Ya sabemos que en el cuero cabelludo hay glándulas sebáceas que secretan grasa. Esta es necesaria para mantener el cabello hidratado, nutrido y con brillo de manera natural. Sin embargo, a veces esa secreción es insuficiente, de modo que el pelo no puede retener el agua que necesita. No presenta movimiento ni tiene elasticidad. Se vuelve apagado, frágil y quebradizo. Como la planta mustia que no se riega.
Son varios los motivos que pueden explicar el déficit de producción de sebo. “Los niños nacen con el pelo seco ya que apenas tienen glándulas sebáceas. Y aunque la genética influye, sí puede decirse que hay ciertos hábitos -y agresores externos- que tienden a secarlo”, advierte el estilista David Lorente.
Factores que causan el pelo seco...
Entre esos factores relacionados con el estilo de vida se cuenta una larga lista que todos tenemos en la cabeza: la exposición a la radiación solar sin protección capilar, el cloro del agua, la sal marina, el viento, la calefacción, el abuso de las herramientas de calor, como planchas, secadores o tenacillas, la formulación de algunos tintes…
“Hay que buscar siempre tintes con fórmulas profesionales que contengan aceites. Al igual que la realización de trabajos técnicos de coloración, como las mechas balayage o babylights, entre otras, o los alisados”, advierte el experto.
“Existen otros hábitos no favorecedores, desde un cepillado incorrecto para desenredar el cabello a un lavado sin utilizar los productos adecuados o un aclarado a una temperatura de agua excesivamente caliente”, agrega Eva Sangal de Arteon Hair Salón de Reus (Tarragona) y experta de Kérastase.

Pelo seco según el tipo de cabello
Otras veces el pelo seco no tiene su origen en un déficit de producción de sebo, sino en el tipo de cabello. Por ejemplo, en el pelo liso, el aceite natural se desliza mejor por el cabello, “mientras que con el rizo el aceite no baja naturalmente por toda la hebra, por lo que demanda más hidratación y nutrición”, recuerda Valeria Costa, terapeuta capilar y fundadora de Aquarela Peluqueros.
En otras ocasiones, el cabello es tan largo que el sebo no llega a completar el recorrido total por toda la hebra y por eso las puntas (que no dejan de ser el pelo más antiguo que tenemos) están deshidratadas.
“Por eso es muy importante sanear las puntas, cortándolas a menudo para que la melena se mantenga sana y con aspecto saludable. No hacerlo suele ser uno de los motivos por los cuales el cabello no alcanza longitud”, advierte la experta de Kérastase.
Otro aspecto que está en nuestra mano y es fácil de corregir es es cuidar la alimentación. “Hay determinadas dietas o, mejor dicho, carencias, que pueden resecar el pelo. Las frutas, las verduras y tomar la cantidad de agua recomendada contribuyen a mantener el pelo hidratado”, apunta el estilista David Lorente.
El paso del tiempo también influye en el pelo seco
Otro de los factores culpables de resecar el cabello (y contra el que se hace más difícil luchar) es la edad. “Durante la adolescencia es más frecuente tener el cabello graso debido a los cambios hormonales que se experimentan y que provocan hiperseborrea. Sin embargo, a medida que se van cumpliendo años, se van perdiendo lípidos y el cabello se vuelve seco”, detalla David Lorente.
Efectivamente, según envejecemos, el cabello también nos acompaña en ese proceso. Las fibras van teniendo menos pigmento causado por la pérdida de melanina y además es más frecuente el uso de tintes.
“Las proteínas del cabello se van perdiendo, dejando así el pelo más deshidratado y sin elasticidad. Se vuelve más fino y mucho más frágil y la consecuencia es una mayor rotura, una mayor apertura de puntas y pérdida de volumen, espesor y brillo”, apunta la estilista de Arteon Hair Salón y experta de Kérastase.

En las mujeres, la menopausia también influye, por el cambio hormonal. Al igual que la piel pierde hidratación y sustento (por la menor producción de colágeno y elastina), en el cuero cabelludo sucede lo mismo. “Incluso los hábitos alimenticios sin aporte de vitaminas necesarias pueden hacer que tengamos un envejecimiento prematuro y un aspecto del cabello no saludable”, añade la experta de Kérastase.
“A partir de los 40 años se aprecia un gran cambio de tendencia. Hay que tener en cuenta que el pelo está formado a base de proteínas y cuando estas van disminuyendo, sobre todo a nivel de la cutícula, el cabello pierde su humedad y se seca”, advierte Lorente, quien añade que, a partir de esa edad, el cuero cabelludo no asimila de igual manera los nutrientes que recibe y se producen menos lípidos, “por lo que tiende a deshidratarse con mayor facilidad”.
Tips para reparar el pelo seco
Ante semejante listado de causas que amenazan dejar el cabello como la superficie de Marte, cualquiera podría tirar la toalla en la misión de rescate. No es solo que no podamos frenar el envejecimiento (ojalá).

