15 ideas para reavivar la llama (sexual) con tu pareja
Si la rutina, la ausencia de comunicación o la falta de interés empiezan a imponerse en tu relación, no lo dudes, es el momento de retomar el control.
Es inevitable, tras varios años de relación, no consigues notar esta pasión y este ardiente deseo de los principios. Las ideas sexuales se chamuscan. Recordarás con un pelín de tristeza estos primeros meses en los que no podíais pasar más de una tarde sin hacer el amor. Desde entonces, la llama del amor sigue presente, pero la del deseo sexual no es tan fuerte como debería. No significa que está perdido para siempre, sino que el sexo con tu pareja necesita un latigazo (en todos los sentidos). Puede que te condicione lo que te comentan tus amigas (“eso no lo haría nunca”, “qué asco”, “qué horror” o el famoso “pero cómo podéis hacer esas cosas”) y precisamente te limite a la hora de probar, descubrir nuevas sensaciones y disfrutar. Nada te tiene que frenar ni avergonzar, mientras no perjudique a nadie ni nada.
¿La clave? Antes de probar o intentar cualquier cosa nueva, tenéis sin duda alguna que comunicar. Aunque pueda parecer básico y tengas mucha confianza con tu pareja, puede que no te atrevas a decirle lo que realmente quieres o sientes. No te avergüences de pedirle cosas que te excitan, aunque no sean habituales y procura ser abierta y comprensiva ante sus gustos y deseos. Pero recuerda, nunca hagas nada por obligación.
Para una vida sexual feliz, ambos tenéis que tener claro qué os apetece y ninguno de los dos se tiene que ver en una situación que no le hace sentir a gusto o bien. Y aunque ya lo sabrás de sobra, es también el momento de decir adiós a tus complejos. Tu pareja te quiere tal y como eres, por lo que no es necesarios que ocultes estas zonas de tu cuerpo que tanto te desagradan. Si confías en ti y te sientes sexy, lo notará y vuestra relación será más intensa.
Antes de que decidas tirar la toalla y te conformes, toma nota de 15 ideas, sencillas y muy poco costosas para reavivar la llama y volver a tener una vida sexual placentera. Fuera complejos, prejuicios y otros miedos. Es el momento de reconquistar y disfrutar. Como os lo merecéis.

Puede resultar sorprendente y sin embargo, un viaje en pareja siempre funciona. Solos, en un nuevo sitio y un paisaje desconocido y de ensueño... ¿Qué más pedir? Todos los ingredientes estarán reunidos para teneros ganas de nuevo.

¿Eres activa? Sé pasiva. ¿Eres pasiva? Sé activa. Si tenéis "roles" muy definidos a nivel sexual (de forma consciente o no), es el momento de probar el cambio. Toma la iniciativa si siempre lo hace o déjalo/a al mando. Se sorprenderá para bien.

Ambos tendréis sin duda alguna una agenda repleta y pocos momentos para coincidir. Convertid este problema en una oportunidad con visitas sorpresas, por ejemplo en el trabajo. Aunque sea media hora, este inesperado momento os alegrará el día (en todos los sentidos).

Puede que ya tengas y uses juguetes para placeres solitarios pero recuerda que también puedes probar con tu pareja. Existen en la actualidad numerosas webs especializadas. Venden juguetes complementarios que os harán disfrutar tanto a uno como a otro. ¿No crees que merece la pena?

No esperes Halloween para disfrazarte de conejita o de bruja sexy. Para una noche especial, no dudes en cambiar por completo de look y sorprender a tu pareja con un disfraz muy sensual.

Ya que vivimos en una era de conexión y comunicación constante (vivan las redes sociales y los smartphones), aprovechad. Nada mejor que un mensaje picante antes de llegar a casa para empezar a excitaros mutuamente. Cuidado con las fotos de desnudo: borradlas enseguida y evitad a ser posible que se os vea la cara. La seguridad nunca es total en la red.

Cama o sofá. Estas suelen ser vuestras dos opciones. No dudéis en buscar nuevos lugares para tener sexo, incluso en casa. Eso sí, cuidado con los lugares públicos que se os puede multar.

Si soléis ir directamente al grano, los masajes serán sin duda alguna claves para reavivar la llama. Completamente desnudos, disfrutad de este momento de relax para calentar motores.

Si, leer solos o juntos libros eróticos puede ayudaros a reavivar la llama. Inspiraos y copiad ideas de obras como Pídeme lo que quieras de Megan Maxwell y disfrutad, sencillamente.

Nombre, profesión o incluso edad, sé quien quieras ser durante unas pocas horas. Convertíos en completos desconocidos (podéis incluso ir más allá fingiendo un encuentro) y descubrid de nuevo vuestros cuerpos. Excitación garantizada.

El silencio os puede paralizar (por vergüenza o por miedo a que os escuchen), por lo que no dudéis en probar hacer el amor con música. ¿Nuestras recomendaciones? Earned It, de The Weeknd. Sí, sí, como en 50 sombras de Grey.

¿No te atreves con el sexo anal por miedo? ¿No soléis probar nuevas posiciones? No se trata de aprenderse de memoria el Kamasutra, sino de arriesgar (siempre y cuando tengáis ganas) y no dejaros llevar por preocupaciones o prejuicios. Olvidaros de lo que supone que deberiáis hacer o de lo que te recomiendan tus amigas para intentar y probar. No hay nada vergonzoso o asqueroso mientras disfrutéis.

Aunque las ganas van más allá de vuestros atuendos respectivos, es bueno sorprenderos con lencería o ropa interior inesperada y sexy. Hazte con un conjunto de encaje o de seda de un color poderoso (el negro y el rojo son las opciones ideales) y sorprende una noche a tu pareja. Si está acostumbrado a verte llevar algodón, triunfarás.

Nada de quitarse rápidamente la ropa si lo hacéis habitualmente. Es el momento de reaprender el delicado arte de desnudarse y de miraros. Aunque creas que puedes precscindir de ello, esta etapa puede ser clave para excitaros y conseguir relaciones más placenteras. Tomaros el tiempo.

Besar hace saltar todas las alarmas, es el preámbulo, el acto que encenderá de forma inmediata el deseo. Probad un día con un nuevo juego: dime dónde te beso. Apuntad en papelitos diferentes zonas del cuerpo, dobladlos y coged uno al azar. ¿Es necesario añadir algo más?