La felicidad es un tema que ocupa numerosas conversaciones. De hecho, ser feliz es el objetivo de la mayoría de personas (por no decir de todas), que conocen el valor de satisfacción vital. En Muy Interesante se han hecho del resultado de varios artículos científicos -al menos 62- que avalan una práctica muy sencilla como catalizadora de la felicidad.
Según destacan, la gratitud es una de las prácticas asociadas a la felicidad. En concreto, el medio anteriormente citado se hace eco de un metaanálisis publicado en 2021 que examinó 62 artículos científicos en los que participaron 26.427 personas (incluyendo niños, adolescentes y adultos) y que habla sobre la relación significativa entre la gratitud y la depresión.

De acuerdo con el análisis anterior, los individuos que experimentan más gratitud tienen niveles más bajos de depresión. Para trazar estos resultados, "los estudios fueron realizados por diferentes equipos de investigación, utilizando diferentes muestras, diferentes medidas y varios diseños de investigación correlacional", subrayan en Muy Interesante. Asimismo, señalan que los resultados no variaron significativamente en función de la edad de los participantes ni tampoco por el sexo.
En palabras de la RAE, la depresión en clave psicológica es un "síndrome caracterizado por una tristeza profunda y por la inhibición de las funciones psíquicas, a veces con trastornos neurovegetativos". De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, "a escala mundial, aproximadamente 280 millones de personas sufren depresión".

En Muy Interesante añaden que "las consecuencias funcionales de la depresión pueden ser físicas, sociales y laborales, e incluyen el deterioro de la capacidad de concentración y de toma de decisiones; en casos graves, los individuos no pueden atender sus necesidades básicas y pueden quedarse mudos o catatónicos. Además, las personas que sufren depresión presentan tasas más elevadas de desempleo, ruptura de relaciones, abandono de los estudios y hasta suicidio".
El psicólogo y escritor estadounidense Michael McCullough y su equipo definieron la gratitud en 2002 como "una tendencia a pensar o responder con aprecio por la amabilidad de los demás y las experiencias y resultados positivos obtenidos de ellos". Años más tarde, en 2010, otro equipo de investigadores añadió a la ecuación "la gratitud que proviene de centrarse de forma habitual en los aspectos positivos de la vida", que se conoce como enfoque de orientación vital.
Según afirman los investigadores del metaanálisis publicado en 2021, la gratitud se puede cultivar y practicar. Por ende, es algo que podemos incluir en nuestra rutina de forma paulatina. Dar las gracias por cada pequeña acción o agradecer las cosas buenas de nuestra vida nos pueden conducir a una mayor autoestima. Como explican los estudios, "las personas que tienen niveles más altos de gratitud muestran más optimismo, afecto positivo y satisfacción con la vida".