Las 25 fantasías sexuales femeninas más habituales entre las mujeres

Desde sexo en un avión hasta sexo en la playa, analizamos las fantasías sexuales femeninas más recurrentes.
foto de las piernas de una pareja sentada al borde de la cama
Pareja al borde de la cama - iStock

Aunque a menudo solemos esconder nuestros deseos y sueños eróticos, la gran verdad es que todo el mundo los posee. Es importante destacar que una fantasía sexual no tiene por qué ser un acto que quiere llevarse a cabo sino una “curiosidad” fruto del instinto y de la imaginación. Precisamente, dejar volar libre la imaginación en el terreno sensual puede ser arriesgado, de ahí que escondamos algunos de nuestros deseos más picantes. Según un estudio realizado por la sexóloga Wendy Maltz, el 95% de los hombres y mujeres del mundo aseguran tenerlas (y puede que ese 5% que asegura no tenerlas sea precisamente el que siente demasiada vergüenza como para reconocerlo). Sea como fuere, el ser humano está predispuesto a este tipo de deseos y las fantasias sexuales femeninas son un mundo repleto de interesantes misterios.

La universalidad de las fantasías sexuales femeninas

El poder de la imaginación y el instinto en las fantasías

La imaginación humana es un recurso poderoso que no solo nos permite proyectar deseos y aspiraciones en distintos ámbitos de la vida, sino también construir escenarios cargados de erotismo que alimentan nuestras experiencias sexuales. Las fantasías sexuales, como una extensión de esta capacidad, se diferencian de otras formas de imaginación porque su contenido produce excitación sexual en quienes las elaboran. "La fantasía sexual no se diferencia de la imaginación más que en que su contenido produce una excitación sexual en la persona que la produce", señala Lucía Jiménez, Psicóloga y Sexóloga en Diversual

Estas fantasías son inherentes al ser humano y funcionan como un espacio simbólico donde se seleccionan los elementos más placenteros de la realidad y se desechan aquellos que podrían generar miedo o incomodidad. Por ejemplo, una mujer podría fantasear con ser forzada a mantener relaciones sexuales, pero en su imaginación se eliminan factores como el miedo real, el trauma o las posibles consecuencias físicas y psicológicas trágicas que esa situación conllevaría en la vida real.

Además, estas representaciones mentales van más allá de los impulsos biológicos y evolucionistas. Aunque algunas teorías sugieren que las mujeres fantasean con una sola pareja sexual debido a instintos de seguridad y reproducción, el papel de la cultura y la educación es innegable en la construcción de sus fantasías. "Las teorías con más fuerza suelen dar más peso al rol innegable que tiene la cultura y la educación a la hora de socializar a hombres y mujeres de formas diferentes", afirma Jiménez. Esto refuerza la idea de que las fantasías son mucho más que un reflejo de instintos primitivos, ya que también están profundamente influenciadas por las experiencias y los mensajes culturales que recibimos.

La universalidad de las fantasías sexuales femeninas

Las fantasías sexuales femeninas son tan variadas como las experiencias culturales y sociales de las mujeres. Aunque algunos patrones se repiten con frecuencia, estos están estrechamente vinculados al contexto en el que cada persona se desarrolla. Como menciona la psicóloga, "las fantasías tienen que ver con el contexto cultural, por eso varían en función de la educación y las referencias que la persona haya recibido en su desarrollo". En este sentido, las referencias culturales, la educación y las vivencias personales son elementos clave que moldean las preferencias y temáticas más recurrentes.

Sin embargo, existen ciertas fantasías que parecen ser universales entre las mujeres. Entre las más comunes se encuentran los tríos, los intercambios de pareja, el sexo en lugares públicos, encuentros con personas de su entorno cercano (como un profesor, un jefe o un psicólogo), el voyeurismo y el exhibicionismo, así como el sexo en grupo o las dinámicas de dominación y sumisión, un tema especialmente delicado. Otra fantasía que destaca es la de tener encuentros sexuales con otra mujer, una temática particularmente común entre mujeres heterosexuales. Estos patrones recurrentes sugieren que, a pesar de las diferencias individuales, hay ciertos deseos que encuentran eco en muchas experiencias femeninas.

