Millones de personas siguieron 'Juego de Tronos' durante su emisión (o bien la han visto tras su final, el pasado 19 de mayo de 2019), y episodio tras episodio han ido viendo con expectación el desarrollo de la serie. Seas de las que la vimos mientras se emitía o después, seguro que ambas hemos compartido las ganas obvias de descubrir quién se sienta en el Trono de Hierro, así como la tristeza ante el final de una de las series más vistas de todos los tiempos.
Inspirada en la novela de George R.R. Martin, la serie, más allá de sus complejos entresijos políticos, ha brillado por su constante dosis de amor, humor y pasión. ¿La clave del éxito? Un guión impecable, llevado por actores de otro nivel que convierten cada capítulo en una maravilla de la pequeña pantalla. La lucha, interior y exterior, de los personajes nos insta a reflexionar y a entender los hilos que mueven, incluso en la vida real, el complejo mundo que nos rodea.
Análisis de la evolución de los personajes femeninos
Crítica inicial al machismo y la hipersexualización
Más allá de estos aspectos, 'Juego de Tronos' fue criticada por su aspecto profundamente machista esencialmente en las primeras temporadas por la hipersexualización de las mujeres, con una representación donde los desnudos continuos y las escenas humillantes a las que se las sometía se a menudo parecían gratuitas y diseñadas única y exclusivamente para satisfacer la mirada masculina.
Sin embargo poco a poco, a medida que la serie avanzaba se produjo un cambio notable en la narrativa de los personajes femeninos que acabó haciendo de ella una oda a la igualdad, con personajes femeninos que cobraron un merecido protagonismo. Así y con Daenerys Targaryen en cabeza, estas auténticas heroínas cambiaron de manera durable y definitiva la trama, redefiniendo las fronteras y los mapas de la historia establecida.
Protagonismo de heroínas que redefinen la trama
Durante toda la serie protagonismo de las heroínas en 'Juego de Tronos' ha sido una de las características más destacadas de la serie, con personajes como Daenerys Targaryen, Sansa Stark o Arya Stark que redefinieron su trama gracias a la toma de decisiones y acciones vitales. Estos personajes demostraron que el poder no se limita a la fuerza física o la violencia, sino que también reside en la inteligencia, la resiliencia y la capacidad de adaptación.
Fuertes, poderosas, valientes pero también sensibles y vulnerables, todas lucharon por causas definidas que les llevaron, en algunos casos, a dar su último suspiro. Sus matices, que no las convierten en personajes del bien o del mal absoluto, son los que marcan su riqueza y sellan su poderío e importancia en una serie en la que las relaciones hombre/mujer son complicadas.
Repasamos algunos de los personajes femeninos claves de 'Juego de Tronos' que demuestran que el poder está más que nunca en manos de las mujeres. Avisamos: aparecen algunos spóilers de la última temporada. Avisada quedas.
Daenerys Targaryen: lucha por justicia e igualdad

La madre de los dragones afrontó todo a lo largo de la serie: desde su propio hermano, Viserys, quien no dudó en entregarla al clan de los Dothrakis con tal de conseguir una corona, a Cersei quien sigue deseando eliminarla por su intento de acceso al Trono, los enemigos y obstáculos parecen infinitos.Daenerys ha permanecido aun así inflexible y con un objetivo claro: llegar al Trono de hierro.
Con su ejército, sus tres dragones y el incipiente apoyo del Norte, parece que ya tiene todas las cartas en mano... aplaudimos su valor y sobre todo su esmero en conseguir la justicia y la igualdad en cualquier circunstancia. Ha sido un personaje ejemplar en este sentido.
Sansa Stark: supervivencia y lealtad al Norte

La señora de Winterfell ha sido otro de los personajes que vivieron lo peor: comprometida con Joffrey, quien no dudó en orquestar la decapitación de su padre, Tyrion y finalmente el torturador Ramsay Bolton, la hija mayor de Ned y Catlyn Stark ha conseguido sobrevivir y demostrarnos, pese a su desacuerdo con Daenerys, que está dispuesta a hacer todo lo posible para preservar el Norte y salvar al mayor número.
Arya Stark: superación y deseo de venganza

Cuando parece que todo está perdido, llega Arya. La pequeña de la familia Stark ha sido un ejemplo de superación. Con el valor y el deseo de venganza como armas, Arya se ha desenvuelto con maestría evitando la muerte en más de una ocasión y aprendiendo, constantemente.El dolor de la pérdida de su familia le han hecho madurar más rápido que otros personajes.
Y nos alegramos -cuidado, llega el spoiler- de su papel predominante en la batalla contra los Caminantes Blancos. No podemos evitar derramar una lagrimilla, a su vez, al pensar que ya es mayor, y sí, se enamora poco a poco de Gendry con quien ha tenido su primera experiencia. La pequeña Stark se ha hecho mayor.
Cersei Lannister: manipulación y vulnerabilidad maternal

La máxima representante de la casa Lannister y actual reina en el Trono de Hierro se ha movido con la estrategia y la manipulación como banderas. No contamos las veces que Cersei consiguió todos y cada uno de sus deseos con sutileza, y esta técnica, todo hay que decirlo, le ha permitido llegar dónde está.Su permanencia en el Trono es, a nuestro juicio, cuestión de tiempo, pero hemos de reconocer que más allá de la mujer fría y manipuladora se esconde una madre muy atenta (la pérdida sucesiva de sus hijos ha mostrado su vulnerabilidad) y fiel a las personas a las que ama.
Brienne de Tarth: lealtad e igualdad en el combate

