Hace casi dos meses Dior presentó su colección Fall 2024 en Nueva York y ahora ha escogido Escocia para su desfile Crucero 2025. La relación entre Dior y Escocia tiene varias facetas, en gran medida influenciadas por el impacto cultural y la tradición escocesas en las creaciones de la casa Dior.
En 1955, Christian Dior realizó un evento destacado en Escocia que ha quedado en la historia de la moda: presentó una colección de alta costura en Perthshire. Este evento es significativo por varias razones (Dior mostró su apreciación por la cultura y la historia escocesas; la presentación incluyó elementos inspirados en la vestimenta tradicional escocesa, como el uso del tartán y la incorporación de tejidos típicos de la región). Asimismo, el desfile de este año hace eco a la historia de la casa.
Así ha sido el desfile Crucero 2025 de Dior en Escocia
Uno de los elementos más icónicos de Escocia es el tartán, un patrón de cuadros que tiene profundas raíces en la historia y la cultura escocesa. Dior ha incorporado este motivo en diversas colecciones a lo largo de los años, también en este desfile, reinterpretando el tartán en sus propias creaciones y adaptándolo a la alta costura y la moda contemporánea. De hecho, una de las primeras y más notables inclusiones del tartán en los diseños de Dior fue en la colección de otoño-invierno de 1950, llamada New Look. Dior presentó abrigos y trajes de tartán, destacando el tejido escocés en sus siluetas clásicas y femeninas.
Maria Grazia Chiuri, directora creativa de Dior desde 2016, ha continuado y evolucionado la tradición de la casa de moda de incorporar el tartán en sus colecciones. La diseñadora es conocida por fusionar estilos históricos y contemporáneos, creando piezas que son tanto modernas como atemporales. En los desfiles Crucero, ha experimentado con siluetas tradicionales, telas lujosas y técnicas artesanales para crear colecciones únicas que resuenan a nivel global. Ahora el icónico motivo viste trajes y vestidos pero también calcetines altos, en casi todas las siluetas. Chiuri ha sabido reinterpretar el tartán no solo desde una perspectiva clásica, sino también incorporando elementos de la estética punk y rebelde. Esto es evidente en el uso del tartán en combinación con accesorios de cuero, botas robustas y otros elementos que evocan una sensación de rebeldía y empoderamiento.
Los estilismos combinan elementos contrastantes, incorporando diversas texturas de terciopelo y encaje que visten al ecuestre contemporáneo. Algunas siluetas presentan mangas exageradamente anchas que, en las camisas blancas, se exhiben bajo pequeños vestidos con faldas fruncidas y corpiños resplandecientes de bordados.
El unicornio y el cardo, ambos emblemas de Escocia, ofrecen una interpretación única de los Millefleurs (este patrón tiene sus raíces en la tradición de las tapicerías medievales, donde se utilizaban para crear fondos llenos de vida y detalles; Chiuri lo ha reinterpretado, actualizándolo para la moda contemporánea). Una vez más, vemos siluetas que evocan fuerza y protección, que simbolizan la resiliencia y el poder de las mujeres.
Maria Grazia Chiuri ha desempeñado un papel crucial en la evolución de los desfiles Crucero de Dior desde que se convirtió en directora creativa en 2016. Estas colecciones bajo su dirección han sido notables por su enfoque en la narrativa, la cultura y la inclusión. Las localizaciones que escoge no solo proporcionan un telón de fondo impresionante, sino que también enriquecen la narrativa de cada colección, conectando la moda con la historia y la cultura local. Chiuri también siempre integra elementos de las culturas locales, ya sea a través de colaboraciones con artesanos locales o mediante la inclusión de motivos y técnicas tradicionales en los diseños. Esto no solo celebra la diversidad cultural, sino que también destaca la importancia de la artesanía.