Cómo saber si sufrimos un problema de salud mental, según la psicología

La salud mental está más en riesgo que nunca y protegerla es una de las mayores tareas que debemos enfrentar.
Cómo saber si sufrimos un problema de salud mental, según la psicología

Según la Encuesta Europea de la Salud en España, dos de cada diez personas han sentido aumentar su sensación de decaimiento y desinterés por las cosas durante la pandemia y, una de cada tres, cuenta con altos niveles de angustia. La salud mental está más en riesgo que nunca y protegerla conllevará perder el miedo y la vergüenza a pedir ayuda.

El trastorno de ansiedad fue reconocido en 1980 por la Asociación Psiquiátrica Americana. Con anterioridad a esa fecha, se hablaba de estrés o 'estar mal de los nervios' y se creía que solo afectaba a las mujeres. La investigación psicológica estaba centrada únicamente en la esquizofrenia (lo que llamaban locura) y no fue hasta los años 60 cuando también se dirige a abordar los estados de ánimo, especialmente la depresión (antes melancolía).

"Es el desconocimiento que tenemos sobre lo que ahora llamamos enfermedades mentales lo que ha hecho que durante muchos siglos su origen se haya atribuido a causas sobrenaturales. La ignorancia y el miedo propiciaron que quienes las padecían fueran tratados de manera irracional y en muchos casos inhumana", explica Teresa Muñoz del Toro, psicóloga del centro Tiban en Madrid. 

Así, Juana I de Castilla, 'la Loca', fue encerrada en el monasterio de Tordesillas por su melancolía y paranoias, y Virginia Woolf y Felipe V podrían haber sido diagnosticados hoy en día de trastorno bipolar. Afortunadamente, cada vez hablamos más de ello, empezando por los personajes públicos. El humorista Ángel Martín ha revelado en su libro 'Por si las voces vuelven' que sufrió un brote psicótico en 2017, posiblemente causado por su consumo de drogas.

Problemas que se enquistan y empeoran

La situación sociolaboral y económica actual, tan compleja, ha hecho aumentar el número de personas que sufren depresión o ansiedad, pero también están creciendo otras patologías que requieren de la ayuda de un profesional. 

"Cabe destacar el aumento alarmante de adolescentes con depresión, ansiedad o que se autolesionan. También han crecido los trastornos de conducta alimentaria, tanto en adultos como en jóvenes y niños, los TOC (trastorno obsesivo compulsivo) y las adicciones a sustancias, a las nuevas tecnologías, a las compras o al juego online", señala el doctor Pablo del Sol, psiquiatra infantil de la Unidad de Adolescentes del Hospital Universitario Puerta de Hierro Majadahonda (Madrid).

Existe un aumento alarmante de adolescentes con depresión - Foto de Michael Heise en Unsplash

Por su parte, Montse Alcañiz Rodríguez, psicóloga clínica adjunta del Hospital Universitario de La Princesa de Madrid, destaca un nuevo trastorno producto de la COVID-19: "Se encuentra a caballo entre la fobia a infectarse y el trastorno obsesivo compulsivo y conlleva evitar situaciones y actividades diversas". 

Además, la experta apunta que están atendiendo más trastornos de estrés postraumático relacionados con vivencias de exposición directa o indirecta a momentos muy duros que han ocurrido durante la pandemia. Por ejemplo, las personas que estuvieron ingresadas en los hospitales durante la primera ola, reviven situaciones muy traumáticas a través de imágenes o sueños.

Ansiedad y depresión, más común en ellas

Estos dos trastornos se dan mucho más frecuentemente en mujeres. En el caso de la depresión, casi el doble que en los hombres. ¿Y por qué ocurre esto si somos nosotras las que más facilidad tenemos para conectar con nuestras emociones y solicitar ayuda? Existen varios factores que pueden influir: nuestros cambios hormonales durante la pubertad, los problemas menstruales, el embarazo y la depresión postparto, la menopausia y nuestras circunstancias vitales.

A menudo, las madres trabajadoras llevan también todo el peso de la casa. Las llamadas tareas invisibles pueden conllevar grandes dosis de estrés (planificar los menús de la semana, estar pendiente de lo que piden en el colegio o la guardería de nuestros hijos, llevar la agenda de los cumpleaños a los que son invitados, gestionar sus extraescolares, recordar las revisiones con el pediatra).

Con el nido vacío, la situación de la mujer a veces tampoco mejora porque puede experimentar sentimientos de soledad o tiene que atender a sus padres mayores cuando empiezan a necesitar ayuda. Según la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), el 89 % de los cuidadores en España son mujeres, la mayoría cónyuges e hijas, con edades comprendidas entre los 45 y los 65 años.

Reconocer lo que me pasa

Existen varias señales de alarma que no debemos pasar por alto. Las primeras tienen que ver con nuestras rutinas diarias: cambios en los ritmos de sueño (el insomnio o, por el contrario, no tener fuerzas para salir de la cama) y en la alimentación (pérdida de apetito o comer de forma descontrolada).

Otro indicativo puede venir de nuestros amigos y familiares: si nos notan, o nos vemos nosotros mismos, más irritables e irascibles ante cualquier roce o desencuentro. Por último, "buscar la soledad cada vez durante más tiempo, sentir que no disfrutamos como antes de nuestras aficiones o experimentar con mayor frecuencia la falta de aire o episodios de llanto descontrolado son señales que no deben desatenderse", advierte el doctor Del Sol.

"Un buen profesional, sea psicólogo o psiquiatra, puede hacer una evaluación sobre el caso y, si es preciso, derivarlo a otro especialista", explica Alcañiz. Los médicos de Atención Primaria hacen una labor fundamental a la hora de detectar y, muchas veces, tratar trastornos de salud mental. 

"Ellos son el filtro para que los casos leves se aborden en los centros de salud y no se sature la atención especializada. Además, desde hace un tiempo, hay psicólogos en estos centros que llevan a cabo programas grupales con buenos resultados en pacientes con trastornos leves", señala la psicóloga.

Un buen profesional, sea psicólogo o psiquiatra, puede hacer una evaluación sobre nuestra salud mental - Freepik

No obstante, si se decide ir a una consulta privada, es importante informarse bien sobre la cualificación del profesional. Respecto a los psiquiatras, son médicos que tienen la capacidad de prescribir medicación en caso de que sea necesario. Sin embargo, dependiendo de su formación, pueden estar capacitados para realizar un tratamiento psicoterapéutico sin necesidad de emplear fármacos.

Recomendamos en