También es evidente que, quien más quien menos, toma el sol, pone la calefacción en invierno, se lo alisa, lleva tinte o se hace mechas. Eva Sangal nos tranquiliza: “Es cierto que los cabellos tratados químicamente necesitan un mayor cuidado, pero siguiendo los consejos de un experto, pueden verse muy saludables”, dice.
En general, no hay varitas mágicas ni trucos secretos para el cuidado del pelo seco. Toda la estrategia debe ir encaminada a rehidratarlo a tope, aportarle el agua que necesita y reparar los daños que lo han dejado debilitado. Y ser constante en todo ello.
Los champús nutritivos, un must para el pelo seco
El lavado es uno de los momentos clave. Incluso críticos, podríamos decir. Se aconseja recurrir a champús nutritivos o hidratantes que aporten brillo y suavidad. “Los que contienen aceites son especialmente efectivos a la hora de hidratar y tratar el pelo encrespado o seco”, advierte Lorente.

Bain Satin Riche, de Kérastase, un champú de nutrición intensa rico en nutrientes esenciales (27,50 euros).

Moisturizing Shampoo, de Balmain Paris, un champú altamente nutritivo, enriquecido con puro Aceite de Argán y la fragancia de firma (42,00 euros).

Silkamino™ Mega-Moisturizing Shampoo, de Drunk Elephant, un champú profundamente humectante que fortalece y suaviza mientras limpia suave y completamente la suciedad (27,99 euros).
También es aconsejable buscar una fórmula que no tenga sulfatos ni alcohol y, a ser posible, con un pH neutro que no rompa el equilibrio. “Hay que tener en cuenta que, si utilizamos un baño inadecuado, podemos empeorar el cabello seco volviéndolo mucho más frágil y quebradizo”, agrega Sangal por su parte.
Los acondicionadores y las mascarillas capilares son imprescindibles
No te olvides de incorporar el acondicionador en cada lavado, un gesto esencial para el cabello seco. “Busca uno que contenga aceites vegetales, que tenga una consistencia untuosa en lugar de líquida, y asegúrate de dejarlo actuar el tiempo que ordena el envase”, dice Lorente.
En cuanto a las mascarillas, pueden usarse varias veces por semana (dos o tres), si es necesario, distribuidas de medios a puntas con la ayuda de los dedos o de un peine adecuado. Sigue las indicaciones de uso del fabricante en cuanto al tiempo de actuación y si se trata de una sleeping mask de uso nocturno, intenta dormir con ella al menos un día por semana.

Acondicionador Hidratante, de Moroccanoil, que equilibra la humedad para nutrir y desenredar suavemente al mismo tiempo que infunde al cabello aceite de argán, algas rojas y vitaminas A y E (26,00 euros).

Nº5 Bond Maintenance Conditioner, de Olaplex, un acondicionar ultra reparador que ayuda a restaurar, reparar e hidratar el cabello, sin apelmazarlo. Elimina el frizz y cura el cabello dañado para un cabello fuerte, saludable y brillante (19,99 euros).

Ultimate ResetExtreme Repair Treatment, de Shu Uemura, una mascarilla capilar diseñada para el pelo seco y dañado. Está enriquecida con un extracto de arroz japonés, que repara y refuerza intensamente las fibras del cabello desde dentro (59,99 euros).

Honey Infused Hair Mask, de Gisou, una mascarilla capilar hidratante y nutritiva, especialmente diseñada para hidratar y reparar el cabello, y mejorar su flexibilidad, brillo y salud (21,99 euros).
Lava el pelo seco cuando sea necesario
Las melenas más secas se pueden permitir el lujo de espaciar los lavados hasta cuatro o cinco días, porque no se engrasan. “Es aconsejable lavarlo solo cuando sea necesario. El sebo natural hace que tengas un aspecto más saludable y es necesario para mantener un cuero cabelludo elástico y sano, así se evitan descamación, picores, sequedad", aconseja la experta de Kérastase.
Además, recuerda que "si lo lavamos con demasiada frecuencia, deshidrataremos el cuero cabelludo provocando otros problemas capilares y aumentando la sequedad”.
Por último, el truco definitivo a modo de reset capilar es: “Primero, se lava el cabello y luego se aplica la mascarilla y se deja actuar. Después, se aclara casi del todo, dejando solo un ligero resto, y luego se aplica bálsamo acondicionador. Esta doble aplicación es una cura exprés, si bien no es recomendable para cabello fino o graso”. Eduardo Sánchez, director de Maison Eduardo Sánchez.