'Cruella': 10 curiosidades de la última y más salvaje película de Disney

Emma Stone y Emma Thompson protagonizan uno de los estrenos más esperados de 2021 que cuenta la historia de origen de la villana mejor vestida del cine.
'Cruella': 10 curiosidades de la última y más salvaje película de Disney

"Te voy a dar un consejo: no permitas que te importen los demás. Todos los demás son obstáculos". El tráiler de Cruella comienza con esta declaración de intenciones mientras vemos a Estella - el personaje de origen que después se convertirá en la famosa villana -, limpiando a mano los suelos de un cuarto de baño. "Si te importa lo que quiera o sienta un obstáculo, estás muerta", remata la voz en off. Quien imparte estas 'lecciones de vida' no es Cruella de Vil, sino la baronesa von Hellman, la figura que consigue que Estella acabe abrazando finalmente su verdadero yo destructor.

Resulta que el sueño de Estella es triunfar en el mundo de la moda y la baronesa von Hellman es la figura más importante de la industria británica. Para conseguir su objetivo, Estella debe conquistarla a ella primero, y así es como la moda se convierte en el contexto elegido por el director Craig Gillespie para narrar el origen de la villana mejor vestida de Disney. La ciudad de Londres en los convulsos años 70 pone el resto como el escenario perfecto para explicar el nacimiento del punk de la mano de un personaje totalmente irreverente que pretende acabar con los vestigios de la alta costura que continua triunfando entre las clases poderosas, así como todo lo que esto representa.

Estella demuestra que no debe ser subestimada: no ve a la baronesa como a una aliada, ni como un ser superior, sino precisamente como el principal 'obstáculo' que debe salvar. La rivalidad entre ambas será la que alimente su metamorfosis en un álter ego bastante trastornado que dice ¡basta! a reprimir constantemente su naturaleza inconformista. Con este 'hasta aquí hemos llegado' de Estella nace Cruella, Cruella de Vil, y comienza la mejor sesión de cine y moda en la gran pantalla de 2021.

Craig Gillespie, cineasta que firma este último proyecto de acción real de la factoría Disney, se compromete con la humanización de otra villana a partir de la narración de su origen tras Yo, Tonya, la película de 2017 basada en hechos reales y ganadora de un premio Oscar en la que Margot Robbie se metió en la piel de la patinadora profesional Tonya Harding, heroína de Estados Unidos caída en desgracia al verse envuelta, por culpa de su exmarido, en un ataque violento que sacó de la competición a su principal rival.

Dos 'Emmas', Stone y Thompson, interpretan en esta ocasión a las dos antagonistas sin buenas intenciones. La espera ha terminado: el resultado puede verse desde hoy mismo en el cine y también en Disney+. Para ir abriendo boca, recopilamos los detalles más curiosos de esta película que celebra a una de las 'malas' más famosas y mejor vestidas del cine.

El director Craig Gillespie decidió no ver las películas de Glenn Close

¿El motivo? Asegurarse de crear algo totalmente nuevo. Gillespie tomó la decisión de ignorar las películas de acción real anteriores protagonizadas por esta villana con el objetivo de sorprender totalmente a la audiencia. De ahí que el contexto se sitúe en gran medida en el mundo de la moda - de hecho, se relaciona a la protagonista con la invención de algo muy concreto: el estilo punk - y que Cruella prescinda de cualquier tipo de 'magia' que pueda recordar a las películas previas de Disney.

¿Dónde está Anita Darling?

Cruella también rompe con la película animada de 1961 al obviar que Cruella de Vil es una malvada compañera de colegio de Anita Darling, protagonista de las historias anteriores junto a su pareja Roger y dueña de la dálmata Perdita.

