Cómo reconocer los primeros síntomas de la ansiedad: seis señales clave según una psicóloga experta

Cara a cara con la ansiedad: qué tipos hay, seis síntomas y qué hacer para afrontarla según una psicóloga especialista en bienestar emocional.
ansiedad sintomas, tipos y soluciones

Palpitaciones, dificultad para respirar, nerviosismo, inseguridad… ¿te suena? Tranquila, no estás sola. Muchas personas hemos sufrido ansiedad en algún momento de nuestra vida, pero no siempre supimos ponerle nombre, ni siquiera reconocer qué nos estaba sucediendo y mucho menos cómo detenerlo. Por eso hoy, de la mano de Montse Cazcarra, psicóloga especialista en autoestima, relaciones seguras y bienestar emocional, nos acercamos a este trastorno de salud mental que afecta a más de 300 millones de personas en todo el mundo según la OMS.

Cara a cara con la ansiedad. - Foto de Alexei Maridashvili en Unsplash

Qué es la ansiedad

La ansiedad no tiene una única cara, a pesar de compartir nombre. Tampoco idénticos niveles de intensidad ni el mismo impacto en la vida de las personas que la sufren. Montse Cazcarra nos aclara que, primeramente, cuando hablamos de ansiedad se trata de “una reacción del cuerpo producida por una activación del sistema nervioso que se traduce en cambios tanto a nivel psicofisiológico como cognitivo y emocional, que funciona como una alarma y que se describe como sensaciones de miedo o inquietud”.

La ansiedad funciona como una alarma. - Foto de Angelica Reyes en Unsplash

Personalmente, nunca había caído en la cuenta de que se trataba de un chivato de aviso o, como explica la experta: “una respuesta del cuerpo que nos pone en alerta, que sucede como resultado de la detección de situaciones o estímulos amenazantes, y que nos invita a actuar; por lo que podríamos decir que nos prepara para actuar y, así, protegernos”. De ahí que sea importante distinguir entre experimentar ansiedad de forma puntual o sistemática, así como diferenciar la ansiedad funcional de la limitante.

Se puede experimentar ansiedad de forma puntual o ansiedad de forma sistemática, así como ansiedad funcional o ansiedad limitante. - Getty Images

Cuáles son los primeros síntomas de la ansiedad: seis señales clave

Llegadas a este punto, preguntamos a la especialista por esos primeros síntomas que suelen manifestarse cuando padecemos ansiedad y cómo poder identificarlos. Eso sí, antes de nada nos informa de un importante matiz: la diferencia entre la ansiedad puntual y la sistemática.

“Una cosa es experimentar ansiedad de forma puntual y reactiva, como consecuencia de un estímulo que puede suponer un sobreesfuerzo a nivel emocional, o una situación para la que no nos sentimos preparados; y otra cosa es experimentar ansiedad de forma sistemática, incluso en situaciones para las que estamos preparados y no son, objetivamente, una amenaza” explica. Ahora bien, en ambos casos, suelen experimentarse estos seis síntomas:

  • Aumento del ritmo cardíaco.
  • Respiración acelerada.
  • Sudoración.
  • Estado de nerviosismo y agitación.
  • Sensación de peligro inminente.
  • Dificultad para concentrarnos o tomar decisiones.
Las seis señales clave para detectar la ansiedad. - Foto de Joice Kelly en Unsplash

Ansiedad funcional y ansiedad limitante: ¿cuál es la diferencia?

“En consulta escucho a menudo ‘no quiero sentirme así’, refiriéndose a ‘no quiero sentir ansiedad’. Claro, la ansiedad es muy molesta” revela la psicóloga. Pero nos ha sorprendido con un importante matiz, el que diferencia la ansiedad funcional de la que resulta limitante. Porque no, aunque en algún momento pudiésemos creerlo, ni son lo mismo ni las dos son negativas.

Qué es la ansiedad funcional

Cuando hablamos de ansiedad funcional, nos referimos a “aquella reacción que, a pesar de incómoda es saludable teniendo en cuenta la naturaleza amenazante de la situación en la que nos encontramos” explica la experta. A lo que añade un punto aclaratorio: “Dicho de otra forma: quizá, experimentar ansiedad es lo esperable, incluso deseable, aunque resulte incómodo, si nos encontramos en una situación que resulta una amenaza para nuestro bienestar emocional”.

