Según los expertos de Harvard estas son las razones por las cuales la lluvia nos ayuda a ser más productivos y concentrarnos más

Al mal tiempo, mejor rendimiento. 
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Si eres fanática del verano y te cuesta asimilar que ya terminó, no te preocupes, te entendemos. Lo cierto es que habrá que esperar hasta el otro año para disfrutar del clima cálido o viajar a alguna playa del Caribe. Mientras eso sucede, nos hemos dado a la tarea de investigar los aspectos positivos de la temporada más fría del año y uno de ellos ha llamado especialmente nuestra atención.

Según un estudio realizado por la Universidad de Harvard, el mal clima está directamente relacionado con el aumento de productividad de los trabajadores. En "Rainmakers: Why Bad Weather Means Good Productivity" (Rainmakers: Por qué el mal tiempo es sinónimo de productividad), los autores demuestran que los trabajadores son especialmente productivos en los días de lluvia, simplemente porque no se ven tentados por las posibilidades de un día soleado: un paseo por el parque, por ejemplo, o una tarde con amigos al aire libre.

He aquí algunas razones por las cuales el mal clima puede ayudar a fortalecer tu productividad, según Harvard 

paraguas lluvia - Lookstudio

El mal tiempo fomenta la creatividad

La nieve, la lluvia y los implacables días grises pueden ser el clima perfecto para que las personas se queden en casa y dediquen más tiempo a perfeccionar una habilidad, a pensar en un nuevo proyecto y se vuelvan más creativos. Al fin y al cabo, no habrán tantas distracciones externas.

 "La felicidad que produce un día soleado envía la señal de que todo va bien, el entorno no supone una amenaza inminente y no hay necesidad de pensar profunda y cuidadosamente". Las mentes trabajan al máximo y son más reflexivas cuando el tiempo les dice que tienen que arreglar algo", señala la profesora Carmen Nobel en el estudio. 

Street Style de Milán - Francesca Babbi

El mal tiempo ayuda a mantener la concentración

En uno de los estudios realizados por la Universidad de Harvard, se reclutaron a 136 estudiantes universitarios y realizaron los experimentos en febrero y marzo, cuando suele haber mal clima la mayor parte del tiempo. A la mitad de los participantes se les pidió que acudieran al laboratorio los días en los que se preveía lluvia, mientras que la otra mitad acudió en los pocos días soleados.

Los investigadores descubrieron que los participantes del grupo de los días lluviosos que no habían visto el sol real ni imágenes del sol antes de realizar la tarea, eran los que obtenían mejores resultados, aquellos que que completaban la asignación con mayor rapidez y precisión. "Una vez más vemos que la gente tiende a concentrarse mucho más en un día de mal tiempo que en un día de buen tiempo", señalan en el estudio. 

Descripción de la imagen - Francesca Babbi

"Aunque las condiciones meteorológicas son exógenas e incontrolables, las empresas podrían asignar más trabajo administrativo en los días lluviosos que en los soleados para aprovechar los efectos del mal tiempo en la productividad, asignando el trabajo que no requieran de una atención sostenida en los días soleados, pero que permita una mayor flexibilidad de pensamiento", concluyen los investigadores.

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