Recién llegada de la Semana de la Moda de París, Greta Fernández (Barcelona, 1995) atiende con simpatía al otro lado del teléfono. Nacida en el seno de una familia marcada por la cultura –su padre es el actor Eduard Fernández y su madre la escritora Esmeralda Berbel–, ha encontrado en la interpretación un espacio de juego y reinvención constante, un territorio donde dar forma a personajes con la misma naturalidad con la que, de niña, elegía sus prendas. La moda, para ella, sigue siendo ese juego: un lenguaje con el que expresarse más allá de la pantalla, y que conecta con firmas como Dior, con la que comparte una visión de la elegancia atemporal y sin artificios. Ahora, mientras encadena estrenos y rodajes dentro y fuera de España, Greta reivindica la importancia de lo sencillo: la complicidad con sus amigas, la calma de su casa y el placer casi ritual de perderse durante horas montando un puzzle. Entre risas, la actriz confiesa que ese será precisamente su plan para la tarde en cuanto cuelgue la llamada.
El estilo forma parte de tu identidad pública, ¿cómo definirías tu relación con la moda?
Desde pequeña me ha gustado mucho la moda, aunque sin ser consciente de lo que significaba. Para mí, siempre ha sido un lugar de juego y diversión. Me encantaba vestirme, probar combinaciones, perder tiempo eligiendo un look. Recuerdo que de niña podía tardar horas en decidirme porque cambiaba de idea constantemente. Ese vínculo inocente con la ropa y los complementos es lo que todavía hoy me conecta con la moda.
Dior vive una nueva etapa con Jonathan Anderson al frente. ¿Cuáles han sido tus primeras impresiones de su dirección creativa?
El desfile me pareció una auténtica belleza. Dior siempre me ha gustado mucho y es una marca con la que tengo una relación de años. Me atrae esa mezcla de elegancia con un punto de fantasía, casi de cuento, que me resulta irresistible. Sus vestidos son piezas que me pondría sin dudar.
¿Qué papel crees que tienen las marcas de moda en contar historias y acompañar a los artistas en su camino?
Un papel muy importante. A mí me divierte mucho. Trabajo desde hace años con mi estilista, Marc Forné, y siempre pensamos en el contexto. Según el proyecto o el estreno, buscamos un look que tenga sentido con el momento. Por ejemplo, en la premier de The Walking Dead: Daryl Dixon, donde interpreto un papel como de reina, encontramos un vestido que reflejaba esa energía elevada. Eso es lo que más me gusta: que la moda acompañe a las historias que uno está contando.
Tu familia siempre ha estado rodeada de cine y cultura. ¿Cuándo sentiste que la interpretación era tu camino?
No lo sabría decir con exactitud. Al principio fue un juego, como cuando hacía pequeños papeles de niña, con 10 u 11 años. No lo vivía como actuar, sino como algo lúdico. Con el tiempo, trabajando, entendí lo que significaba realmente esta profesión y ahí me enamoré de ella. No fue un momento concreto, sino un proceso gradual.
Tu carrera se caracteriza por papeles intensos y distintos entre sí, como en Elisa y Marcela o La hija de un ladrón. ¿Cómo eliges tus proyectos?
Me guío mucho por la intuición. Intento aceptar solo los proyectos que realmente me ilusionan, porque pienso que si yo no los disfruto, siempre habrá alguien que lo hará con más ganas. Para mí es fundamental trabajar desde la pasión, porque si no, esta profesión puede volverse un horror.
¿En qué proyectos profesionales estás ahora mismo o podremos verte próximamente?
Acabo de estrenar The Walking Dead: Daryl Dixon en Prime Video, donde cada semana sale un nuevo capítulo. Además, tengo una película rodada en Roma junto a Lorenzo Zurzolo y James Franco, Squali, que se estrenará pronto. Y el año que viene tengo dos películas por estrenar: The Guests, una coproducción alemana y gallega en la que soy protagonista; y también participaré en una película de Luke Knowles con Arón Piper. Me espera un año lleno de estrenos bonitos.
¿Qué tipo de historias te gustaría ver crecer en el cine, especialmente en España?
Me encantaría hacer una historia de amor, una comedia o un drama romántico. También me atraen las películas sobre amistad o las historias familiares, que me parecen muy bonitas y con mucho por explorar.
Más allá del trabajo, ¿qué te inspira en tu vida diaria y qué te ayuda a mantener el equilibrio?
Mis amigas, sin duda. Son fundamentales para mí. También mi hogar, porque aunque viajo mucho, soy muy casera y mi casa es mi refugio. Y, últimamente, los puzzles. De hecho, tengo uno aquí delante ahora mismo y me voy a poner toda la tarde a montarlo (se ríe). Empecé este año y me he vuelto adicta, puedo pasar horas haciéndolos. Tengo esas dos facetas: me muevo mucho, pero al mismo tiempo soy muy tranquila.
«Es fundamental trabajar desde la pasión para disfrutar de la actuación»







Por Celia Gijón
Estilismo Sandra Escriña
Fotos Santiago Belizón
Créditos
Peluquería y maquillaje:
Yos Baute.
Asistente de fotografía:
Sandra Angstad.
Producción:
Victoria Mouriño.
Diseño y maquetación
del contenido:
David Carrión.