Según el "Estudio sobre Hábitos Sexuales en España 2025" de Diversual.com, las fantasías más comunes entre las mujeres incluyen ser dominadas sexualmente (59,2%), tener sexo en lugares distintos al dormitorio (54,9%) y participar en un trío (49,2%). Estas cifras reflejan una tendencia hacia la exploración de dinámicas de poder y la búsqueda de experiencias sexuales fuera de lo convencional.

sexy couple in the water - iStock

Por otro lado, también es importante reconocer que estas fantasías no son estáticas ni homogéneas. Aunque puedan parecer comunes, su interpretación y representación son profundamente personales. Cada mujer puede agregar matices propios a estas temáticas según sus preferencias y vivencias, lo que hace que cada fantasía sea única y refleje un universo individual.

Fantasías sexuales como representación de deseos ocultos

Un debate recurrente en torno a las fantasías sexuales es si estas representan deseos ocultos o insatisfechos. Aunque la idea proviene de teorías como las de Freud, que asocian las fantasías con un "yo" más profundo y real, esta visión no es completamente aceptada en la actualidad. "La creencia de que todos tenemos un ‘yo’ oculto, que es más real que ‘todo lo demás’, no siempre es cierta", señala la experta.

"Lo que fantaseamos ni nos define, ni tiene que tener nada que ver con nuestra voluntad, ni con nuestro deseo de llevarlo a cabo en la realidad"

En realidad, las fantasías funcionan más como un juego simbólico que como una manifestación de deseos reprimidos. Este juego permite explorar escenarios imaginarios sin que necesariamente reflejen un deseo consciente o una intención de llevarlos a cabo en la vida real. "Lo que fantaseamos ni nos define, ni tiene que tener nada que ver con nuestra voluntad, ni con nuestro deseo de llevarlo a cabo en la realidad", relata la sexóloga. De hecho, la magia de las fantasías radica en que pueden incluir elementos que serían imposibles o indeseables en el mundo real, pero que en la imaginación se tornan excitantes y placenteros.

También es importante destacar que la construcción de estas fantasías no solo está influenciada por el inconsciente, sino también por las experiencias cotidianas y el entorno cultural. Las vivencias personales pueden alimentar las fantasías, aunque no de manera directa o determinante. Por ejemplo, una mujer puede fantasear con una experiencia sexual pasada o con una persona conocida, combinando elementos de la realidad con la ficción de su imaginación.

Beso de pareja - iStock

Temáticas comunes en las fantasías sexuales de las mujeres

Con toda esta información presente, en la redacción de Marie Claire hemos reunido a un grupo de 25 mujeres, de entre 18 y 47 años, para realizar esta lista de  las 15 fantasías sexuales más comunes, entre las que puede que esté alguna que te resulte conocida. Incluso, algunas nos recuerdan a las 10 infidelidades más apasionantes de las series de televisión.

Juego de roles: la emoción de ser otra persona

El juego de roles también permite dejar de lado inhibiciones y probar nuevas dinámicas sin los riesgos asociados a situaciones reales. Esta "experiencia simbólica" abre la puerta a marcos donde las mujeres pueden explorar sus deseos sin juicio ni consecuencias, lo que refuerza la idea de que las fantasías sexuales son un reflejo creativo más que un deseo literal.

Encuentros en lugares inusuales: el morbo de lo público

Primer plano pareja - iStock

Este tipo de fantasías también está relacionado con desafiar las normas sociales y romper la rutina, lo que a menudo potencia el deseo. Aunque algunas mujeres puedan preferir ambientes imaginarios seguros, la idea de "hacerlo en un sitio público" resuena como una de las fantasías más populares, evidenciando el poder del contexto en la excitación sexual.

El erotismo y la seducción de la privacidad limitada

En estas situaciones, las mujeres suelen elegir elementos que intensifiquen la conexión emocional y la tensión sexual. Como comenta la profesional, "durante el acto de fantasear, elegimos las cualidades positivas de aquello que nos ayude a excitarnos", y los lugares reducidos potencian esa cercanía física y emocional.

Ambientes laborales y la atracción de la autoridad

"Fantaseamos sobre cosas que nos ponen sexualmente hablando", explica Jiménez, y los ambientes laborales proporcionan un marco donde la tensión se acumula de manera gradual, intensificando el deseo. Este tipo de fantasías también suele estar influido por experiencias personales o culturales que refuerzan la figura de autoridad como un objeto de atracción.

Primer plano pareja besándose - iStock

Exploración de la sexualidad y diversidad en las fantasías

Curiosidad por la sexualidad con otra mujer

Uno de los aspectos más interesantes dentro de las fantasías sexuales femeninas es la exploración de la sexualidad con personas del mismo sexo. Esta curiosidad no necesariamente refleja un cambio en la orientación sexual, sino que muchas veces es un juego simbólico que permite conectar con aspectos desconocidos o poco explorados del erotismo. Según menciona la sexóloga, "hacerlo con otra persona con vulva" es una de las fantasías más comunes incluso entre mujeres heterosexuales.

