El 2019 ha sido el año de la confirmación. El estilo de doña Letizia ha sufrido en los últimos años por un cambio notable y el año que a punto está de terminar ha venido a confirmar lo que se sospechaba: hay vida más allá del rojo y de Felipe Varela. Si bien ese color sigue siendo su gran fetiche, hay que reconocer que la reina ha abierto su armario a otros colores y tonalidades y también a otras marcas, más allá de su diseñador de cabecera. Uno de los grandes protagonistas de sus últimos estilismos ha sido el príncipe de Gales. El tejido parece haber enamorado por completo a la consorte, que no ha parado de usarlo en las últimas semanas.

La reina parece tener verdadera predilección por este print. Ya en septiembre, para el inicio del curso escolar de sus hijas, Leonor y Sofía, la esposa de Felipe VI se decantó por una americana en ese conocido y demandado patrón. Su elección no es casual ya que es uno de los tejidos más tendencia en la actualidad. Más recientemente, en durante un acto en la COP25, la cumbre climática desarrollada en Madrid, la reina volvió a elegir, en este caso un vestido, con el conocido estampado británico.

A finales de octubre y durante la entrega de los Premios International Friendship 2019 en Barcelona, Su Majestad lució una falta asimétrica con el print de moda, tan habitual en su armario últimamente. Letizia parece sentirse muy cómoda con él y haberlo adoptado como “uniforme” de trabajo cuando los actos requieren una mayor seriedad y sobriedad.

Si en los últimos años se ha apreciado una metamorfosis en su estilo, en gran parte gracias a la estilista Eva Fernández, el 2019 ha sido definitivamente su mejor año en cuanto a estilo, y de lo que no hay duda es que ha sido al “otro príncipe” que existe en su vida: el estampado príncipe de Gales.