El Principado de Mónaco se encuentra en el silencio real, sin acceso a los rumores sobre la separación entre Charlène y Alberto de Mónaco lanzados en el ojo de todos los tabloides alemanes y franceses con insinuaciones sobre la nueva vida de la princesa en Suiza y el supuesto acuerdo que la transforma.

Los príncipes de Mónaco en una "pareja ceremonial". Pero las fotos de Charlène y Alberto de Mónaco de vacaciones con los gemelos Jacques y Gabriella parecen contar una historia muy diferente a los rumores del verano. Invitados de honor en el yate del magnate kazajo Bulat Utemuratov, fotografías de Charlène de Mónaco y Alberto. Los paparazzi en aguas de Córcega, con escafandras, remos y gorros blancos para protegerse del sol, parecen desmentir las habladurías reales, en claro contraste con las reconstrucciones de las misteriosas fuentes monegascas.
Charlène y Alberto de Mónaco noticia que calma los ánimos y también las dudas a la cuenta de Instagram de Charlène desactivadadurante unos días: ¿podría haber sido una elección de comunicación, reunir todo bajo la cuenta única del Principado?
Mientras tanto, el dulce abrazo de Alberto y Charlène, más que nadie, revela una relación que no es nada fría como se ha retratado en los últimos días, una confianza y un cariño que la compañía alimenta naturalmente. Nada de besos a la cámara, lo que habría avivado aún más los rumores.
Por otro lado, numerosos juegos en el agua con los niños, buceo y deportes acuáticos, la especialidad de la ex campeona olímpica que no se habrá privado de algunas brazadas expertas. Una familia normal de vacaciones y sin rastro aparente de crisis. La misma que cíclicamente vuelve a llenar las páginas de chismes.
Este artículo se publicó originalmente en Marie Claire Italia. Traducción y adaptación: Paula Manso.