Como ejemplo, Cazcarra menciona circunstancias de trabajo desbordantes o de exigencia demasiado elevada, demandas inasumibles… en las que es normal experimentar ansiedad. “¿Por qué? Porque nos estamos pidiendo más de lo que nuestro cuerpo, naturalmente, puede ofrecer. En este caso, la ansiedad, aunque nos pese porque no nos permite satisfacer las demandas del ambiente (de nuestro trabajo, en este caso), funciona como una alarma que nos dice que algo no va bien”.

La ansiedad funcional puede ser incómoda, pero no perjudicial. - Foto de Michael Heise en Unsplash

Lo mismo sucede en el ámbito personal cuando hablamos de “relaciones no seguras; ya sea a nivel de pareja, amistades o familiares”, incide la psicóloga. “Los vínculos no seguros ponen en jaque nuestra seguridad percibida. Y con razón: quizá nos encontramos ante alguien que no nos respeta, o que trasgrede nuestros límites de forma sistemática, o que nos demanda más de lo que podemos ofrecer (haciendo que nos dejemos de lado), o que no nos ofrece el mínimo de lo mínimo para que el vínculo preserve, cuanto menos, nuestro bienestar” detalla.

En estos casos no debemos asustarnos porque la reacción de nuestro cuerpo sea esa, a pesar de que sea muy molesta porque, como aclara Montse Cazcarra, “dependiendo de la situación en la que nos encontremos, quizá ‘toca’ sentirnos así; de lo contrario le estaríamos pidiendo a nuestro cuerpo que se acostumbre a vivir en una situación no segura, y eso sería poner en riesgo nuestro bienestar”.

Los peligros de la ansiedad limitante. - Foto de Jonatan Becerra en Unsplash

Acerca de la ansiedad limitante

Por otra parte, la ansiedad limitante se experimenta “ante situaciones que se perciben como peligrosas y amenazantes cuando, en realidad, no son; o aquella que se experimenta de manera sistemática, en muchas situaciones de nuestro día no necesariamente amenazantes y que interfiere de forma significativa en nuestro día a día”.

Por lo tanto, hablaríamos de una ansiedad paralizante que afecta negativamente a nuestra vida diaria, impidiendo que realicemos con normalidad determinadas actividades, nos relacionemos socialmente o que podamos disfrutar de una buena calidad de vida a pesar de que aquello que nos lo impide no es en realidad una amenaza.

Si sufro ansiedad, ¿cómo tengo que actuar? - Foto de Nik Shuliahin en Unsplash

Sufro ansiedad: qué debo hacer ahora

Si sufro ansiedad, ¿cómo tengo que actuar? ¿Qué debo hacer para dejar de sentirme así? Si esta es precisamente la pregunta que te estás haciendo ahora mismo, te diremos que, según la especialista, se puede trabajar en dos niveles distintos.

Montse Cazcarra diferencia “uno dirigido a disminuir la activación fisiológica como, por ejemplo, a través de la práctica de técnicas de visualización o técnicas basadas en la respiración diafragmática. Y, por otro lado, sería interesante explorar cuáles son las situaciones y los estímulos que se encuentran en el origen de la ansiedad”.

Las técnicas de visualización o las técnicas basadas en la respiración diafragmática pueden resultar positivas. - Getty Images

En el segundo de los casos, “es posible que el trabajo pase por poner límites, por tomar decisiones incómodas o, incluso, por trabajar en situaciones del pasado que, aunque no siempre seamos conscientes, están teniendo un efecto en el presente a través de situaciones y estímulos que funcionan como disparadores emocionales, para integrar experiencias emocionales traumáticas” concluye la especialista.

Una terapeuta o profesional de la salud mental será la persona adecuada para evaluar la situación, proporcionar un diagnóstico y recomendarnos un tratamiento individualizado y adecuado para abordar nuestra ansiedad y así recuperar poco a poco nuestro bienestar emocional y calidad de vida.

Recomendamos en

Ansiedad y depresión las dos pandemias emocionales del siglo XXI

Ansiedad y depresión: cómo reconocer los síntomas y cuándo pedir ayuda

Ansiedad y depresión podrían ser consideradas las dos grandes epidemias emocionales de nuestro tiempo. Desde finales de 2019 hasta hoy, hemos vivido realidades que si nos las hubieran descrito sólo un año antes hubiéramos pensado que se trataba de un magnífico guion cinematográfico. Y hemos pasado de uno a otro, sin apenas tiempo de recuperarnos. 
  • Dolors Marco Jiménez
  • María López-Ibor Alcocer