Cuando un día Rania de Jordania deje de ser reina, Rajwa al Saif, la arquitecta de 29 años con un poco de sangre real saudí ocupará su lugar.
Muy pronto, el 1 de junio se recordará en Jordania como el día de la boda del nuevo rey Hussein II de Jordania, pero es muy probable que la pareja también celebre siempre el 17 de agosto de 2022, día en que se anunció su compromiso y la fecha de su boda en las cuentas sociales oficiales de la familia real hachemí, en el palacio Zahran de Ammán.
Cuando el príncipe heredero pidió matrimonio a Rajwa, obviamente, le regaló un anillo de diamantes apropiado para la ocasión y el rango de ambos, pero no todo el mundo sabe que, curiosamente, un delgado hilo une la joya tanto a Marilyn Monroe como a Jackie Onassis. Parece imposible y extraño, y sin embargo es así.
El compromiso entre Rajwa al Saif y el príncipe Hussein no se pareció en nada a la aventura que Harry y Meghan relataron en su documental, en la que él se arrodillaba y le ponía el anillo. Obviamente, primero se lo propuso en privado, pero luego todo tuvo lugar muy formalmente en la casa familiar de ella en Arabia Saudí, con la futura novia luciendo un vestido verde oliva y algunas joyas prestadas por la reina Rania.
El anillo de compromiso, sin embargo, se compró en una famosa joyería estadounidense que lleva el nombre de su fundador, Harry Winston, quien diseñó el collar que Marilyn Monroe lució en la famosa secuencia de la película Los hombres las prefieren rubias, de 1954, en la que canta la canción Diamonds are a Girl's Bestfriend. El collar no era en absoluto bisutería, como muchos pudieron pensar. En aquella época, Winston también era conocido como el "rey de los diamantes" porque era capaz de conseguir los más finos en el mercado internacional, y hoy en día los custodios de su legado siguen trabajando con diamantes de color D, E y F, que son los más brillantes según la clasificación del Instituto Gemológico de América.
Harry Winston también fabricó el anillo de compromiso con el que Aristóteles Onassis pidió matrimonio a Jacqueline Kennedy, que, con un brillante récord de 40,42 quilates, obtenido del diamante Lesotho III, de 601 quilates, fue el más grande y caro jamás fabricado por la empresa estadounidense.
Este artículo se publicó originalmente en Marie Claire Italia. Traducción y adaptación: Lucía Cárceles.
