Han pasado 20 días desde que la Princesa de Asturias, Leonor de Borbón, jurase la Constitución con motivo de su 18 cumpleaños. Un acto institucional que habría un nuevo capítulo en la historia de la monarquía española, con el que Leonor daba un paso al frente y se presentaba al “Estado” como una representante segura y decidida, como hace más de 20 años haría por entonces un jovencísimo príncipe Felipe.
El acto en sí tuvo su aquel. Desde la jura de la propia Leonor, hasta el análisis no verbal entre padres y princesa, sin dejar de lado la relevancia de la Infanta Leonor o la curiosa “playlist” que la royal eligió para la comida posterior (en la que no faltó el “Despechá” de Rosalía). Lo cierto es que fue un día histórico con todo tipo de anécdotas y curiosidades descubiertas días después, incluidas los momentazos de la fiesta de cumpleaños posterior, donde Leonor disfrutó como toda una adolescente de su mayoría de edad.
Sea como fuere, la realidad es que la jura a la Constitución de Leonor creó un nuevo capítulo en la trayectoria de la Familia Real Española, recogiendo millones de instantáneas durante todo el acto oficial, entre las que, días después, la Casa Real elegiría dos como los nuevos retratos oficiales de la Princesa de Asturias y la Infanta Leonor.
Dos nuevas fotografía con las que la Casa Real actualiza la imagen institucional de las dos jóvenes royals que, desde principios de 2020 no se actualizaba, con un retrato más infantil de ambas -por entonces Leonor tenía 15 años y la Infanta tan solo 13 años- y con las que se evidencia la notable evolución de Leonor y Sofía en estos últimos años de reinado.

En el retrato de la Princesa, la vemos vestida con aquel traje blanco que vistió para la ceremonia del pasado 31 de octubre, confeccionado por la Sastrería Serrala y con un estilismo de belleza relajado, con poco maquillaje, algo de rubor y con el pelo recogido en una coleta. Entonces vemos a una Leonor más madura, sonriente y correcta, con pose erguida e imagen confiada.
Una imagen que se ubica en la cabecera de la página oficial de la Casa Real y que va acompañada de las que pronunció aquel 31 de octubre la Princesa de Asturias: “...el título de Princesa de Asturias 'me comprometo con la entrega y el esfuerzo de servir a España y a todos los españoles. En mi casa, las palabras España y Asturias siempre están unidas con la misma fuerza con que las ha unido la historia. Así lo siento en mi corazón”.

Por su parte, en la imagen de Sofía, vemos a la infanta más madura, más juvenil y menos aniñada que la fotografía tomada el pasado 2020. Sofía posa igual de sonriente que su hermana, pero a diferencia de Leonor, con la melena suelta, a conjunto de aquel favorecedor y comentado diseño de Erdem que alquiló en la plataforma Borow y que, al salir a la calle, conjunto con una capa azul de lo más acertada.
Dos fotografías que evidencia como ambas damas reales crecen y como, en sí misma, evoluciona la propia Corona española. Unas instantáneas que contrastan considerablemente con aquel retrato conjunto que hace más de tres años publicó la Casa Real, a cargo de la retratista Estela de Castro, con la que pudimos hablar en su momento, y en el que, por entonces, la Princesa e Infanta apenas superaban los 15 y 13 años, respectivamente.

Un posado, por entonces compartido, que acompañaba al de sus padres, la Reina Letizia y el Rey Felipe VI, en el que mostraba una imagen simpática, nuevamente sonriente de ambas, con la que de Castro buscada “la naturalidad” de las princesas y en la que, a pesar del resultado, se consideraba el primer retrato oficial de la Infanta Sofía.