La ansiedad y el nerviosismo son sentimientos muy comunes, pero la mayoría de nosotros desearíamos no experimentarlos, o al menos, que no apareciesen de manera cotidiana.

La ansiedad puede estar relacionada con una predisposición genética, un trauma psicológico de la infancia o la química cerebral, pero ¿alguna vez has considerado que ciertos hábitos la empeoran?
Los efectos negativos pueden aparecer si no duermes suficiente, si tu vida es desordenada o si tomas mucho azúcar. Hábitos como estos aumentarán la ansiedad de cualquier persona, con o sin la presencia de un trastorno de ansiedad real.
Los hábitos son una herramienta muy útil si aparecen de forma correcta. Nuestros cerebros ponen en piloto automático acciones receptivas como encender el ordenador, cepillarnos los dientes y conducir al trabajo cada mañana para que podamos concentrarnos en nuevas situaciones que requieren decisiones, creatividad y soluciones, y eso es increíblemente útil.
Dilación
La dilación es una situación que no sabemos si empieza con estrés o si lo provoca. De cualquier manera, procrastinar significa posponer las tareas para otro momento debido al estrés y la presión , lo que a su vez aumentará aún más el estrés.
Como utilidad, tienes que detener este comportamiento en cualquier momento. Te damos unos tips para detectarlo y detenerlo:

- Haz una lista de obligaciones que sigues posponiendo. Haz uno de ellos inmediatamente y planifica el siguiente en poco tiempo o poco después de despertarte por la mañana. Repite este hábito hasta terminar la lista.
- Pon un despertador. Algunas personas trabajan mejor bajo presión. Usted tiene el control de la sensación de urgencia que se crea al configurar un cronómetro y darse una cantidad de tiempo limitada para completar una tarea.
- Superar la necesidad de perfección. El estrés de hacer las cosas bien a veces puede dificultar mucho el progreso. Cuando aceptas la idea de que el fracaso es parte del viaje, en lugar de su final, es posible que descubras que la procrastinación desaparece.
Evitar situaciones
Similar a la procrastinación es la evitación . Los expertos en psicología dicen que uno de los principales comportamientos que aumentan la ansiedad es ni siquiera intentar algo o evitarlo (hasta que finalmente empeora). Un factor muy grave en esto es la búsqueda de la perfección que mencionamos anteriormente.
“Esto es en realidad lo contrario de lo que la mayoría de la gente piensa. La ansiedad empeora cuando evitas la situación, el lugar o las personas que te causan ansiedad ", dice Jennifer Anders, psicóloga. "La evitación alimenta el ciclo del estrés y aumenta la respuesta hormonal que lo empeora".
Desorden
Las investigaciones científicas siguen relacionando los espacios desordenados, con muchos objetos, con la ansiedad, el nerviosismo y la depresión .
"El desorden crea estímulos innecesarios para el cerebro y aumenta los sentimientos de culpa, irritación o vergüenza cuando buscas las llaves en el caos del cajón de al lado de la puerta", afirma la psicóloga.
Quizás uno de los cambios más importantes que puedes hacer para reducir el desorden y el desorden en casa es reemplazar tu mentalidad de "consumidor" por la de "experimentador". Cambie su enfoque de gastar dinero y adquirir artículos a experimentar y conectarse con las personas. Pasa tiempo en la naturaleza y charla con tus seres queridos. Estas experiencias no cuestan nada, reducen el estrés y enriquecen su vida de una manera que el desorden nunca lo hará.
Al mismo tiempo, puedes planificar un programa de limpieza con pequeños movimientos diarios, que te ayudarán a mantener tu espacio ordenado.
Hábito alimenticios
Dicen que nuestro intestino es nuestro segundo cerebro, y si piensas en cuántas veces te duele el estómago cuando estás estresado, entonces no estarás haciendo ciencia mal. Nuestra dieta juega un papel muy importante en el equilibrio de las bacterias buenas y malas del intestino, lo que a su vez influye en cómo el juego cambia emociones como la depresión y la ansiedad.

Invierte en alimentos y comidas más saludables que prepares tú mismo en casa. No olvides beber mucha agua e hidratar tu cuerpo adecuadamente , así como una adecuada hidratación contribuye a nuestra mejor salud mental.
Pensamientos negativos
Quizás el hábito más difícil de combatir. Todos tenemos una voz interior que sirve como comentario constante sobre nuestras experiencias de momento a momento. Cuando estos mensajes son pesimistas y negativos, entonces sí, contribuirán a la ansiedad.
Para combatirlos, primero, empieza por reconocer todos los pensamientos que hay en tu mente . ¿Son negativos o positivos, útiles o perjudiciales? Intenta reemplazar estos pensamientos intencionalmente con afirmaciones positivas.
Al mismo tiempo, observe el vocabulario que utiliza, ya que los pensamientos que se convierten en palabras juegan un papel destructivo en nuestra psicología.
Este artículo se publicó originalmente en Marie Claire Grecia. Traducción y adaptación: Paula Manso.