La Semana de la Moda de París dedicada la próxima primavera-verano 2024 cierra las puertas hoy. Tras las aclamadas propuestas de Dior (una carta de amor a las mujeres más poderosas de la historia), Valentino (una de las mejores colecciones de Pierpaolo Piccioli) o Stella McCartney (que ha colocado su rostro en uno de sus bolsos), Chanel ha sido el gran nombre de esta mañana, junto a otras firmas tan queridas como Miu Miu.
El show, que ha tenido lugar en el emblemático Grand Palais Éphémère de París, ha reunido a rostros amigos de la maison como Penélope Cruz, Emilia Clarke, Camila Morrone, Brie Larson, Cecile Cassel o Carlota Casiraghi. Sin lugar a dudas, la presencia de la princesa Carolina de Mónaco y Stéfano Casiraghi ha captado todos los flashes de los fotógrafos convocados.

Casiraghi es cara de ver, pero cuando aparece en público, su look siempre está a la altura de lo esperado. Además, la monegasca personifica, a la perfección, el ADN histórico de Chanel que dibuja prendas para una mujer clásica y moderna al mismo tiempo. Un sello latente desde el nacimiento de la firma allá por el año 1910.

En esta ocasión, la nieta de Raniero III de Mónaco y de Grace Kelly ha posado ante las cámaras con un traje de chaqueta y pantalón firmado por la casa francesa. Casiraghi es fanática de las icónicas chaquetas de tweed de la maison y lo ha demostrado una vez más. Respecto a la elección cromática, el azul marino ha ganado la batalla y se sitúa como uno de los colores más potentes para este otoño-invierno y para el próximo 2024.
Como truco de estilo que podemos adoptar fácilmente del estilismo de Casiraghi, el blanco es el color que mejor acompaña al azul marino. Así lo vemos en los complementos seleccionados por la royal, un bolso de mano acolchado y unas sandalias blancas, ambas piezas firmadas también por la marca francesa.