Pareja besándose - iStock

Este tipo de fantasía se asocia a la búsqueda de nuevas sensaciones, de compartir la intimidad con alguien que puede comprender la experiencia femenina desde otro punto de vista, y de romper con las normas impuestas por el contexto cultural o la educación tradicional. A menudo, esta curiosidad se encuentra influenciada por representaciones culturales que han visibilizado la sexualidad entre mujeres, desde el cine hasta la literatura, ayudando a normalizar este tipo de exploración simbólica. Aunque el deseo de experimentar con otra mujer no sea explícito o constante, muchas mujeres recurren a este ideal en sus fantasías para explorar el placer desde una perspectiva diferente y segura.

Interés en tríos y variedad sexual

El interés en los tríos o el sexo grupal destaca como otra de las fantasías sexuales de las mujeres más frecuentes. Este escenario tiene un componente emocionante y transgresor que lo hace atractivo: la posibilidad de experimentar múltiples estímulos al mismo tiempo y romper con la monotonía que a veces puede asociarse al sexo convencional. De acuerdo con la experta, los tríos y los intercambios de pareja son recurrentes entre las fantasías sexuales de las mujeres, mostrando que el deseo de variedad no es exclusivo del género masculino.

Sombra pareja - iStock

Una de las razones detrás de esta fantasía es el simbolismo de libertad y empoderamiento que conlleva. Poder imaginarse en un contexto donde las reglas sociales se suspenden, y donde se prioriza exclusivamente el placer, ofrece una liberación mental. Fantasear es "soñar despierta con el placer", subraya Jiménez, y esto permite a las mujeres experimentar situaciones que tal vez no considerarían llevar a la práctica, pero que les resultan altamente excitantes en su imaginación. De hecho, entre las 20 fantasías sexuales más populares para probar antes de morir se encuentra la grabación de un vídeo sexual o el clásico fetiche del avión.

Aunque las fantasías de una mujer pueden parecer influenciadas por su entorno cultural, lo cierto es que estas responden más a necesidades emocionales o a simples curiosidades individuales. No existe una única respuesta a la pregunta de cuáles son los deseos sexuales de una mujer, ya que las fantasías varían enormemente dependiendo de la educación, las experiencias previas y el contexto social. Aun así, es evidente que el erotismo femenino incluye una gran diversidad de escenarios, desde el sexo en público hasta el juego de roles de dominación o sumisión, demostrando que las fantasías sexuales de las mujeres son tan ricas y complejas como su propia imaginación.

Pareja en ascensor - iStock

El factor público y el riesgo en las fantasías sexuales

El voyeurismo y la excitación de ser observado

El voyeurismo, o el placer de observar o ser observado, ocupa un lugar destacado entre las fantasías sexuales femeninas. En este contexto, el acto de ser visto representa una mezcla de riesgo y deseo que puede resultar altamente estimulante. Según las respuestas analizadas en la redacción, el "ver o que te vean" se encuentra entre las fantasías sexuales más comunes, ya que permite a las personas explorar su erotismo en un marco simbólico donde los límites de la privacidad se difuminan.

Esta fantasía sexual puede conectarse con una necesidad inherente de validación y poder, donde el acto de ser observado se percibe como una forma de control sobre la situación. Sin embargo, no necesariamente refleja un deseo de llevarlo a la práctica. En este sentido, el voyeurismo como fantasía permite a las mujeres jugar con la idea de transgredir pautas establecidas desde un plano distante y seguro, dejando fuera aspectos de la realidad que podrían ser incómodos o peligrosos.

Seducción y deseo en cines y baños públicos

La fantasía de mantener relaciones sexuales en espacios públicos, como cines o baños, también es frecuente entre las fantasías sexuales de mujeres. Este tipo de "sueños" combina el componente de la transgresión con el atractivo de lo prohibido, creando una experiencia excitante en la imaginación. Las mujeres que fantasean con estos contextos suelen centrarse en el placer del momento, dejando a un lado factores como el miedo al descubrimiento o las posibles consecuencias negativas.