Hija única y heredera de Lord Selwyn Tarth, la brillante e imponente Brienne es uno de nuestros personajes femeninos fetiches. Y es que, además de su inmensa lealtad (recordamos esta protección inigualable de Sansa, tras su promesa a Catlyn), Brienne parece no temer nada y sobre todo, sentirse igualmente o más capacitada que cualquier hombre guerrero (hecho que debería ser incuestionable en nombre de la igualdad).
En la octava temporada -cuidado, spóiler- cumple con uno de sus mayores sueños, convertirse en caballero pese a ser mujer, de la mano de Jamie Lannister (quien lo hubiera imaginado temporadas atrás), y hemos de confesar que al margen de las batallas y de la complejísima situación, esperamos ansiosas la evolución de su triángulo amoroso con Tormund.
Melisandre: poderes manipuladores y matices morales

La Mujer Roja, personaje tan terrorífico como misterioso, se ha convertido en esta octava temporada - ojo, spóiler - en un apoyo inestimable en la batalla contra los caminantes blancos. Y es que, a lo largo de la serie, nos ha despistado por su aspecto manipulador (recordemos su historia con Stannis, que le llevó al sacrificio de Shireen, su hija).
Pero hemos de reconocer su gran poder de convicción y su papel determinante en la resurrección de Jon Snow. Sí, ella le devolvió la vida (y de paso nuestra alegría). Ni buena ni mala, se ubica en la lista de personajes que juega con los matices y nos maravilla.
Missandei: leal consejera y aliada de Daenerys

Fiel consejera de Daenerys, Missandei se convierte rápidamente y de manera durable en una gran aliada. Sus conocimientos, versatilidad y habilidades de comunicación, le valen un rol de prestigio y cruzamos los dedos para que sea una de las grandes ganadoras finales y pueda, tal y como lo desea, volver a su tierra.
Yara Greyjoy: lucha por el honor familiar

Otro personaje complejo que sin embargo ha conseguido destacar y abrirse su propio camino... la hermana de Theon, quien pasó por todas las etapas posibles del sufrimiento tras traicionar a los Stark, ha luchado contra vientos y mareas por salvar el honor de su familia. ¿Su última batalla? Contra su tío Euron, actualmente apoyo incondicional de Cersei, y el rey de la Noche. Defendió a Bran hasta el último momento.
Lyanna Mormont: valentía heroica ante el peligro

No podemos evitar emocionarnos ante la pequeña del clan Mormont cuyo final -sí, nuevo spóiler- ha sido tan dramático como heróico. Acaba con el gigante al servicio del rey de la Noche clavándole su puñal en el ojo, justo antes de perder la vida. Una niña con fuerza y valentía que ha defendido el honor de su familia y de los Stark hasta el final.
Catlyn Stark: protección inquebrantable hacia su familia

Remontémonos a las primeras temporadas... la esposa de Ned Stark, cuya vida se acabó en el trágico capítulo de la Boda Roja, ha sido otro ejemplo de heroína en todos los aspectos. Su protección hacia su familia no tenía límites, prueba de ello su intento desesperado de salvar a su hijo Rob... la recordamos como una mujer valiente que a su vez no se dejó intimidar por nadie.
Margaery Tyrell: fragilidad y fuerza en el liderazgo

Cuando la dulzura no está reñida con la fuerza... la heredera del clan Tyrell brilla por su capacidad de convicción e infinitos recursos. Ayudada por su carácter alegre y disponible, muestra todas sus habilidades de comunicación con Renly Baratheon y posteriormente Joffrey y no duda en agarrarse a todo los posibles para llegar a sus metas. Fragilidad aparente, gran poder interior.
Olenna Tyrell: dignidad y agudeza en la lucha

Toca, igualmente, remontarse a varias temporadas anteriores para recordar a este brillante personaje, sincero y reflexivo, quien luchó hasta su último suspiro con dignidad (no habrás olvidado esta escena en la que opta por suicidarse ante Jaime, antes que dejarse asesinar por su traición). Apoyo incondicional de Margaery, su agudeza y sinceridad la convirtieron en todo un modelo femenino en la serie.
Ellaria Arena: venganza impulsada por el dolor

Amante del príncipe Oberyn Martell, Ellaria queda horrorizada ante su asesinato de manos de Clegane en Desembarco del Rey. Con tal de vengarse, elabora una serie de estrategias que culminan con el asesinato de la hija de Cersei, Myrcella. Cruel, pero también apasionada, se aúpa como uno de los personajes femeninos más conflictos pero también interesantes de la serie.
Ygritte: equilibrio entre amor y fortaleza

Su sinceridad e ímpetu robaron el corazón de Jon Snow. Ygritte, del clan de los Salvajes, también consiguió el perfecto equilibrio entre fuerza y vulnerabilidad, demostrando que bajo sus capas de fuerza y a veces agresividad, existía una mujer capaz de amar y hacer cualquier cosa para lo que realmente le importa.