Las rupturas son difíciles de superar parece protagonizar cada momento y de aprender quiénes somos cuando estamos solos.
Al mismo tiempo, una ruptura nos lleva a tener más tiempo para dedicarnos a nosotros mismos que antes ocupábamos con planes en pareja. No hay mal que por bien no venga. En primera instancia puede parecernos demasiado tiempo. En última, un tiempo precioso para cuidarnos y para emplear en actividades que antes podíamos posponer sine die.
Aunque cada ruptura se sienta como algo irremediablemente personal, lo cierto es que es una experiencia universal por la que todos los seres humanos acabamos pasando en uno u otro momento. Y si algo hemos aprendido de ello, aunque cada separación puede sentirse tan intensamente como si fuera la primera vez que nos enfrentamos a ella, es que el tiempo acaba suavizando los daños y calmando las heridas hasta que nos recuperamos y volvemos a sentirnos nosotros mismos.
La historia de la literatura ha dado buena cuenta de este proceso y de los sentimientos que lo protagonizan, así como de las fases del duelo que se atraviesan en este angustioso camino. Estas historias se han contado en clave de comedia, para demostrar que el tiempo es el mejor bálsamo que lo pone todo en perspectiva; también en forma de desgarrador drama para no subestimar la dificultad que entrañan las etapas que se deben superar antes de alcanzar el renacer personal, y también se han contado en primera persona, probando que el proceso de recoger las piezas y recomponer un corazón roto es algo con lo que podemos empatizar muy fácilmente.
Teniendo en cuenta todos estos interesantes puntos de vista, hemos recuperado una lista de ensayos y novelas que se basan en esta experiencia y que nos pueden ayudar a relativizar el bache mientras escapamos de la realidad, a aprender más sobre la naturaleza humana y a encontrar una guía para recuperar la estabilidad emocional.
Mi año de descanso y relajación
Desde su lanzamiento se ha hecho especial hincapié en que la de Ottessa Moshfegh es 'Una novela sobre la falta de ganas de levantarse de la cama'. En ella, la narradora de esta historia decide encerrarse durante un año, el 2000, en su piso de Manhattan, para dedicarse a ver películas de Whoopi Goldberg y Harrison Ford. Asistida por una buena cantidad de fármacos y prescindiendo de todo vínculo humano, la protagonista se plantea si lo que de verdad quiere es sobrellevar la vida - ya que ha descubierto que su estrategia funciona - o verdaderamente vivirla a pesar de las cicatrices que esta implica.

Se acabó el pastel
Norah Ephron - periodista, guionista y directora de películas como Algo para recordar, Tienes un e-mail y Julie y Julia - cuenta en esta 'novela en clave', y de forma cómica, el naufragio de un matrimonio aparentemente perfecto, que tiene muchas similitudes con el suyo con Carl Bernstein, uno de los famosos reporteros que destaparon el Caso Watergate. Publicado en 1984, Se acabó el pastel pronto se convirtió en best seller en Estados Unidos y fue adaptado a la gran pantalla con Meryl Streep y Jack Nicholson como protagonistas.

Alta fidelidad
En esta historia de ruptura contada desde un punto de vista masculino, Nick Hornby reivindica que no solo las mujeres son quienes repiten el patrón de Bridget Jones cuando sufren un desengaño amoroso - acampando en su salón, en pijama y con un litro de helado en cada mano -, a través de la figura de un aficionado a la música que decide elaborar un Top 5 de sus rupturas más dolorosas.

Come, reza, ama
Elizabeth Gilbert relata cómo después de una crisis personal, la autora decide emprender un largo viaje para empezar de nuevo. Italia, India e Indonesia serán los tres destinos elegidos para esta 'puesta a punto' emocional.

Un matrimonio americano
O cómo enfrentarse a una ruptura aunque todavía estés casada y no se haya producido ningún incidente para tomar la decisión contraria. Novelón.

Despojos: sobre el matrimonio y la separación
Esta novela de Rachel Cusk pertenece a una trilogía que se enfrenta de cara al divorcio y a sus secuelas. En concreto, Despojos se basa en la experiencia de su autora, en cómo su vida se vino abajo tras su divorcio del fotógrafo Adrian Clarke y cómo consiguió recomponerla.

Uno siempre cambia al amor de su vida (por otro amor o por otra vida)
Cuando te rompen el corazón puede parecer que es el fin del mundo, pero en realidad no lo es. Nada más lejos de la realidad. Aunque cueste mucho verlo y en ese preciso momento la idea no nos parezca para nada seductora, lo cierto es que supone una oportunidad para comenzar algo nuevo. Y esto puede significar un nuevo amor o una nueva vida.

Fleishman está en apuros
Toby Fleishman creyó saber qué podía esperar cuando él y su mujer se separasen: fines de semana y vacaciones alternas con los niños, momentos de tensión esporádicos para negociar miles de cosas y la necesidad de construirse una nueva vida que poco iba a parecerse a la conyugal (esto es lo que más claro tenía de todo, la verdad). Con lo que no contaba de ninguna de las maneras es que un día, Rachel, su ex, le iba a dejar a los niños en casa para no volver jamás.

Tan poca vida
Jude, Willem, JB y Malcom son cuatro amigos que se conocen en la universidad y cuyas vidas se entrelazan a lo largo de sus veintitantos hasta la cuarentena. A través de sus casi mil páginas, las historias de sus relaciones y su evolución personal te acabará atrapando, obligándote a no pensar en nada más, y ayudándote a comprender que una ruptura, aunque duela hasta el alma, no es lo peor que nos puede pasar en la vida.

Claire se queda sola
Marian Keyes aplica el principio de la 'ley de Murphy' - que dice que 'Si algo malo puede pasar, pasará' - en la vida de su protagonista, Claire Walsh: justo en el día que da a luz a su primer hijo, le abandona su marido. ¿Se mete Claire debajo del edredón y se niega a salir? Solo un poco. Después resurge de sus cenizas cual ave fénix.