Pareja en el cine - iStock

Tal como menciona Lucía Jiménez, "fantasear es soñar despierta con el placer", lo que permite a las mujeres construir "realidades" en las que los elementos negativos de la realidad desaparecen. Estas hipotéticas situaciones si no solo abren la puerta a explorar el deseo desde perspectivas nuevas, sino que también pueden ayudar a una mujer a conectarse con aspectos de su identidad sexual, enriqueciendo su vida erótica de manera simbólica.

Fantasías con personas inesperadas

Sexo con celebridades y la atracción por lo desconocido

Otra de las fantasías sexuales más comunes, una de las más intrigantes es la de tener sexo con famosas. Estas figuras, idealizadas por su presencia mediática y la perfección que proyectan, representan lo inalcanzable, lo misterioso y lo emocionante. "Fantaseamos sobre tener una casa, un buen trabajo, ganar más dinero", afirma la psicóloga, y las celebridades encarnan muchas de estas aspiraciones.

El atractivo de estas fantasías radica en la combinación de lo desconocido y lo perfecto. Una celebridad puede simbolizar algo que trasciende las limitaciones de la vida cotidiana, un deseo que no se vincula a la realidad inmediata, sino a una versión idealizada de ella. Esto también conecta con "la idea de que la fantasía es placentera precisamente porque no es la realidad", tal y como explica la sexóloga. En el terreno de las fantasías sexuales de mujeres, estas experiencias imaginadas permiten a las personas explorar la sensualidad sin las barreras del contexto personal o social.

Pareja mirándose - iStock

En este panorama, los encuentros ficticios con una estrella de cine, un músico reconocido o una figura pública resultan irresistibles por la oportunidad de ser deseadas o valoradas por alguien aparentemente "superior" en estatus o atracción. Sin embargo, no todas las fantasías de una mujer con personas inesperadas están relacionadas con figuras famosas; también pueden incluir a personas del entorno inmediato, como "tu profe, tu psicólogo o tu jefe", revelando cómo las relaciones cotidianas también alimentan el erotismo.

La diversión de encuentros en espacios pequeños

Fotomatones y otros lugares reducidos como escenarios de fantasía

Las fantasías sexuales también encuentran su contexto en lugares inesperados, y los espacios pequeños como fotomatones, probadores o ascensores han capturado la imaginación de muchas mujeres. Estos lugares cerrados y íntimos generan una sensación de urgencia y adrenalina que resulta altamente erótica. Hacerlo en un sitio público es una de las fantasías sexuales más recurrentes en las mujeres, como ya hemos comentado, y los lugares reducidos ofrecen un compromiso ideal entre la privacidad y el riesgo.

La clave del atractivo de estas fantasías reside en la tensión entre lo público y lo privado. Un fotomatón, por ejemplo, permite un instante de intimidad en un entorno público. La posibilidad de ser descubierta, combinada con la cercanía física inevitable de estos lugares, intensifica la sensación de placer. En la imaginación, un probador de ropa se transforma en un santuario de pasiones "clandestinas", mientras que un ascensor, con su constante movimiento, se convierte en un espacio cargado de simbolismo y anticipación. Estas fantasías también pueden mezclar elementos de voyeurismo o exhibicionismo, dos de los deseos que más frecuentemente aparecen en las fantasías sexuales de las mujeres.

"Cuanto más fantaseas, más estás en contacto con tu erotismo, con tu deseo, con tu excitación"

Explorar estos entornos en la mente ayuda a muchas personas a conectar con su erotismo y su deseo. Como señala la psicóloga, "cuanto más fantaseas, más estás en contacto con tu erotismo, con tu deseo, con tu excitación". Este tipo de fantasía también invita a reflexionar sobre cómo lo aparentemente rutinario puede transformarse en algo extraordinario cuando se percibe desde una perspectiva erótica.

Finalmente, las experiencias personales y las influencias culturales también desempeñan un papel crucial en la construcción de estas fantasías. Mientras que, como señala la psicóloga, "es muy difícil relacionar de forma directa las experiencias con la fantasía", los espacios icónicos como los fotomatones y ascensores están profundamente arraigados en la cultura popular, sirviendo como disparadores creativos para los deseos más imaginativos.

Primer plano pareja - iStock

En resumen, las fantasías sexuales de una mujer son un reflejo complejo de su imaginación, influenciada tanto por el contexto cultural como por sus propios impulsos. Ya sea explorando un encuentro apasionado con una celebridad o jugando con la idea de una aventura en un lugar estrecho y público, las fantasías sexuales mujeres son una puerta abierta a su mundo interior, lleno de deseos, creatividad y libertad.

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