comprar ropa de cama nueva. Pero, ¿no está seguro de si desea o no comprar ese costoso edredón? Entonces es bueno saber que probablemente después de dos años ya no será tan hermoso.
En invierno es posible que quieras dormir más

El Instituto del sueño de Madrid, Chile y Panamá ha llegado a la conclusión de que en la temporada de más frío del año quieras dormir más, ya que durante el invierno experimentamos cambios de humor asociados a los cambios ambientales. Sin ser positivos, este efecto es más bien negativo y está relacionado con depresión invernal o trastorno afectivo estacional (TAE). Los síntomas son "pérdida de energía y la necesidad de dormir mucho más tiempo".
Otros factores que incitan a dormir más en invierno son los cambios de hora y horas de sol. Durante el invierno, las horas de luz se reducen. A media tarde empieza a oscurecer, y a las 20:00 horas ya es noche cerrada. Según este instituto, "esto favorece a que nuestro cuerpo segregue más melatonina, la llamada hormona del sueño, que es la que regula el ciclo del sueño y la vigilia. Debido a esto, en invierno te sentirás cansado antes y tendrás ganas de meterte en la cama a una hora más temprana".

Según algunos estudios, durante el invierno estamos más relajados porque el cortisol, la hormona del estrés, se reduce en los meses fríos. Dado que el cortisol afecta al ciclo del sueño y puede ser causante de insomnio, en invierno te sentirás más relajado y dormirás mejor.
En definitiva no podemos dejar pasar el momento de cambiar nuestro edredón ni funda nórdica y a veces hay que sacrificar la estética y las apariencias y poner por delante nuestra calidad de sueño y descanso.
Este artículo se publicó originalmente en Marie Claire Países Bajos. Traducción y adaptación: Paula Manso.