Es curioso cómo puede cambiar la percepción sobre la misma cosa o situación, dependiendo de la persona que lo analiza. La nueva serie de Netflix, Disco, Ibiza, Locomía, ha sido duramente criticada por multitud de medios de este país. Pero amigas, aquí hemos venido a pasarlo bien y Jaime Lorente, Blanca Suárez y Pol Granch te van a alegrar el fin de semana. Este biopic dirigido por Kike Maíllo sobre Locomía -el grupo de música electro pop que revolucionó el panorama musical en la década de los 80- es gamberro, arriesgado y muy colorido. Y es quizás por esa actitud tan arriesgada de su director, que la audiencia no ha sabido apreciar esta obra de arte en todo su esplendor.
Que Locomía tendría su propia película o serie lo sabían en China. La historia de este grupo excéntrico, revolucionario y extravagante que enamoró a España en los 80 tenía demasiada chicha. Imposible dejar pasar la oportunidad de forrarse contando su apoteósico salto a la fama y su cruel descenso a los infiernos. Y aunque nunca llueve a gusto de todos, la increíble energía de Jaime Lorente y el carisma de Blanca Suárez han dotado a la cinta de una belleza única. Hasta Alberto Ammann ha sido capaz de conquistarnos interpretando al complicado y exigente José Luis Gil, el mánager de Locomía. La transformación física de este actor ha sido, simplemente, tremenda. No es que no parezca él, es que mucha gente no tenía ni idea de quién era a pesar de haberle visto en exitosas series como Narcos, Marte o Apaches.
Jaime Lorente se roba el 'show'
Jaime Lorente es ese actor capaz de encarnar al domador Ángel Cristo de forma magistral. Dar vida al personaje más querido y rebelde de La casa de papel o provocar que sufras un ataque de pánico en tu sofá con Tin & Tina, recomendadísima cinta de terror en la que comparte escenas con Milena Smit y de la que puedes disfrutar en Netflix. Y después de todo eso, a Jaime todavía le queda tiempo para ir al parque con la familia, hacer ejercicio y curarle una mini brecha a su hijo pequeño en la nariz. Porque según Lorente, el chaval tiene vena de boxeador.
En Disco, Ibiza, Locomía, el murciano vuelve a brillar dando vida a Xavi, el líder incomprendido del grupo y responsable de gran parte de los sorprendentes looks que lució la banda en su época dorada. Interpretar un personaje homosexual siendo hetero parece difícil, pero Jaime se mueve como pez en el agua, demostrando que no hay papel que se le resista. Jaime ondea el abanico como nadie, anda como si fuese transportado por angelitos del cielo y anima, traga y asume como si del Mesías se tratase. Además, no teme a las críticas ni a los insultos y se enfrenta a todo aquel que se atreva a soltar comentarios homófobos en sus redes sociales.
Jaime Lorente responde a las críticas
"Yo os deseo mucho amor a todos, y que tengáis una vida feliz sin que nadie os odie y juzgue por lo que sois (...) Me dejáis de seguir y me suda el rab*, me da completamente igual, prefiero que no estéis en un lugar como mi perfil", decía el intérprete en una de sus publicaciones, donde decenas de usuarios habían criticado su trabajo en el film. "Esta película va de todos, pero también y sobre todo, va de los que rara vez fueron invitados a la fiesta. Me siento más orgulloso que nunca de haber escrito y dirigido esta película. Porque, como intuíamos, seguimos estando muy lejos de respetar al prójimo. Seguimos muy lejos de entendernos y querernos los unos a los otros", expresó Kike Maíllo, quien no dudó en salir en defensa de Lorente.
'Locomía', la película más infravalorada de Netflix
Mientras unas tachan Locomía de ser una película sin fundamento, cargada de clichés y sin ninguna intención de ser fiel a la historia del grupo, otras han evocado su adolescencia gracias, precisamente, a su argumento. Es cierto que comete errores, como esas locas apariciones de Tina Turner y Julio Iglesias, donde los actores se parecen a la persona, lo que un huevo a una gallina. Pero es divertida y muy ligerita para estos tiempos que corren.
A Blanca Suárez acabamos de verla en Respira, pero es que en Locomía derrocha un carisma dando vida a Lurdes, que nos hace recordar sus años mozos en El internado, cuando solo era una joven que quería triunfar en la industria. la única mujer del grupo y la más marginada por unas fans que solo querían a los "chicos del abanico". Chicos que, por cierto, tuvieron que ocultar su verdadera condición sexual para no cerrarse al mercado de las mujeres, que en ese momento, era el que más dinero daba a las discográficas. Pol Granch, ganador de Factor X e inolvidable Phillipe en Élite, hace por primera vez de chico bueno metiéndose en la piel de Jaume y nos encanta. Iván Pellicer sufriendo una sobredosis en la primera media hora de película te hiela la sangre y la forma de actuar de Alejandro Speitzer (Carlos en la ficción) es un regalo a los sentidos.
Tres razones para ver 'Disco, Ibiza, Locomía'
Disco más Ibiza más Locomía, esas tres palabras deben ser suficientes para que te apetezca sentarte a disfrutar de esta joya de Netflix que no te va a cambiar la vida, pero te va a hacer olvidar todos tus males un ratito. Es divertida, cañera y trata temas tan importantes como la amistad, la libertad sexual, la discriminación, el abuso de las drogas... Perfecta para adolescentes y mayores, ideal para entender los excesos de la España de los 80 y la crueldad a la que se enfrentaban cada día los miembros del colectivo LGBT.

¿La escena del incendio en la casa de Locomía? Pelos de punta. Esa cadena humana para recoger máquinas de coser, cuadernos de diseño, fotografías familiares... Y esa nota "maricon**", demostrando que el incendio fue provocado por un grupo de homófobos... Una maravilla que no puede quedar en el olvido. Porque no es una película más, es un canto a la libertad, el orgullo y el esfuerzo. La auténtica meritocracia, el talento innato, la lucha por alcanzar nuestros sueños. Trágica en ocasiones y llena de luz en otras, la película de Jaime Lorente y Blanca Suárez es todo lo que está bien en este momento de tensión absoluta en el mundo entero.