Mantener una buena forma, además de contribuir a una buena salud física y mental, permite reducir visiblemente las probabilidades de sufrir enfermedades como la demencia, según informó Neurology, la revista médica de la Academia Americana de Neurología. Las mujeres de mediana edad con una excelente forma tendrían menos riesgo de padecer demencia en las décadas siguientes.
El estudio demostró que esta franja desarolla esta enfermedad 11 años más tarde que la de las mujeres con una condición física nula o moderada. 191 personas, con una edad media de 50 años, realizaron un ejercicio en bicicleta de 6 minutos para evaluar su capacidad de resistencia cardiovascular. Del total, 59 mujeres se encontraban en la categoría de baja o nula actividad física (con un pico de 80 vatios, tuvieron que dejar el ejercicio antes de que acabara por molestias y dolores) mientras que 92 correspondían a la categoría de aptitud física media. Aunque no haya quedado demostrado la causa y efecto entre la capacidad cardiovascular y la demencia, estos resultados son alentadores para retrasar la aparición de la enfermedad o incluso evitarla.

Las mujeres que participaron en el estudio realizaron un total de seis pruebas a lo largo de 44 años. Casi una de cada dos (44%) padeció demencia en los años siguientes: las que tenían una baja capacidad física alcanzaban el 32%, las de capacidad moderada un 25% y las que tenían una muy buena forma física un 5%. Estas últimas tenían un 88% menos de probabilidades de desarrollar demencia que las demás. De las que no fueron capaces de realizar las pruebas del estudio debido a su capacidad, un 45% desarrolló demencia en las siguientes décadas. Aunque el estudio se puede extrapolar, no deja de incluir a un número reducido de mujeres, procedentes del mismo país, Suecia, y su condición física solo se midió en un momento determinado por lo que no se han podido evaluar correctamente todas las evoluciones a lo largo del tiempo.
La aparición de enfermedades como el Alzhéimer y otras demencias tiene lugar hasta 20 años antes de presentar síntomas evidentes. Algunos factores como el tabaco, la práctica de ejercicios o la adopción de una dieta equilibrada también tienen consecuencias directas en el desarrollo de estas enfermedades. Aunque no supone practicar un deporte de forma extrema, si confirma definitivamente que mantener una buena forma física es una garantía a largo plazo de salud.