Tacones sin dolor: di adiós a las rozaduras en tus pies

¿Para presumir hay que sufrir? Desmontamos el mito de que los zapatos de tacón tienen que ser mortales y te contamos cómo puedes lucirlos cómodamente.

Autor: Marie Claire

Sandalias, cuñas, tacones de vértigo, peep toes... Entre los zapatos que nos enamoran temporada tras temporada, los tacones tienen un hueco permanente en nuestro corazón. Eso sí, las rozaduras, heridas y posibles ampollas que algunos llegan a causarnos –otros hacen que caminemos como si fuéramos sobre algodón, hay que reconocerlo- pueden estropearnos el idílico romance con ellos.

El problema se acentúa sobre todo en verano, una época en la que el calor y la humedad juegan a la ruleta rusa con nuestros pies y puede pasarnos cualquier cosa, aunque los zapatos sean los de mejor calidad del mundo. Lo mismo los llevamos sin problema como nuestros pies acaban cubiertos de apósitos. Es cuestión de suerte... O no.

Prepara tu mente (y tus pies) destierra tus prejuicios y lee atentamente unos valiosísimos consejos para preparar tanto nuestros pies como nuestros zapatos para no sufrir y salir airosas cuando decidamos apostar por esos tacones que tanto nos gustan.

¿Quieres poder bailar con ellos hasta el amanecer en tus noches de verano? Toma nota de lo que te contamos y no te bajes de tus tacones favoritos hasta que tú quieras, no hasta que el dolor te obligue.

rozaduras

1. Hidrata bien tus pies. ¡Esto es lo más importante! Una crema hidratante ligera aplicada a diario en tus pies preparará la piel de la zona, haciendo que se vuelva más elástica y resistente, y evitando así la aparición de grietas en los talones.

2. Cuidado con las costuras de los zapatos. Muchas veces ellas son las culpables de la aparición de las rozaduras. ¿Un truco para evitarlo? Aplicar crema hidratante o vaselina sobre dichas costuras días antes de ponértelos para conseguir que se reblandezcan. Eso sí, solo si el zapato es de piel.

3. Más vale prevenir que curar. Prepara las zonas del pie en las que creas que el zapato puede hacerte daño con mayor presión aplicando sobre ellas vaselina unos días antes de ponértelos.

4. Trucos caseros. Si no has preparado tus pies con antelación, prueba a meter los zapatos en una bolsa de plástico en el congelador durante dos horas; nada más sacarlos, aprovecha la humedad adquirida y póntelos para adaptarlos a tu horma. También puedes probar a rociar con alcohol un papel de periódico e introducirlo dentro del zapato. El resultado te sorprenderá.

Los trucos que necesitas

Tacones - Instagram: @andotherstories

5. Pinkies. Si el zapato es cerrado, apuesta por ellos para que te protejan de los roces.

6. Camina con ellos por casa días antes. Así irán cogiendo la forma de tu pie. También puedes ponerte unos calcetines para darlos de sí y acelerar el proceso de adaptación.

7. Plantillas de silicona. Pueden ayudar a evitar rozaduras en la planta del pie, pero no en la zona del talón y y los dedos. Para estas zonas, apuesta por apósitos especiales para ellas... ¡Larga vida al Compeed!

8. Sprays especiales. Podemos recurrir a a ellos, y los encontramos en algunas zapaterías y farmacias. Sirven para ablandar el interior de los zapatos y adaptarlos a cada pie. Para un mejor resultado, se recomienda caminar con ellos durante media hora con calcetines tras aplicarlo.

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