Los sujetadores adhesivos son uno de nuestros mejores aliados cuando hablamos de espaldas descubiertas o escotes imposibles. Al ir solo en la parte delantera e incluso poder ponerse de varias maneras (podemos usarlos tanto unidos para un efecto push up como por separado), las posibilidades a la hora de llevar vestidos y tops que nos ofrecen son incalculables.
No obstante, enemigos del sudor y la suciedad, son un accesorio de nuestro armario bastante "frágil" que sino cuidamos como debemos pueden durarnos poco. Las reglas generales de su mantenimiento son bastante fáciles: lavarlas con agua tibia después de usarlas y guardarlas con el plástico para evitar que se contaminen con polvo o cualquier otro tipo de residuos.
Pero claro como suele decirse, del dicho al hecho hay un trecho, y aunque la teoría la tenemos más que clara, la realidad es que la práctica muchas veces se nos complica. Pueden pasarnos mil cosas, desde que se nos caigan al suelo hasta que se manchen con cualquier líquido o que se nos queden trozos de plástico pegados en él.
Entre eso o que simplemente sintamos que ya no pegan tan bien como antes, puede hacer que los tiremos porque sintamos que ya no valen. Pues bien, hoy hemos aprendido un truco para limpiarlos a fondo cuando alguna de estas cosas pase, alargando su vida útil más allá de darnos por vencidas.
Lo mejor es que para limpiarlos y recuperar su adhesión no necesitamos ningún producto especializado, sino que con tener quitaesmaltes por casa es suficiente. Y es que solo tendremos que mojar bien un algodón en quitaesmaltes y limpiar concienzudamente las copas del sujetador de silicona.
Una vez hecho esto dejamos secar y... ¡listo! Nuestro sujetador recuperará el poder adhesivo que tenía antes de que lo usásemos o que lo manchásemos. Fácil y sencillo.