El gran reto de Jenny Beavan, diseñadora de vestuario

El objetivo de Cruella de Vil antes de convertirse en villana es triunfar en el mundo de la moda. Sin embargo, para conseguirlo primero debe conquistar a la gran dama de la industria: la baronesa von Hellman (Emma Thompson). Entre ambas se produce un duelo de estilos que enfrenta a una Cruella, mujer hecha a sí misma que representa el estilo de Vivienne Westwood, icónica diseñadora de la escena punk de Londres en los 70; y, del otro lado del ring, a una baronesa que sigue adoptando los patrones de los diseños de alta costura de Christian Dior y que se ve amenazada por las nuevas generaciones que llegan pisando fuerte con ideas mucho más rompedoras.El gran reto de Jenny Beavan, por tanto, consiste en bordar el vestuario de estos personajes, sin eclipsar a la historia: la del nacimiento de una villana de Disney a la que ya conocemos por ser capaz de matar a cachorros de dálmata con tal de hacerse un abrigo.

Los diseños de Cruella de Vil también tienen mucho de Catwoman, John Galliano y Alexander McQueen

A esta villana también le gusta vestirse íntegramente de cuero negro y crear vestidos a partir de periódicos o inspirándose en prendas y materiales que otros desechan. Una gran parte del trabajo de Jenny Beavan consistió en recorrer tiendas y mercadillos vintage de Londres , Los Ángeles y Nueva York para encontrar prendas originales de los 70.

Emma Stone interpreta a una Cruella de Vil con más conciencia social y animal

En la actualidad, el debate de la industria de la moda en torno a las pieles se centra en acabar con la crueldad animal y en si su obtención es más o menos respetuosa con el medio ambiente que sus alternativas veganas. Sin embargo, los derechos de los animales no eran un tema habitual de la conversación cuando se estrenó la película animada 101 dálmatas en 1961. En esta nueva versión de 2021, Cruella de Vil no demuestra una especial obsesión por las pieles de los animales, cortando también con el principal 'capricho' de la diseñadora a la que interpretara Glenn Close en 101 dálmatas (¡Más vivos que nunca!, 1996) y 102 dálmatas (2000).

Puede que 'Cruella' te recuerde a 'El diablo viste de Prada' y no vas desencaminada

Y no solo por su increíble vestuario o porque gran parte de su trama esté relacionada con el mundo de la moda, sino también porque detrás de la reinvención de esta historia se encuentra Aline Brosh McKenna, responsable de adaptar el best-seller de Lauren Weisberger a la gran pantalla.En Cruella la baronesa von Hellman es la figura más respetada del mundo de la moda, al igual que Miranda Priestly (Meryl Streep) en El diablo viste de Prada, y Estella - antes de ser Cruella - ofrece un paralelismo con Andrea Sachs (Anne Hathaway), talentosa profesional en busca de su propósito en la vida y a las órdenes de una persona tóxica.

El personaje de Artie es la nueva apuesta de Disney por la inclusión y la diversidad

Interpretado por Jon McCrea, Artie es el dueño de una tienda de ropa de segunda mano que se hace amigo de Estela gracias a que ambos comparten su amor por la moda. Aunque no vemos a Artie enamorarse en la película, este personaje se distingue de otros intentos de representación LGTBQ+ de Disney porque tiene un papel recurrente en la trama.

El elemento más característico del look de belleza de Cruella de Vil

En el maquillaje de Emma Stone hay un motivo recurrente que aparece también en muchos de sus diseños: el graffiti. El mensaje The Future que utiliza a modo de antifaz emplea la misma fuente que la portada del álbum Never mind the bollocks (1977) de los Sex Pistols. Esta referencia punk forma parte de uno de los conceptos principales que sobrevuela toda la película: ser capaz de convertirte en quien realmente quieres ser, a través de la confianza en ti misma. Al fin y al cabo, la belleza está muy relacionada con sentirse cómoda en la propia piel.

A pesar de que el origen de Cruella de Vil es inglés, ninguna de las actrices que la han interpretado lo son

Cruella de Vil nunca ha sido interpretada por una actriz británica en ninguna de las películas de acción real que ha protagonizado: Emma Stone es de Arizona y Glenn Close nació en Connecticut (Estados Unidos).

¿Quién más podría haber interpretado a la baronesa?

La lista de estrellas es bastante larga: Nicole Kidman, Charlize Theron, Julianne Moore y Demi Moore compitieron por este papel con Emma Thompson, la única británica de todas ellas.